Francisco Carnese
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El 10 de diciembre, después de ocho años, Ana Pechen dejará su cargo como vicegobernadora y presidenta de la Legislatura. A modo de balance y en diálogo conLM Neuquén, habló sobre su futuro político, en el que no descartó la idea de que en algún momento pueda ser candidata a gobernadora.
Analizó las elecciones del domingo pasado, donde el MPN sacó un magro resultado, y advirtió que se trata de "una señal" que el partido provincial "debe atender". A su vez, reconoció deudas pendientes que deja la actual gestión provincial, como las relacionadas con problemáticas sociales, pero valoró, al mismo tiempo y en líneas generales, lo actuado en estos dos períodos de gobierno. "Nos vamos con (Jorge) Sapag con la visión de que hemos realizado una buena tarea", señaló.
¿No piensa en un futuro político, independientemente de esta decisión que comunicó de volver a la universidad una vez que termine su mandato?
Creo que cuando uno termina un cargo público debe volver al lugar de donde provino; no puede vivir colgándose de un cargo público a otro. Yo hago políticaporque me gusta, pero no vivo de ella. Lo que sí quiero es trabajar en el partido, en la formación de jóvenes y nuevos dirigentes.
Más allá de esto ¿no imagina, hacia adelante, la posibilidad de ser en algún momento candidata a gobernadora?
Por supuesto, siempre uno tiene ilusiones de transformar sus sueños en realidades. En política uno quiere desarrollarse y construir de alguna manera lo que anhela. A mí lo que me ha generado esta actividad es una relación muy afable con el pueblo, me siento muy cómoda con la gente. Nos vamos con Sapag con la visión de que hemos realizado una buena tarea.
¿Falta una escuela de formación política en el MPN?
Absolutamente. Algo estable, permanente y con continuidad, donde los jóvenes se capaciten para que, al momento de elegir nuevos candidatos, se tengan opciones.
¿Por esto se explica la aparición de extrapartidarios?
Puede haber un extrapartidario, pero primero deben agotarse las posibilidades de que el partido ofrezca toda su potencialidad. La fortaleza del MPN está en su gente, y cuanto más gente comprometida y formada tengamos, los candidatos van a aflorar naturalmente y no va a haber que salir a buscarlos. No tengo preconceptos, pero primero debemos apostar a las figuras propias.
¿Cómo ve la actualidad del Movimiento Popular Neuquino?
Hace falta una profunda discusión interna en el partido y son muy importantes los liderazgos. Cuando aparecen muchos líderes con distintas miradas y opiniones públicas hacen ruido dentro del partido; la discusión debe darse adentro, pero el liderazgo debe ser único.
¿Se refiere a lo que pasó en las últimas elecciones?
Posiblemente.
¿Cree que la Convención del MPN debería haberse expedido con una posición respecto a los candidatos a presidente?
Por lo menos haber dado la discusión. Si se dejó en libertad de opinión a los afiliados, esa es la posición, no que salgan dirigentes que van para un lado o para el otro. Eso es lesivo para el MPN y se da porque no hay una discusión llana. Es muy importante volver a recuperar la dinámica del partido, que reúna a los viejos dirigentes, a los jóvenes, que tengamos jornadas de discusión, equipos técnicos que alimenten a nuestros gobernadores electos. Un partido no es sólo ver cómo se dinamiza al momento de elecciones.
El MPN sacó un magro resultado el domingo y, pese a ganar en la última elección a gobernador, obtuvo el porcentaje de votos más bajo de la historia. ¿Es una señal de alarma?
Es una señal que se debe atender, estamos a tiempo. A la provincia está llegando mucha gente que no conoce la historia del MPN y que es de otros partidos. La razón por la que estamos en el MPN es por toda su historia social, y hoy es difícil que se adhiera a eso si sólo se encuentra con el partido a la hora de votar.
¿Se necesita el surgimiento de un nuevo líder terminados los dos mandatos de Sapag?
Creo en un liderazgo pero no en un caudillo, como lo pudo ser en su momento Felipe. Hoy lo que se necesita es sumar voluntades e incluir cada vez a más gente. Por eso se da la proliferación de las colectoras, que les van quitando fuerza a los partidos políticos con gente que busca un lugar por fuera porque no lo tiene adentro.
Sus 8 años en el Gobierno y la Legislatura
Ana Pechen destacó que lo más importante que logró el gobierno en los ocho años fue "la paz social" y el hecho de que Jorge Sapag haya podido instalar "en el país y en el mundo" a Vaca Muerta. Asimismo, reconoció como una de las cuentas pendientes el "compatibilizar en espacios de áreas importantes, como lo social". Dijo que se debe reorganizar el sistema educativo y admitió que el gobierno "se quedó un poco atrás" en las políticas vinculadas a las adicciones, para un tratamiento "transversal" del tema.
En cuanto a la Legislatura, valoró los consensos y la sanción de importantes leyes, como las del código procesal y la muerte digna.
