Honduras y los Derechos Humanos - Piedra OnLine

Información del Mundo

miƩrcoles, 7 de octubre de 2009

Honduras y los Derechos Humanos



INT501392BE_33455He seguido de cerca la problemÔtica hondureña de las últimas dos semanas. A través del blog de Krisma Mancía me he enterado de primera línea sobre los acontecimientos en los alrededores de la embajada de Brasil. Es una pena ver al valiente grupo de seguidores de Manual Zelaya siendo víctimas de vejÔmenes por parte de la Policía y las Fuerzas Armandas, mientras Michelleti se da golpecitos en el pecho resguardando la soberanía de la constitución y felicitando la valentía de sus soldados.

Estados Unidos ha calificado de estĆŗpido el ingreso de Zelaya a tierras HondureƱas, esto, sumado a su particular discurso ha traĆ­do consigo mĆ”s violencia, mĆ”s muertes y mĆ”s desapariciones. Mi pregunta es, ¿quĆ© habrĆ­a hecho ud?¿quĆ© habrĆ­a hecho Bush u Obama ante la alternativa de quedarse marginado por el resto de su vida vagabundeando de paĆ­s en paĆ­s o estar en el ojo del huracĆ”n? Dianita lo habĆ­a dicho ya anteriormente: era regresar o morir en el intento.

Mientras tanto, la preocupación por la situación de los derechos humanos en Honduras va en aumento. Al menos doce personas murieron violentamente en las protestas contra el golpe del 28 de junio, mientras que otras cien han sufrido heridas y lesiones a causa de la represión por parte de las fuerzas de seguridad del régimen de facto. Esta situación se agravó mÔs con el cierre de dos medios de comunicación de línea opositora: Canal 36 y Radio Globo y de la golpiza de la que fueron víctimas Alberto Cardona y Rony SÔnchez, periodistas guatemaltecos.

Mientras tanto, Mel Zelaya es un refugiado. Ha perdido la fuerza y el poder polƭtico que tenƭa en un inicio y ahora luce mƔs viejo.

Honduras va de mal en peor y no hace mÔs que describir lo que sucedió en Latinoamérica el siglo pasado. Es como el niño que creció de último. A Honduras le ha llegado la hora, y deberÔ enfrentar esa prueba como le tocó a El Salvador en los ochentas y a Guatemala en los sesentas.

Lamento mucho la situación de mi hermana república. Pero de no funcionar las elecciones democrÔticas y justas, no veo otra salida mÔs que la violencia, que traerÔ consigo mucha mÔs miseria y destrucción en uno de los países mÔs pobres de América Latina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario