Una reuniĆ³n gastronĆ³mica que no se querĆa hacer pĆŗblica y un desplante de quienes se suponĆan aliados al Movimiento Popular Neuquino produjeron polvareda en el escenario polĆtico provincial. El primero porque puso en escena, con una estrategia ajada, al exgobernador Jorge Sobisch y el segundo porque prendiĆ³ la luz amarilla en la Legislatura.
La formalizaciĆ³n de la devoluciĆ³n del 15% de la coparticipaciĆ³n se quedĆ³ sin despacho de comisiĆ³n por falta de quĆ³rum.
Cuando todos prejuzgaban que era por la oposiciĆ³n que tiene mayorĆa, se sorprendieron de que los dĆscolos eran los aliados de Adelante NeuquĆ©n, Frente de IntegraciĆ³n y UniĆ³n Popular. Se trata de tres legisladores que accedieron al cargo porque iban con la lista del MPN para gobernador y vice.
¿QuĆ© pasĆ³? En tĆ©rminos formales dicen que se tuvieron que ir porque se hacĆa tarde y debĆan concurrir a otra reuniĆ³n. Por lo bajo dejan traslucir enojo por el destrato al que son sometidos por el bloque oficialista, que tambiĆ©n tiene sus fisuras internas, pero se unen ante extraƱos.
“Ahora resulta que son rubios y de ojos celestes”, dijo una fuente que protagonizĆ³ el incidente. Intervino el vicegobernador Rolando Figueroa y llamĆ³ al orden a los tres legisladores que son de Plottier: Sergio Gallia, Francisco Rols y Carlos SĆ”nchez. El desplante al presidente del bloque Mario Pilatti tuvo su efecto. Al otro dĆa, Luis Sapag les juntĆ³ la cabeza a todos y sacĆ³ despacho de un proyecto del paquete de leyes que enviĆ³ el gobernador Omar GutiĆ©rrez. Se preocupĆ³ en destacar “la diferencia”.
El episodio dejĆ³ al descubierto el cambio de manejo que aplica el MPN con sus aliados. Tras la zigzagueante relaciĆ³n en la gestiĆ³n anterior donde el Gran Hermano, Jorge Sapag, se preocupaba personalmente de la armonĆa, hasta arriesgar la relaciĆ³n cordial con la vicegobernadora Ana Pechen.
Ahora quedaron casi desamparados. Para muestra falta un botĆ³n: el representante de AndrĆ©s Peressini firmĆ³ un proyecto para que GutiĆ©rrez coparticipe los adelantos que recibiĆ³ de Mauricio Macri. Un sacrilegio antidemocrĆ”tico segĆŗn la definiciĆ³n del andacollense que preside la cĆ”mara.
MĆ”s allĆ” de las diferencias personales, quedĆ³ al descubierto que el famoso consenso no era hacia afuera, porque de hecho hay oposiciĆ³n amigable al gobierno nacional, sino hacia adentro.
Los cuatro comensales
Horacio Quiroga se tomĆ³ la licencia de recomendarle a la dirigencia del MPN que escuche al tres veces gobernador Jorge Sobisch.
Herido, se defendĆa de las venenosas flechas que le lanzaron para recordarle su pasado kirchnerista. Antes habĆa enviado un cheque a Jorge Sapag endosado por JosĆ© LĆ³pez, uno de los Ćconos de la corrupciĆ³n por manejos de dinero de las obras pĆŗblicas en el gobierno nacional de los Ćŗltimos 8 aƱos.
El intendente fue a comer un asado a la casa de Sobisch, encuentro del que tambiĆ©n participaron un joven empresario de medios de comunicaciĆ³n no ligado a la salud y un emergente dirigente cooperativista.
Cuando trascendiĆ³ la reuniĆ³n hubo especulaciones vinculadas a probables candidaturas de ambos, uno para intendente y el otro para gobernador, lo que hizo enojar al jefe comunal.
Es improbable que Sobisch lo haya convocado para darle tips sobre cĆ³mo hacer asado al piolĆn o indicarle dĆ³nde llevar a los nietos los fines de semana.
DespuĆ©s dio la pista cuando aconsejĆ³ al MPN que escuchen al exgobernador. Es evidente que Ć©l lo escuchĆ³.
“No hablo de mis adversarios”, ensayĆ³ como respuesta el gobernador Omar GutiĆ©rrez, y puso cara adusta para soslayar repreguntas. Dicen que ya le dio el agua de socorro a un candidato para la intendencia, y que una interna con un “peso pesado” no es saludable.
Sobisch al perder la interna el aƱo pasado no tuvo empacho en decir pĆŗblicamente que se habĆa puesto el aparato estatal en beneficio de su contrincante interno. Se le perdiĆ³ un cĆ³digo.
Surgen nuevos interrogantes en la Legislatura con los aliados al MPN de quienes dependen los despachos en las comisiones.
