El PJ local aún no define si va solo o en una coalición - Piedra OnLine

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lunes, 10 de abril de 2017

El PJ local aún no define si va solo o en una coalición

El diputado Martínez quiere llevarlo a la cabeza de un frente, pero debe conciliar con la facción anti-K.

Adriano Calalesina

adrianoc@lmneuquen.com.ar

Neuquén.- El PJ neuquino aún no define su rumbo y está tironeado entre el armado de un frente kirchnerista y otro con actores dentro del peronismo más ortodoxo.
Pero el diputado nacional y presidente del Consejo Provincial, Darío Martínez, ya advirtió que se piensa en un frente amplio, siempre y cuando sea conducido por el Partido Justicialista.

“Hay mucha gente que está mirando con atención lo que estamos haciendo, nuestra firme postura en contra de Macri, por eso necesitamos un frente más allá del peronismo, pero queremos que lo conduzca el peronismo”, expresó Martínez a LM Neuquén.

El diputado nacional hizo el intento de acercar al parlamentario del Mercosur, Ramón Rioseco, a un espacio amplio, pero sin resultados. Es por eso que ahora quiere consolidar la estructura del PJ, que acentúa sus diferencias. La interna dentro del peronismo neuquino no está contenida desde la renuncia de la diputada provincial Nanci Parrilli, hace unas semanas, a la conducción del partido. Las piezas no se acomodaron y hay distintas posturas que van desde la idea de armar el Frente Ciudadano que alguna vez dibujó Cristina Kirchner a los militantes, hasta la vuelta a un peronismo ortodoxo, con el retorno de viejos afiliados que se tuvieron que mudar del partido durante el kirchnerismo.

La polémica iba a terminar con el armado de otro encuentro, pero a ninguno de los sectores (K y anti-K) tiene los votos suficientes como para imponer un postura. En ese sentido, la negociación se hará en secreto y a puertas cerradas.

La división siempre existió, pero se acentuó más luego del último Congreso Partidario de Zapala, en el que no prosperó la postura frentista del PJ. El parrillismo no pudo juntar los dos tercios del órgano partidario y para muchos significó la disolución del Frente para la Victoria (FpV), la herramienta política del kirchnerismo.

Nanci Parrilli no estuvo de acuerdo con la decisión del Congreso y decidió renunciar. En el medio, el diputado Javier Bertoldi fue sindicado como el facilitador de los votos para esa ruptura, a pesar de que lo negó categóricamente e, incluso, le pidió a su compañera de bancada que se quede al frente del peronismo neuquino.

La tarea que le queda al diputado Martínez es más que compleja: intentar reconciliar a dos sectores que han sido divididos y que estuvieron, con sus diferencias, bajo el manto de los Parrilli a través de un débil consenso partidario.

Martínez se califica como un “no parrilista”, y eso al menos hace ruido en algunos actores dentro del órgano partidario que aún le siguen respondiendo a Oscar Parrilli, ex secretario general de la Presidencia y de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

La novela del peronismo, a su vez, es mucho más profunda. En el territorio neuquino sólo retuvo una intendencia, la de Centenario, y tiene aliados, como Soledad Martínez en Zapala, que no están dentro de la estructura.

Hasta ahora, Martínez seguirá en carrera para repetir su banca en busca de un consenso amplio.

El consenso, una receta difícil para volver a llamar a un congreso partidario

Un llamado por mayoría

El Consejo Provincial tiene 19 miembros y puede llamar a un próximo congreso con la firma de 10. Aún no se sabe si juntan esos votos sin consenso.

Con los dos tercios

El Congreso también puede sesionar con dos tercios de los 72 congresales, que son 24 miembros. Pero juntarlos requiere un trabajo territorial y una discusión más profunda con los sectores.

Por decisión de cuatro

La cúpula del Congreso también puede decidir hacer una nueva reunión. Son cuatro y de distintos sectores, por eso es difícil que se pongan de acuerdo.

Con un diálogo abierto


Todo indica que los dos sectores en pugna deberán ponerse de acuerdo para volver a realizar el encuentro. Más allá de las diferencias (parecen irreconciliables), hay un clima de paridad.