"Lo que hicimos en ocho meses es similar a lo que hizo Brasil en tres años" - Piedra OnLine

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domingo, 6 de junio de 2010

"Lo que hicimos en ocho meses es similar a lo que hizo Brasil en tres años"


El coordinador general del Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre, Osvaldo Nemirovsci, defendió la norma japonesa y explicó cómo será la implementación del nuevo sistema en la región. El jueves se realizó una charla informativa sobre el sistema de televisión digital en la UNCo.

Neuquén > Ante la implementación del nuevo sistema de Televisión Digital Terrestre, el coordinador general del Sistema Argentino SATVD-T, Osvaldo Nemirovsci, dialogó sobre sus implicancias y adelantó que en noviembre el sistema estará funcionando tanto en Neuquén como en Bariloche. Además, defiende la norma japonesa y adelanta las señales que estarán disponibles en la región.

¿Qué cambios y características trae la adopción de esta norma para televisión digital?
La norma es la ISDB-T, que se la conoce como norma japonesa. Es prácticamente una norma subregional porque está adoptada por casi todos los países del sur del continente. Desde el punto de vista tecnológico, es un avance muy grande porque incorpora patrones modernos de transmisión y recepción de señales. Esto tiene que ver con un muestreo y codificación de imágenes sobre un flujo de datos binarios, en reemplazo de aquel impulso eléctrico que tenía la señal televisiva. Es que se traduce la señal a bits, de ceros y unos se comprime como un encapsulamiento y mediante un proceso de compresión que se llama MPEG4 y HD 264 se garantiza calidad en el audio y el video. Y se le incorpora lo que se llama un mecanismo de corrección permanente de imágenes, por el cual la televisión digital se ve siempre bien en términos de estética. No es poco democratizar la estética en la televisión abierta, sin depender del clima, la ubicación geográfica e inclusive la calidad de televisores. Pero, al mismo tiempo, tiene una particularidad interesantísima desde el punto de vista tecnológico. Es que en el mismo ancho de banda con que hoy todos los canales de televisión argentina analógicos logran emitir una señal, la televisión digital puede emitir cuatro o cinco señales. En ese ancho de banda, que es de seis Mhz, la televisión digital emite esas señales y una más que se llama One Sec, que va directo al celular sin pasar por la red de telefonía. De esta manera, al usuario no le consume pulsos cuando ve televisión en su celular.

¿Por qué se eligió la norma japonesa a diferencia de las otras?
Cada una de las normas encierra patrones tecnológicos que cambian la transmisión, digitalizan lo analógico y modifican la forma de transmitir y recibir señales. Junto con una comisión de selección de norma, nosotros estuvimos cuatro años siguiendo el tema y lo que apreciamos es la rentabilidad social que podía tener cada una y el modelo de negocios que escondía cada uno. En el caso de la americana, la ATSC, lo único que generaba era alta definición. El modelo de construcción de esa televisión digital, que está en México también, es la alta definición. Se utilizan los 6 Mhz en una sola señal para que vaya con 1.080 pixeles y con excelencia. Y si puede ser paga, que sea paga. En Europa (DVB), vieron el tema de la multiprogramación. En general son estándar casi todas pero veíamos que no había un contenido social y una aplicabilidad en ese sentido que las acompañe. De hecho, la plataforma nacional de distribución española fue privatizada y terminó encerrando en su plataforma sólo 25 señales. Y nos quedaba la japonesa, que nos permitía aparte que una vez que estuviéramos adentro, nos asociábamos. Así, teníamos derecho a hacer modificaciones y a negarnos a realizarlas. Nos parecía muy adecuada la forma de transferencia tecnológica, amigable. Así incorporamos la norma, solicitamos al gobierno de Japón (que era garante de las empresas que digitalizan en ese país) la donación de un equipo de 10 kilos de potencia, más un equipamiento para la televisión pública. Firmamos el acuerdo y estamos muy satisfechos de haber tomado esa decisión.

¿Qué características tiene esta norma?
Hay dos miradas. Primero, su fuerte aplicabilidad social. Tiene que ver con la generación de un mercado y un espacio de construcción productiva y de riqueza nacional que no existía hace seis meses. Todo el empresariado y los trabajadores argentinos vinculados a la industria metalúrgica relacionadas con la informática están muy contentos y entusiasmados fabricando conversores, transmisores, moduladores, antenas y demás. Es una demanda que le está exigiendo la sociedad para poder ver televisión digital. Antes, no existía. También los sectores vinculados laboral y profesionalmente a la generación de contenidos, como actores y guionistas, entre otros. Encontraron en esto un motivo de entusiasmo, en virtud de que se abren nuevas fuentes de trabajo. Es que las bocas de expendio se multiplican. Además, cada frecuencia de las actuales se puede multiplicar en el caso de la televisión pública y van a existir nuevas frecuencias. Al cambiar de la banda de VHF a UHF abrimos la potencialidad. Yo calculo que se van a crear más de 100 frecuencias nuevas en el país, después veremos con se utilizan. Además, creo que hay un tercer elemento y es que es la misma norma que tiene Brasil, Chile, Costa Rica, Perú, Venezuela, Ecuador y Paraguay. Esto nos permite un desarrollo conjunto en todo lo que es la tecnología regional y también importar y exportar contenidos. Salvo con Brasil, Japón y Corea que tienen esta norma, al resto de los países estamos en condiciones de exportar desde aquí conversores o plantas transmisoras. Lo que hemos hecho en ocho o nueve meses, es similar a lo que hizo Brasil en tres años. Entre otras cosas, porque teníamos la experiencia de Brasil, que nos ayudó a ser más rapidos algunas cosas. Pero también por la decidida participación del Estado, que tomó esto como una política vinculada a la cultura, la tecnología y la soberanía comunicacional.