El exgobernador Jorge Sobisch busca una pista para despegar del olvido y golpeĆ³ la puerta del intendente Horacio Quiroga, con quien quiso reunirse en secreto.
La formalizaciĆ³n de la devoluciĆ³n del 15% de la coparticipaciĆ³n se quedĆ³ sin despacho de comisiĆ³n por falta de quĆ³rum.
Cuando todos prejuzgaban que era por la oposiciĆ³n que tiene mayorĆa, se sorprendieron de que los dĆscolos eran los aliados de Adelante NeuquĆ©n, Frente de IntegraciĆ³n y UniĆ³n Popular. Se trata de tres legisladores que accedieron al cargo porque iban con la lista del MPN para gobernador y vice.
¿QuĆ© pasĆ³? En tĆ©rminos formales dicen que se tuvieron que ir porque se hacĆa tarde y debĆan concurrir a otra reuniĆ³n. Por lo bajo dejan traslucir enojo por el destrato al que son sometidos por el bloque oficialista, que tambiĆ©n tiene sus fisuras internas, pero se unen ante extraƱos.
“Ahora resulta que son rubios y de ojos celestes”, dijo una fuente que protagonizĆ³ el incidente. Intervino el vicegobernador Rolando Figueroa y llamĆ³ al orden a los tres legisladores que son de Plottier: Sergio Gallia, Francisco Rols y Carlos SĆ”nchez. El desplante al presidente del bloque Mario Pilatti tuvo su efecto. Al otro dĆa, Luis Sapag les juntĆ³ la cabeza a todos y sacĆ³ despacho de un proyecto del paquete de leyes que enviĆ³ el gobernador Omar GutiĆ©rrez. Se preocupĆ³ en destacar “la diferencia”.
El episodio dejĆ³ al descubierto el cambio de manejo que aplica el MPN con sus aliados. Tras la zigzagueante relaciĆ³n en la gestiĆ³n anterior donde el Gran Hermano, Jorge Sapag, se preocupaba personalmente de la armonĆa, hasta arriesgar la relaciĆ³n cordial con la vicegobernadora Ana Pechen.
Ahora quedaron casi desamparados. Para muestra falta un botĆ³n: el representante de AndrĆ©s Peressini firmĆ³ un proyecto para que GutiĆ©rrez coparticipe los adelantos que recibiĆ³ de Mauricio Macri. Un sacrilegio antidemocrĆ”tico segĆŗn la definiciĆ³n del andacollense que preside la cĆ”mara.
MĆ”s allĆ” de las diferencias personales, quedĆ³ al descubierto que el famoso consenso no era hacia afuera, porque de hecho hay oposiciĆ³n amigable al gobierno nacional, sino hacia adentro.
Los cuatro comensales
Horacio Quiroga se tomĆ³ la licencia de recomendarle a la dirigencia del MPN que escuche al tres veces gobernador Jorge Sobisch.
Herido, se defendĆa de las venenosas flechas que le lanzaron para recordarle su pasado kirchnerista. Antes habĆa enviado un cheque a Jorge Sapag endosado por JosĆ© LĆ³pez, uno de los Ćconos de la corrupciĆ³n por manejos de dinero de las obras pĆŗblicas en el gobierno nacional de los Ćŗltimos 8 aƱos.
El intendente fue a comer un asado a la casa de Sobisch, encuentro del que tambiĆ©n participaron un joven empresario de medios de comunicaciĆ³n no ligado a la salud y un emergente dirigente cooperativista.
Cuando trascendiĆ³ la reuniĆ³n hubo especulaciones vinculadas a probables candidaturas de ambos, uno para intendente y el otro para gobernador, lo que hizo enojar al jefe comunal.
Es improbable que Sobisch lo haya convocado para darle tips sobre cĆ³mo hacer asado al piolĆn o indicarle dĆ³nde llevar a los nietos los fines de semana.
DespuĆ©s dio la pista cuando aconsejĆ³ al MPN que escuchen al exgobernador. Es evidente que Ć©l lo escuchĆ³.
“No hablo de mis adversarios”, ensayĆ³ como respuesta el gobernador Omar GutiĆ©rrez, y puso cara adusta para soslayar repreguntas. Dicen que ya le dio el agua de socorro a un candidato para la intendencia, y que una interna con un “peso pesado” no es saludable.
Sobisch al perder la interna el aƱo pasado no tuvo empacho en decir pĆŗblicamente que se habĆa puesto el aparato estatal en beneficio de su contrincante interno. Se le perdiĆ³ un cĆ³digo.
Surgen nuevos interrogantes en la Legislatura con los aliados al MPN de quienes dependen los despachos en las comisiones.
El exgobernador Jorge Sobisch busca una pista para despegar del olvido y golpeĆ³ la puerta del intendente Horacio Quiroga, con quien quiso reunirse en secreto.