Son los habitantes del paraje Naupa Huen (oeste de la provincia), que aunque saben que su protesta no tendrá la misma repercusión que una marcha en una gran ciudad, igual hicieron una manifestación frente al lugar donde funciona el generador eléctrico.
Allí le reclamaron al gobierno provincial un aporte extra para comprar más gas oil y elevar de 10 a 14 horas por día la producción de energía eléctrica, y si es posible, extenderla todo lo que se pueda. Claro que el objetivo de máxima es poder realizar las obras que se necesitan para conectarse a las líneas de alta o media tensión que pasan a menos de diez kilómetros.
“El director provincial de Comisiones de Fomento nos prometió el dinero para tener más horas de luz, pero ya nos cansamos de que nos mientan, hace siete meses que estamos esperando”, comentó Valentín Dinamarca, uno de los vecinos.
El presupuesto mensual de la Comisión de Fomento es de 70.000 pesos, y con eso debe financar todos los gastos de funcionamiento además de la compra del combustible para el generador. Pero las cuentas ya no dan.
“Tenemos un ingreso de 70.000 pesos mensuales y sólo en el funcionamiento del generador (10 horas) se gastan entre 80 y 85 mil pesos. La diferencia sale de nuestros bolsillos, pero ya no lo podemos sostener más...”, explicó el titular de la Comisión de Fomento José Luis Vidal.
Para ampliar de 10 a 14 horas el suministro de energía, se necesitan unos 25.000 pesos al mes. Ese aporte podría cambiar la vida de todo un paraje, que hoy tiene luz de 9 a 13 y de 19 a 1.
Los inconvenientes de no tener luz durante las 24 horas del día son innumerables: desde no poder conservar alimentos en la heladera y tener que tirarlos a la basura porque pierden la cadena de frío, que los chicos del secundario virtual, no puedan asistir a clases porque no hay internet, tener que iluminarse con velas todos los días del año en distintos horarios...
Otro gran problema en Naupa Huen es que se abastecen de agua con otro generador, que también funciona con gas oil. Con el presupuesto actual, apenas puede funcionar tres horas al día.
Los que tienen cisterna, aprovechan para llenar los tanques, pero sólo alcanza para las cosas básicas.
“¿Usar un lavarropas? Ni en sueños... nosotros lavamos todo en fuentón”, resumió Mary Huayquinao, una de las 250 vecinas que espera una ayuda del gobierno.
“No se puede guardar nada en la heladera porque pierde la cadena de frío. Tampoco se alcanza a hacer hielo para mantener las cosas”.
Valentín Dinamarca, vecino
“Los chicos del secundario virtual están por perder el año porque como no hay luz, tampoco internet y no pueden sacar las cosas para estudiar...”.
Mary Huayquinao, vecina
“Hay muchos vecinos que viven de las huertas, pero sin agua no se puede cultivar nada y hay que comprar todo. Los costos son altísimos”.
Héctor Montoya, vecino
