Estamos acostumbrados a pensar que el agua de mar no se puede tomar.Así nos lo han hecho creer y, aunque naturalmente no la tomamos porque nos sabe demasiado salada, lo cierto es que en primer lugar es una mentira y, en segundo lugar, el agua de mar es tan rica en nutrientes y minerales que si la consumiéramos habitualmente gozaríamos de “demasiada” salud y podríamos prescindir en gran medida de los médicos y –he aquí el problema mayor– de los laboratorios.
Laboratorios que, por cierto, son los principales interesados en que la población no conozca los beneficios que se derivan del consumo de agua de mar y, por el contrario, que sigamos creyendo que el agua de mar no es apta para el consumo humano.
Vamos a explicar un poco de qué estamos hablando.
Antes de hablar del agua de mar, sus propiedades y beneficios, tal vez convenga detenernos brevemente en la sal, que usamos cotidianamente.