El cuatrerismo crece en el sur neuquino - Piedra OnLine

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domingo, 13 de diciembre de 2015

El cuatrerismo crece en el sur neuquino

Se han duplicado los casos de abigeato entre Junƭn y San Martƭn de los Andes, con cuantiosas pƩrdidas para los ruralistas. Vacas, vaquillonas, terneros, toros... todo cae en el radar de los salteadores de campos. Hasta se llevaron un reproductor Hereford valuado en 75.000 pesos. Roban para vender la carne en un lucrativo mercado negro pero tambiƩn para engrosar sus propios rodeos. Preocupan los hechos en los que los cuatreros han disparado a puesteros y policƭas.


Por Fernando Bravo fbravo@rionegro.com.ar



JUNƍN DE LOS ANDES (ASM).- En menos de un aƱo se duplicĆ³ la cantidad de casos de abigeato, con cientos de miles de pesos en pĆ©rdidas, a lo largo de una zona caliente que va desde los rĆ­os Quilquihue al CurruhuĆ© y desde allĆ­ a CollĆ³n Cura. Lo que inquieta aĆŗn mĆ”s a los ruralistas y a los propios policĆ­as es que en varias ocasiones los cuatreros no dudaron en utilizar armas de fuego contra los peones y agentes.

SĆ³lo en vacunos -sin contar el robo de yeguarizos- se cuentan pĆ©rdidas por mĆ”s de 800.000 pesos desde enero Ćŗltimo a la fecha, con valores estimados que van entre los 10.000 y 12.000 pesos por animal. Pero, entre otros ejemplares, este aƱo fue sustraĆ­do tambiĆ©n un costoso toro adquirido para dar continuidad de lĆ­nea genĆ©tica en raza Hereford. El reproductor estaba valuado nada menos que en 75.000 pesos.

El dato es que en 2014 hubo 27 hechos registrados en la regiĆ³n con cabecera en JunĆ­n de los Andes, pero desde enero Ćŗltimo y hasta el inicio de diciembre de 2015 los casos ya sumaban 65.

Por cada caso se producen entre dos y cuatro sustracciones y/o faenas clandestinas de animales, pero tambiĆ©n ha habido hechos que involucran el movimiento de tropillas integradas por decenas de bovinos.El Ćŗltimo episodio de ese tipo ocurriĆ³ la pasada semana, con una caravana de 15 vaquillonas y tres reproductores que fueron movilizados desde una estancia prĆ³xima a JunĆ­n de los Andes hasta un campo cercano a Traful. La travesĆ­a por unos 200 kilĆ³metros de terreno quebrado llevĆ³ seis horas de caballo a los baqueanos y policĆ­as rurales, que esta vez lograron recuperar a los animales.

AsĆ­ lo confirmĆ³ a este diario el comisario de PolicĆ­a de TrĆ”nsito y Brigada Rural de JunĆ­n de los Andes, Sergio PeucĆ³n, quien revelĆ³ que en parte se detuvieron las acciones dolosas por el desbaratamiento de una banda de cuatreros que se produjo a mediados del presente aƱo. Pero incluso asĆ­, la cantidad de casos se duplicĆ³ y aĆŗn mĆ”s.

Vacas, vaquillonas, terneros, toros... todo cae en el radar de los salteadores de campos. En su mayorĆ­a roban para vender como cortes de carne en un lucrativo mercado negro. Por caso, en una ocasiĆ³n mataron cuatro vacas preƱadas y se llevaron sĆ³lo las paletas, cuartos y lomos. El resto lo abandonaron a la intemperie. El sensible aumento del precio de la carne en mostrador potencia estas prĆ”cticas ilegales en la regiĆ³n.

PolicĆ­as a caballo


La extensa y compleja geografĆ­a obliga a la fuerza de seguridad a contar con personal especializado entre los policĆ­as rurales, comĆŗnmente llamados baqueanos. "Son suboficiales, en su mayorĆ­a, que se han criado en el campo, que conocen desde pequeƱos toda esta zona, que son expertos jinetes y que conforme avanzaron en la vida se unieron a la instituciĆ³n policial", dijo PeucĆ³n.

"El policĆ­a baqueano sabe diferenciar la huella de un caballo de la de una vaca u otro animal, sabe decir hacia dĆ³nde van los rastros y cuĆ”nto tiempo ha pasado. Ellos a la vez trabajan en coordinaciĆ³n con los puesteros y los baqueanos de los campos, y con los policĆ­as que van en los mĆ³viles o en las motos con los equipos de comunicaciĆ³n y apoyo", explicĆ³ el comisario.

Un recordado baqueano, que cayĆ³ abatido en cumplimiento del deber el 7 de marzo de 2012, fue nada menos que el sargento JosĆ© Aigo, ultimado a balazos durante un procedimiento de rutina en el camino a Pilolil. Aquel homicidio no tuvo relaciĆ³n con los cuatreros pero sĆ­ con los controles rutinarios de furtivismo que la Brigada Rural realiza en caminos y rutas de la regiĆ³n.

La brigada cuenta con una treintena de hombres y mujeres, siete de los cuales son baqueanos.

"Un problema para las investigaciones es que muchas veces la denuncia por el robo de ganado se realiza dos o tres dĆ­as despuĆ©s de producido el hecho, y esto es asĆ­ porque depende de cuĆ”ndo los recorredores de los campos advierten la faltante", explicĆ³ el comisario PeucĆ³n.

Ese lapso puede complicar el seguimiento de las pistas. Por ejemplo, recordĆ³ que en un campo habĆ­an robado una decena de vacas pero en ese mismo sector del predio habĆ­a mĆ”s de 700, razĆ³n por la cual reciĆ©n advirtieron la faltante varios dĆ­as despuĆ©s.