Malcorra presidenta - Piedra OnLine

InformaciĆ³n del Mundo

martes, 20 de septiembre de 2016

Malcorra presidenta

Por Marcelo Brignoni *

Pocas veces en la historia reciente de nuestro paĆ­s, o tal vez nunca, la polĆ­tica internacional de la RepĆŗblica Argentina estuvo a merced de las necesidades y pretensiones de una sola persona, a la que nadie votĆ³.

Susana Malcorra lo ha logrado. Esta ciudadana argentina nativa, no residente en nuestro paĆ­s, y que ha pasado gran parte de sus Ćŗltimos aƱos viviendo en el exterior, ha decidido candidatearse a la SecretarĆ­a General de la ONU. Malcorra viaja por el mundo con viĆ”ticos y fondos del Estado, haciendo promesas insĆ³litas, a cambio de apoyo a su candidatura. Promesas que en algunos casos son abiertamente contradictorias con la polĆ­tica internacional de nuestro paĆ­s, y con la defensa de sus intereses.

En la aspiraciĆ³n de que su candidatura no sea vetada por ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de ONU, situaciĆ³n imprescindible para llegar al pleno de la Asamblea con chances de ser electa, le ha prometido a Estados Unidos la reproducciĆ³n mecĆ”nica de sus posiciones para la regiĆ³n. El caso de la copia del comunicado del Departamento de Estado sobre la destituciĆ³n de Dilma Rousseff, traducido al espaƱol en tiempo rĆ©cord y difundido por la CancillerĆ­a, tal vez sea la expresiĆ³n mĆ”s grotesca de esta situaciĆ³n.

La aceptaciĆ³n del pedido francĆ©s de recibir 3 mil refugiados sirios forma parte del intento de que Francia no vete la candidatura de Malcorra. El lĆ­mite de la vergĆ¼enza fue cruzado con el acuerdo de “cooperaciĆ³n” con el Reino Unido, anunciado por Malcorra luego de reunirse con el vicecanciller inglĆ©s, Alan Duncan.

La continuidad de la base de observaciĆ³n china en NeuquĆ©n y la construcciĆ³n de las represas en Santa Cruz, asĆ­ como el acuerdo de cooperaciĆ³n nuclear con Rusia, acuerdos demonizados en el pasado, son ratificados ahora.

Inexplicablemente, Malcorra no renuncia a su cargo como canciller de la RepĆŗblica Argentina para abocarse a su campaƱa como candidata a secretaria general de ONU, elecciĆ³n que se llevarĆ” a cabo en noviembre prĆ³ximo, sino que usa ese cargo en su propio beneficio de manera tan insĆ³lita como cuestionable.

Hoy en la polĆ­tica internacional de Argentina, Macri es apenas un promotor, un empleado de la “presidenta Malcorra”, quien permite que la base de operaciones para el proyecto personal de la canciller sean nada menos que los intereses estratĆ©gicos de la RepĆŗblica Argentina.

Este uso electoral condenable de la historia y de las luchas de nuestro paĆ­s en el escenario internacional no merece opiniĆ³n crĆ­tica del presidente Macri. Tal vez ni siquiera sepa lo que realmente sucede.

* Diputado de Santa Fe (MC), presidente de la FundaciĆ³n Encuentro por la CiudadanĆ­a Social.