Bariloche: Crece el hambre y aumentan los pedidos de ayuda social - Piedra OnLine

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lunes, 30 de mayo de 2016

Bariloche: Crece el hambre y aumentan los pedidos de ayuda social

El obispo atribuyĆ³ la crisis social al encarecimiento de las tarifas y la falta de trabajo. Cada vez mĆ”s chicos se acercan al Grupo Encuentro buscando comida y un lugar caliente.

Comedores que se vuelven a poblar poco a poco, gente desesperada en busca de comida en el vertedero municipal y muchos mĆ”s pedidos de bolsones de comida en las parroquias forman parte del termĆ³metro social en Bariloche en los Ćŗltimos meses.

Hay quienes se arriesgan a decir que la situaciĆ³n social remite al final de los 90 e incluso, a la crisis del 2001.

El obispo de Bariloche, Juan JosĆ© Chaparro, asegurĆ³ que “el encarecimiento de las tarifas y la falta de trabajo es un cachetazo para la vida de los mĆ”s empobrecidosque son los que mĆ”s sufren. Ya vivimos una situaciĆ³n difĆ­cil. Todo lo que viene es de peligro para la gente”, expresĆ³.

“Se ve cada vez mĆ”s, como en los peores tiempos, niƱos con hambre de pan, con mucho frĆ­o y olor a humo. Tenemos una poblaciĆ³n vulnerada y esto se siente muy a flor de piel. Seis meses atrĆ”s, todo esto no se vivĆ­a”, reconociĆ³ Edith Espinoza, del Grupo Encuentro que trabaja desde hace 25 aƱos, junto a su esposo Luis FernĆ”ndez, en la contenciĆ³n de niƱos y jĆ³venes en la sede de Pablo Mange 206.

MĆ”s allĆ” de participar en talleres, muchos de los chicos que asisten al grupo aprovechan para desayunar, almorzar y merendar. “Sabemos que hay chiquitos que se acercan solo para poder comer. Recibimos alrededor de 40 pibes todos los dĆ­as en el comedor y a la vez, se preparan almuerzos para 100 personas que retiran las viandas. En el Ćŗltimo tiempo, aumentĆ³ la demanda y sĆ³lo en las Ćŗltimas dos semanas, se han sumado nueve chicos mĆ”s que nos cuentan que hay dĆ­as que no comen. Hay muchos papĆ”s sin trabajo y a otros, simplemente no les alcanza”, agregĆ³ Espinoza.


La angustiante situaciĆ³n social tambiĆ©n se palpita en el vertedero de Bariloche, frente al barrio Pilar, donde en los Ćŗltimos meses, muchas familias acuden en busca de restos de comida. “MĆ”s hacia la tarde, se empieza a ver gente que ingresa por todos lados, especialmente por la parte de atrĆ”s del basural. Nos piden por favor que los dejemos buscar algo de comida de los camiones”, admitiĆ³ un trabajador del vertedero que prefiriĆ³ resguardar su identidad.

La subsecretaria de CoordinaciĆ³n de PolĆ­ticas Sociales, Alejandra Huenchupan, reconociĆ³ que a raĆ­z de la situaciĆ³n en el vertedero, se conformĆ³ recientemente una comisiĆ³n de trabajo. “Sabemos de unas 20 familias muy jĆ³venes que concurren a buscar comida. Sus padres han tenido una historia de ingresos al vertedero. No sĆ³lo es gente que vive cerca del vertedero sino de territorios mĆ”s alejados”, recalcĆ³ Huenchupan.

En CĆ”ritas Bariloche, Alejandro Dalla CĆ­a, se lamentĆ³ por “el aumento de la necesidad” en parroquias y en comedores. “Se atiende a mĆ”s de mil personas pero es cierto que en el Ćŗltimo tiempo nos piden mĆ”s comida”.

No obstante, Huenchupan asegurĆ³ que no existe un defasaje entre la demanda y la asistencia social.

La funcionaria municipal recordĆ³ que hasta el aƱo pasado, el gobierno nacional enviaba mil bolsas de alimentos dos meses al aƱo, especialmente en el invierno. “A partir de marzo, el municipio empezĆ³ a entregar 200 bolsas con productos alimenticios que estĆ”n incluidos dentro de la canasta bĆ”sica familiar, por semana, de manera sostenida y permanente”, recalcĆ³.

Huenchupan dijo que el municipio “no registra un incremento drĆ”stico de pedidos de comida. Hay semanas en las que crece la demanda y otras en las que disminuyepero en promedio, entregamos 800 bolsas de alimentos por mes. HabrĆ” que evaluar los meses mĆ”s frĆ­os y la temporada para ver si surgen fuentes de trabajo reales o no”, explicĆ³ la funcionaria.

El Grupo Encuentro naciĆ³ en 1991. “En ese entonces, estaba el gobierno radical en la provincia y en el municipio. HabĆ­a niƱos y adolescentes viviendo en la calle, haciendo ranchadas. Pasaban hambre, frĆ­o y no tenĆ­an ropa, ni calzado. AhĆ­ mismo, empezamos a juntarnos con ellos para tratar de sacarlos de ahĆ­”, recuerda Luis FernĆ”ndez.

DespuĆ©s de 25 aƱos, ademĆ”s de la panaderĆ­a, el Grupo Encuentro ofrece talleres de plĆ”stica, fĆŗtbol callejero y bijouterie para chicos de 5 a 16 aƱos. La sede de Pablo Mange 206 tambiĆ©n alberga a 11 niƱos y adolescentes que viven en ese lugar ya que, segĆŗn explican los responsables del Grupo Encuentro, “no tienen familias que se puedan hacer cargo de ellos”.

“Hoy, nuestra mayor fuente de ingreso es la panaderĆ­a. Afortunadamente, el municipio se puso al dĆ­a con un aporte que nos debĆ­a del aƱo pasado y estamos firmando un nuevo convenio para recibir 80 mil pesos para todo el aƱo. A la vez, la municipalidad paga las becas de las cocineras”, explica Edith Espinoza.

Para la compra de comida, reciben un subsidio del Ć”rea de NutriciĆ³n del gobierno nacional. TambiĆ©n perciben aportes de colaboradores anĆ³nimos. “Todo esto sostiene la cuestiĆ³n econĆ³mica y el Ć”nimo porque todo esto es muy fuerte”, agrega Espinoza.