Mujeres y líderes barriales - Piedra OnLine

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domingo, 6 de diciembre de 2015

Mujeres y líderes barriales

Ana Laura Calducci
calduccia@lmneuquen.com.ar


Neuquén.- Se identifican con distintos colores políticos y hay también quien se involucró sin saber bien de qué se trataba. La ley de cupos les dio la oportunidad y, a fuerza de trabajo y paciencia, se ganaron el lugar de dirigentes. Hoy, 13 mujeres son presidentas en los barrios neuquinos. Les tocó enfrentar prejuicios y dividirse entre la casa y la calle, pero todas afirman que vale la pena el desafío.

En total, la ciudad tiene 48 barrios oficiales, cada uno con su vecinal, y en uno de cada cuatro hay una mujer al frente. La igualdad en los papeles todavía no llegó a la práctica cotidiana.

Aun así, 13 neuquinas lograron ir más allá del cupo legal y se ganaron la confianza de sus vecinos para ser la cara visible del barrio. Ellas se ocupan de todo tipo de necesidades: desde el asfalto, la cancha y los árboles hasta la seguridad, la contaminación y las emergencias sociales.

"Cuando nos presentamos, no tuvimos inconvenientes; pero cuando ganamos, creo que a las mujeres nos cuesta el doble estar acá porque tenemos más responsabilidades, porque le sacás tiempo a la familia", contó Julia Castro, de Parque Industrial. Lleva un año al frente de la vecinal y es la primera vez que participa de la comisión. Comentó que, del grupo que empezó, hoy quedaron trabajando casi todas mujeres y les cuesta mucho que les den respuestas.

48 son los barrios oficiales que hay en la ciudad y cada uno de ellos tiene una comisión vecinal.
Mercedes Mella, de Gran Neuquén Sur, dijo que en su caso cambió totalmente el trabajo al dirigir una mujer. Ella había participado en la gestión anterior en otro cargo y, al ser la cabeza, las cosas se complicaron. "El principal problema fue encontrarme con el típico machista que te dice que vos no vas a conseguir nada, sean autoridades o vecinos", señaló.

Lo mismo le ocurrió a Verónica Aranda, de Unión de Mayo. "Después de asumir, la mayor dificultad la tuve con las gestiones en las que sentí que te ponen trabas por ser mujer; también me pasó que un vecinalista varón pega dos patadas y le resuelven todo, pero yo me manejo de otra manera", explicó.
"Yo me sumé porque me habían usurpado la casa, tenía una tenencia precaria y ahí nació hablar con todos, trabajé en un comedor y los propios vecinos me propusieron ser la presidenta; primero me negué y, bueno, acá estoy", relató Andrea Piñero, de Esfuerzo, y agregó: "No he tenido inconvenientes porque me hago escuchar, pero por ahí te llaman a las dos de la mañana con un problema y es un poquito más difícil para nosotras, que tenemos más responsabilidad con la familia".

Alicia Vidal, de Villa Florencia, lleva 9 años en la vecinal y recién el último como presidenta. Dijo que siempre estuvo porque le interesa el trabajo barrial y cree que hay diferencias. "Está la idea instalada de que a la mujer la pueden pasar a llevar, de que vas a callarte por ser mujer y hay que demostrar que no es así", expresó.

Sus trabajos, con aciertos y errores, sirven para dejar una huella. Hasta hace unos años, las vecinalistas mujeres eran una excepción. Hoy, aunque la igualdad entre géneros sigue lejos, sin dudas se avanzó. Cada una de las 13 es una confirmación del camino recorrido.

"Las mujeres tenemos más responsabilidades pero creo que, si te gusta algo, te podés dividir. Yo hago trámites de la vecinal, vengo a casa y cocino, plancho y cuido a mi nieta". Eliana Mills Palma. Presidenta de Rincón de Emilio

"Llevo 14 años en el barrio, en el sector Plateas, y siempre tuve un trabajo político, social, cultural. Tengo 4 hijos y tengo que ser madre, mujer y estudiante". Verónica Yáñez.Titular de San Lorenzo Sur

"Lo manejo bien porque delego. También tomé la postura de no ocuparme de problemas particulares, sino de todo el barrio. Antes que yo hubo otra mujer". María José Patronelli. Valentina Norte Urbana

Toda una vida en la vecinal

Susana Gutiérrez, presidenta de Cumelén, lleva más de 30 años colaborando como vecinalista y le tocó dirigir la comisión en varias ocasiones. Para ella, los prejuicios quedaron en el pasado, aunque igual le toca afrontar la dualidad entre el compromiso social y la dedicación a los hijos. "Vivo en el barrio desde 1983, de cuando se creó la vecinal, y empezamos con el tema del gas y siempre estuve; soy una persona que tomo como una cuestión importante el compromiso y la participación, por eso fui presidenta varias veces sin sentir una diferencia por ser mujer", contó.

Indicó que, en tantos años, tuvo logros destacables y algunas cuentas pendientes, con las que sigue lidiando en la comisión, que le insume varias horas del día. "Con esto le saqué tiempo a la recreación personal, a la familia, y como también trabajo afuera, tuve que distribuir los tiempos, dividirme", comentó.

Añadió que tuvo la suerte de que la familia acompañara su decisión. "Creo que mis hijos reivindican lo que hago porque uno también educa con el ejemplo y, en mi caso, es el del compromiso con el beneficio comunitario, porque acá es ad honórem y siempre hubo una independencia de la comisión con la política; aun así, hubo momentos en que tuve que priorizar lo personal", confió.

La persistencia le dio sus frutos

Elita Riquelme, presidenta de Bouquet Roldán, lleva un año en su primera gestión como presidenta del barrio. Relató que, por inexperiencia, le tocó dar un traspié por el "exceso" de mujeres en su equipo de trabajo.

"Ingresé a esto como una necesidad del barrio, porque no se decidían las cosas y me pasó que, cuando nos presentamos por primera vez, hace tres o cuatro años, hicimos una lista de todas mujeres, que fue como repudiada por los vecinos", recordó. Como nunca había habido una presidenta mujer, era "novedoso" que se presentaran. "Igual, no ganamos; es más, de las tres listas que hubo, quedamos últimas", contó.

Tras ese intento frustrado, siguió trabajando, e indicó: "Ahí vimos que estaba la ley de cupos. Nos explicaron desde el Municipio que tenía que ser una lista mixta, así que la segunda vez hicimos cambios y nos pasó al revés del resto, que tuvimos que incorporar hombres".

Con la nueva composición, ganaron la vecinal y se convirtió en la primera mujer al frente de unos de los barrios más antiguos de la ciudad. "Costó, pero igual creo que hoy la mujer tiene más posibilidades, que se ve de otra manera el rol que ocupamos", señaló.