Ávalos: la trama del pacto de silencio - Piedra OnLine

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domingo, 25 de marzo de 2018

Ávalos: la trama del pacto de silencio


Por Guiillermo Elia / policiales@lmneuquen.com.ar

NEUQUEN - En LMN revelamos un documento inédito que saca a la luz el pacto de silencio que sellaron los integrantes de la seguridad del boliche Las Palmas la noche que desapareció Sergio Ávalos. Damos cuenta de los tres personajes más oscuros que habrían golpeado, matado y desaparecido al joven estudiante de Picún Leufú, y toda la trama de encubrimiento y los puestos clave que ocupan hoy en las fuerzas de seguridad y que les permiten interferir en cualquier investigación.

La madrugada del 14 de junio de 2003, hace casi 15 años, se produjo la desaparición forzada de Sergio Ávalos en manos de miembros de las fuerzas de seguridad: Ejército y policía neuquina. Esa es la teoría que avaló la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que mandó a la Justicia Federal de Neuquén a investigar la causa que ya localmente habían rechazado en un par de oportunidades.
Esa noche fría se selló un pacto que sólo personas con disciplina militar pueden mantener. Se trata de 15 personas que conformaron una guardia interna y otra externa en el predio ubicado en calle Primeros Pobladores. Entre ellos había siete militares, cinco policías, un municipal, un militar chileno retirado y un hombre de confianza del dueño del lugar, Pedro Nardadone.


La trama que reconstruye principalmente la querella de la familia Ávalos da cuenta de que participaron el jefe de la seguridad del boliche, un militar trasandino conocido como “el Chileno”; un militar del Ejército argentino, al que en dicha fuerza se lo conoce como “Mono con Rabia”, y un empleado del municipio de la ciudad que actualmente trabaja en el área de Comercio, y que esa noche terminó con una mano muy lastimada. Estos son los tres que abordaron a Sergio Ávalos cuando hablaba esa madrugada con una joven que resultó ser una prostituta vip a la que supuestamente protegían porque participaba en fiestas del poder (ver aparte).

La golpiza que le propinan estos tres hombres a Sergio es la que termina matándolo pero cuyo autor material, para la querella, es el Chileno. Luego, con la complicidad del resto de la seguridad, lo retiran en una furgoneta blanca a las 7 de la mañana y lo hacen desaparecer.

¿Quiénes forman parte de esta red de complicidad? A los tres involucrados directos se les suman al menos tres militares argentinos y tres policías neuquinos que están en actividad (ver aparte).

De memoria

Lo que el personal de seguridad declaró y repitió hasta el cansancio era parte de un instructivo sobre qué decir ante preguntas que se les iban a formular durante las testimoniales o indagatorias. El papel con las respuestas fue secuestrado de la casa del presunto autor material del crimen, y las pericias caligráficas que se le hicieron comprobaron que las escribió de puño y letra y hasta con errores de ortografía.

El papel, que forma parte del expediente y que fue incorporado en septiembre de 2003, tiene un punteado que dice: “Yo colaboro con la seguridad; no lo vi ingresar a Sergio; no tengo relación con lo de Sergio; desconozco todo movimiento de Sergio; no sé todo lo que pasa en el boliche, y nunca participé en actos violentos”.

De ese relato, los militares y policías involucrados no se han movido una línea a lo largo de los años y siempre en sus declaraciones han repetido lo mismo, con algunos mínimos matices.

Hasta el momento y a pesar de todos estos elementos, la Justicia Federal no ha resuelto sus procesamientos.

--> Los policías están en puestos clave

De acuerdo con los informes solicitados por la querella de la familia Ávalos, se ha podido establecer que los militares continúan en actividad y en altos rangos y los policías también.

Todos tienen puestos clave que les permite manejar personal y recursos como para desviar cualquier tipo de investigación.

En la policía neuquina, los tres policías son oficiales. Se trata de un comisario que está en el norte neuquino, un subcomisario que se desempeña en el Departamento de Delitos y un comisario inspector que pasó a fin de año de las fuerzas especiales a un área estratégica de la Policía.

Del resto de los integrantes de la seguridad del boliche esa noche hay uno que sigue trabajando en el Municipio y otros dos que se desempeñan en empresas de seguridad.

Todos están atravesados por la desaparición de Sergio Ávalos y por un secreto que los marca a fuego.