Alejandro Olivera olivera@lmneuquen.com.ar
En la época en la que la tecnología es parte de la vida cotidiana de las sociedades del mundo, el dilema que se presenta es cómo aplicarla a la educación pública para modernizar un sistema que está en decadencia.
En este contexto, aparece una luz de esperanza en Pablo Garrido, un analista en sistemas de destacada trayectoria. Trabajó en Apple Argentina, lugar donde aprendió el verdadero valor de la tecnología, y recientemente fue reconocido por el Consejo de Planificación y Acción para el Desarrollo (Copade) como promotor de la ciencia y la tecnología por dar charlas motivacionales sobre la materia a niños y adolescentes.
El especialista habló con LM Neuquén sobre los efectos positivos que puede tener la ciencia aplicada al sistema público de educación y cuáles son los desafíos a futuro.
“Muchas veces se dice que la tecnología tiende a cerrar a los chicos; sin embargo, hay muchas herramientas que sirven para hacerlos más prácticos y los ayudan a usar su inteligencia para aprender, crecer, divertirse y compartir”, detalló. En tal sentido, aseguró que la robótica y la impresión 3D tienen que estar incluidas en la educación pública. “Argentina tiene un gran potencial y lo tiene que aprovechar a través del uso de estas tecnologías económicas y abiertas”, explicó.
El especialista señaló que, tal y como dijo el presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, “uno de los lenguajes que se debería enseñar en las escuelas es la programación”.
Además, Garrido sostiene que su enseñanza debería extenderse a todas las escuelas. “En Neuquén las EPET son muy buenas, pero también tendrían que tener acceso las comerciales porque el uso que se les puede dar a esos conocimientos son infinitos”, sentenció.
“De esta manera, los chicos podrán concretar sus proyectos, lo que permitirá que desarrollen su inteligencia y evitará que se frustren”, dijo el especialista.
Garrido tiene un proyecto para fundar los FabLab (acrónimo de fábrica laboratorio). Estos centros científicos son abiertos y contienen herramientas como impresoras y escáneres 3D para que cualquier persona pueda presentar y desarrollar sus ideas.
Según explicó Garrido, estas fábricas laboratorios funcionarían como espacios de co-working, que es cuando personas que saben hacer distintos tipos de trabajo se juntan bajo un mismo proyecto.
“Con la tecnología que hay actualmente, lo que antes se hacía en un año ahora se hace en un mes”, detalló.
Sobre el proyecto, Garrido comentó que “sería una apertura social de la tecnología, acercarla a la gente, para que no nos hagan creer que es exclusiva. El desarrollo está al alcance de todos”, sentenció.
Métodos de enseñanza
Otras formas de captar la información
En la actualidad, los chicos están acostumbrados al uso de la tecnología. Tablets, smartphones, computadoras y televisores inteligentes son sólo algunos de los elementos que utilizan diariamente. En este contexto, Pablo Garrido explicó que los chicos tienen otra forma de captar la información. Mientras que los adultos aprendieron con libros, los jóvenes han aprendido a través del uso de múltiples fuentes.
“Mientras leen el material, pueden buscar en internet miles de cosas que complementan la información que están leyendo”, sostuvo. Asimismo, contó que algunos profesores no han encontrado la manera de incorporar las nuevas tecnologías, en tanto que otros abusan de ellas. “Muchos docentes que presenciaron mis charlas me consultaron qué programas usaba y otras cuestiones para sumarlas a sus clases”, detalló.
“Sin embargo, hay otros que ya se acostumbraron a usarlas y llegan a la clase, se sientan y ponen el Power Point. Hay que encontrar el equilibrio entre la vieja usanza y la nueva”, concluyó.