¿En qué punto está la implementación de la televisión digital en el país?
Teníamos ordenes precisas de que fuera un lanzamiento federal. Esto es en las 23 capitales de provincia y en nueve ciudades de las más importantes como Mar del Plata, por ejemplo. Para esto había que instalar 32 plantas transmisoras y encontramos alguna dificultad en las localizaciones. Tuvimos que hacer algunos convenios con gobernadores e intendentes y eso nos demoró. Después vino el proceso de fabricación nacional. Todo ese tiempo hizo que mientras nosotros preparábamos eso, la única planta transmisora que no tuvo que pasar por el proceso fue la que nos mandó Japón. Por eso, hoy en Capital Federal y Gran Buenos Aires se está transmitiendo con 10 kilos de potencia (equivalente a 20 análogicos), que representa un alcance de 60 kilómetros alrededor de la capital. Pero nuestro interés es que, antes de fin de año, el 70 por ciento del país esté cubierto. Antes de noviembre, en Bariloche y Neuquén se va a instalar la planta transmisora. El año que viene queremos poner 100 más de menor cuantía. Acá vamos a poner una de un kilo de potencia, que tiene un alcance de 60 kilómetros también.

¿Qué va a suceder con los conversores para poder recibir la señal?
Hay dispositivos de distinta calidad y prestación. El televisor integrado (es el televisor que ya trae incorporado el receptor de la TV digital) es muy caro hoy y cuesta entre cuatro y seis mil pesos. Surgió entonces el tema de los conversores (Set Top Box en inglés), que valen 15 veces menos que un televisor integrado y permite que la norma que viene digital entre a un televisor viejo y se convierta en analógica. Por lo menos, hasta el 2019 no hay necesidad de cambiar el televisor. En ese momento se producirá el denominado apagón ánalógico. Ese conversor ya están en algunos lugares y su precio puede variar de acuerdo a la prestación y van de los 300 hasta los 1.000 pesos. Pero el Estado intervino en esto y compró 1.180.000 conversores para distribuir entre los sectores más vulnerables como los jubilados que cobran el mínimo y aquellos que reciben la asignación universal por hijo. Después, el que quiere comprarlo puede hacerlo.
En el país, de los doce millones de televisores, ocho tienen cable o satélite. Nosotros trabajamos para esos cuatro millones que no tienen y que sólo cuentan con la televisión abierta. En Neuquén, hay una sola señal de televisión abierta que es Canal 7. Es de suponer entonces que un 30 por ciento de la población provincial ve un solo canal. Esa gente ahora va a poder apreciar veinte señales de manera gratuita y con calidad. Para eso trabajamos. No es para sacarle gente al cable y mucho menos a los cableros del interior que son amigos, empresas Pymes unifamiliares que se han roto el alma desde hace 45 años cuando no llegaba la televisión. Sin embargo, alguien que recibe 100 señales por cable de determinada calidad de contenidos, ahora va a recibir 20 o 30 por televisión abierta con otra calidad de contenidos. Cada uno elegirá. Si le gusta la televisión abierta, desenchufará el cable y no pagará más 100 pesos por mes. Y el otro va a poder aprovechar lo que antes no tenía.

¿Qué contenidos se transmiten hoy y cuales está previstos para el corto plazo?
En principio, la televisión digital es bastante más que la digitalización de la televisión pública. En un primer paso, nosotros impulsamos como nave insignia a Canal 7 y la televisión pública. Hemos avanzado bastante. Ahora, lo que estamos es digitalizando toda la televisión argentina, que incluye 43 broadcasters privados, 12 señales provinciales públicas y tres universitarias. Hoy, La Televisión Pública está saliendo con Encuentro y Canal 7 por canales separados. Tienen idea de poner una señal de películas con base en el INCAA y un canal infantil (Paka Paka).

¿Qué sucede con aquellas personas que tienen un televisor que utiliza tecnología digital?
El que compró un plasma Full HD, lo va a ver muchísimo mejor. En el caso de los viejos televisores, con el conversor se va a ver mucho mejor pero no con una súper calidad. Ahora, el que tenga un Full HD lo va a ver espectacular. Esa es la diferencia. Igualmente, también van a necesitar un conversor. En Tierra del Fuego se están empezando a fabricar televisores codificados integrados que adentro ya tienen el conversor, que es un chip. Hoy son muy caros, yo recomiendo comprar el conversor.

¿Qué aceptación tuvo entre las empresas de comunicación este cambio?
Los dos canales líderes en el país, como el 11 y el 13 habían invertido en una norma diferente. El 13 en la norma norteamericana y el 11 en la europea e hicieron lobby cada uno en su momento. Pero percibí que con mucha dignidad la radiodifusión privada aceptó que esta es la norma para digitalizar. Están entendiendo que es lo mejor y están esperando que liberemos el espectro de UHF para asignarle la frecuencia y empezar a digitalizar. Canal 9 está haciendo pruebas y los demás esperan la asignación de frecuencias.

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