Los flamantes dueños de La Baita ya están abocados a las obras pertinentes para dejar el espacio artístico con una “fuerte estética técnica” y “mayor seguridad”, según ellos mismos afirmaron.
“Mejoraremos el sistema de luces y el sonido, y le daremos una gran importancia a la imagen, a partir de pantallas”, señaló uno de los socios de Power Link, firma que adquirió a fines de diciembre el fondo de comercio del teatro y el edificio, y que también es la propietaria de Puerto Rock, donde se realizan recitales para el turismo estudiantil y vecinos de Bariloche.
Los nuevos dueños hicieron hincapié en que fortalecerán la seguridad en el recinto. “Haremos como mínimo dos salidas de emergencia, una adelante y otra atrás, porque siempre funcionó sin siquiera una y eso es muy peligroso”, advirtieron, en diálogo con ANB.
También confiaron que ya iniciaron las tratativas ante la municipalidad, con el fin de contar con la habilitación comercial que el sitio, ubicado en pleno centro de la ciudad, no tenía.
Las empresarias Paula y Laura Fenoglio vendieron el teatro ante la falta de apoyo del Estado. El local cerró sus puertas en diciembre para la realización de las obras y reabrirá en marzo bajo la nueva gestión.
“Te puedo asegurar que la gente va a aplaudir los cambios, porque se van a notar”, destacó con orgullo uno de los referentes de Power Link. En tanto, reconoció que es “todo un desafío” poder hacer rentable el teatro, ya que “la capacidad (600 butacas) es limitada”.
El empresario aseguró que el público contará con una amplia agenda cultural de espectáculos de primer nivel, tanto nacionales como internacionales. Los nuevos dueños ya cuentan con el plano de obra y tras la autorización de la municipalidad comenzarán con las refacciones.
La familia Fenoglio inauguró el teatro en noviembre de 2011, exhibiendo una cómoda sala con capacidad para 600 personas en el lugar en el que funcionó durante muchos años el cine Arrayanes.
Hasta hace poco y desde que el espacio se puso en marcha, se llevaron adelante en La Baita espectáculos de amplia jerarquía del plano nacional e internacional que le dieron volumen a una atractiva oferta cultural en la ciudad.
Laura y Paula Fenoglio dejaron el teatro ante el prácticamente nulo respaldo por parte del Estado, con el agregado de las grandes dificultades que se les presentaron para obtener la habilitación comercial.
El teatro fue infraccionado y clausurado el 14 de septiembre pasado, cuando inspectores municipales llegaron acompañados de efectivos policiales. La orden fue emitida debido a que “faltaba documentación y no contaban con la habilitación correspondiente”, afirmó oportunamente el juez de Faltas Gustavo Contín. (ANB)
