Fue a consecuencia de una protesta de sindicatos que se oponen al plan de ajuste griego. Se enfrentaron duramente con la Policía que los reprimió a golpes y con gases lacrimógenos.
Atenas (DPA) > Manifestantes y policías antidisturbios se enfrentaron ayer con dureza en medio de las concentraciones multitudinarias con motivo del 1 de mayo en Atenas, donde miles de personas protestaron contra los planes de recorte del gasto público del Gobierno, del que depende el plan de rescate internacional.
El gobierno griego se dispone a anunciar medidas extraordinarias de austeridad para devolver los más de 120.000 millones de euros (160.000 millones de dólares) del plan de salvamento preparado por sus socios de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en colaboración con algunos bancos europeos.
El Gabinete tiene previsto reunirse el domingo por la mañana y se espera que a primera hora de la tarde el ministro de Finanzas, George Papaconstantinou, anuncie las medidas.
En un país donde las encuestas señalan que uno de cada cinco ciudadanos vive bajo el umbral de la pobreza, hoy 12.000 personas marcharon por el centro de Atenas hacia la embajada de Estados Unidos mientras denunciaban que las medidas del Gobierno afectarán a los más pobres. Parte de los manifestantes cortaron las comunicaciones por mar con las islas.
“Estas medidas provocarán que el trabajador medio griego sufra más de lo que cree. ¿Por qué tenemos que pagar nosotros por todo y los ricos no”, señalaba Despina Soririou, maestra en un colegio del Estado.
Frente al Parlamento de Atenas y en la Universidad Politécnica se pudo ver a agentes antidisturbios disparando botes de gas contra grupos de manifestantes anarquistas que lanzaban piedras.
Algunos de los manifestantes prendieron fuego a contenedores de basura, tiraron piedras contra hoteles de lujo y varias tiendas e incluso incendiaron un camión de la televisión estatal.
Un equipo de televisión extranjero también fue atacado durante los incidentes. La Policía informó de la detención de diez personas y por el momento se desconoce si se registraron heridos. El socialista Apostolos Kaklamenis, ex presidente del Parlamento y hoy diputado, fue atacado con botellas y piedras mientras los manifestantes le llamaban “ladrón” y “mentiroso”. Finalmente logró salvarse al correr y entrar en un café.
Manifestantes anarquistas también se enfrentaron a la Policía en la ciudad portuaria de Tesalónika, donde las protestas reunieron a unas 5.000 personas. Escaparates de tiendas y bancos fueron destruidos.
La inmensa mayoría de las tiendas se mantuvieron cerradas durante la jornada. Muchos hospitales organizaron servicios con personal de emergencia mientras muchos de sus empleados acudían a las protestas.
“El pueblo griego no debe nada a nadie. Los culpables son individuos que robaron dinero público y los fondos de pensiones”, señaló Alexis Tsipras, líder de la Coalición de Izquierdas.
En Francia
Mientras, decenas de miles de franceses protestaron ayer en París y en otras ciudades galas contra la política del presidente Nicolas Sarkozy, en marchas convocadas por los grandes sindicatos con motivo del Día del Trabajador.
Sin embargo, la convocatoria fue menor que el año pasado: según estimaciones de los sindicatos, salieron a las calles 350.000 personas, mientras que en 2009 fueron 1,2 millones.
Las marchas y actos más grandes de los 280 organizados en todo el país fueron los de París, en los que participaron 45.000 personas. Las protestas de este año se dirigieron sobre todo contra la prevista reforma del sistema de pensiones.
Muchos franceses temen medidas como la subida de la edad de jubilación, a la que se accede actualmente a los 60 años de edad en el sistema de pensiones general.
Según una encuesta del diario “L Humanité”, de tendencia progresista, un 70 por ciento de los franceses simpatiza con las protestas, que también critican la política económica de Sarkozy.
Atenas (DPA) > Manifestantes y policías antidisturbios se enfrentaron ayer con dureza en medio de las concentraciones multitudinarias con motivo del 1 de mayo en Atenas, donde miles de personas protestaron contra los planes de recorte del gasto público del Gobierno, del que depende el plan de rescate internacional.
El gobierno griego se dispone a anunciar medidas extraordinarias de austeridad para devolver los más de 120.000 millones de euros (160.000 millones de dólares) del plan de salvamento preparado por sus socios de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en colaboración con algunos bancos europeos.
El Gabinete tiene previsto reunirse el domingo por la mañana y se espera que a primera hora de la tarde el ministro de Finanzas, George Papaconstantinou, anuncie las medidas.
En un país donde las encuestas señalan que uno de cada cinco ciudadanos vive bajo el umbral de la pobreza, hoy 12.000 personas marcharon por el centro de Atenas hacia la embajada de Estados Unidos mientras denunciaban que las medidas del Gobierno afectarán a los más pobres. Parte de los manifestantes cortaron las comunicaciones por mar con las islas.
“Estas medidas provocarán que el trabajador medio griego sufra más de lo que cree. ¿Por qué tenemos que pagar nosotros por todo y los ricos no”, señalaba Despina Soririou, maestra en un colegio del Estado.
Frente al Parlamento de Atenas y en la Universidad Politécnica se pudo ver a agentes antidisturbios disparando botes de gas contra grupos de manifestantes anarquistas que lanzaban piedras.
Algunos de los manifestantes prendieron fuego a contenedores de basura, tiraron piedras contra hoteles de lujo y varias tiendas e incluso incendiaron un camión de la televisión estatal.
Un equipo de televisión extranjero también fue atacado durante los incidentes. La Policía informó de la detención de diez personas y por el momento se desconoce si se registraron heridos. El socialista Apostolos Kaklamenis, ex presidente del Parlamento y hoy diputado, fue atacado con botellas y piedras mientras los manifestantes le llamaban “ladrón” y “mentiroso”. Finalmente logró salvarse al correr y entrar en un café.
Manifestantes anarquistas también se enfrentaron a la Policía en la ciudad portuaria de Tesalónika, donde las protestas reunieron a unas 5.000 personas. Escaparates de tiendas y bancos fueron destruidos.
La inmensa mayoría de las tiendas se mantuvieron cerradas durante la jornada. Muchos hospitales organizaron servicios con personal de emergencia mientras muchos de sus empleados acudían a las protestas.
“El pueblo griego no debe nada a nadie. Los culpables son individuos que robaron dinero público y los fondos de pensiones”, señaló Alexis Tsipras, líder de la Coalición de Izquierdas.
En Francia
Mientras, decenas de miles de franceses protestaron ayer en París y en otras ciudades galas contra la política del presidente Nicolas Sarkozy, en marchas convocadas por los grandes sindicatos con motivo del Día del Trabajador.
Sin embargo, la convocatoria fue menor que el año pasado: según estimaciones de los sindicatos, salieron a las calles 350.000 personas, mientras que en 2009 fueron 1,2 millones.
Las marchas y actos más grandes de los 280 organizados en todo el país fueron los de París, en los que participaron 45.000 personas. Las protestas de este año se dirigieron sobre todo contra la prevista reforma del sistema de pensiones.
Muchos franceses temen medidas como la subida de la edad de jubilación, a la que se accede actualmente a los 60 años de edad en el sistema de pensiones general.
Según una encuesta del diario “L Humanité”, de tendencia progresista, un 70 por ciento de los franceses simpatiza con las protestas, que también critican la política económica de Sarkozy.
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