La subsecretaria de Derechos Humanos explicó que el protocolo no fue presentado a la provincia para su análisis y que "no es serio" que el intendente de Neuquén pretenda su aplicación en la ciudad.
Comelli explicó que la reunión en Bariloche estaba organizada para avanzar con la declaración de emergencia en materia de seguridad que destinaría recursos a las provincias para equipar a la policía y que no se había presentado con anterioridad el protocolo para su correspondiente análisis. Este es el argumento que llevó a que Neuquén no firmara la adhesión al mismo. "Tenemos experiencia en la provincia que amerita que seamos más cuidadosos" agregó.
Sobre el protocolo en sí, la funcionaria observó que se distinguirá entre manifestaciones programadas y espontáneas. Las primeras deberán presentar una nota pidiendo permiso para realizarse. En el caso de las segundas serán consideradas "delitos infraganti" por lo que el jefe del operativo policial podrá decidir las acciones a tomar y luego dar intervención a la Justicia. Además aclaró que"no diferencia de una protesta en reclamo por el tema laboral o de despido o por ejemplo las víctimas de una tragedia".
Respecto a la intención manifestada por el intendente de Neuquén, Horacio Quiroga, de que la ciudad se adhiera al protocolo, Comelli opinó: "lo considero una persona de muchas convicciones reaccionarias". Para la subsecretaria "es un discurso demagógico para un sector que realmente pone por encima de las prioridades el derecho a circular y no ve al otro" y manifestó que Quiroga "no es serio a la hora de tener la responsabilidad que tiene un representante del pueblo después de 30 años de democracia".
Por último, Alicia Comelli consideró que cuando Patricia Bullrich "era ministra de seguridad y ministra de trabajo en el 2000, donde acá en Neuquén era asesor de seguridad Eugenio Burzaco, actual vice, tuvimos consecuencias muy graves para la provincia con esa lógica de intervención".
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