BUENOS AIRES (ABA).- La categórica derrota del sábado que dejó a la Argentina fuera del mundial de Sudáfrica: ¿tendrá efectos negativos para los Kirchner?, ¿cómo impactará el 0-4 ante Alemania en el escenario político?
"Para el gobierno no fue ninguna buena noticia la eliminación del mundial, aunque los resultados deportivos producen lo que los sociólogos llamamos "efecto espuma", es decir de corto plazo", afirmó a "Río Negro" el titular de la consultora CEOP, Roberto Bacman.
Destacó que una foto de Cristina Kirchner con Diego Maradona y la copa del mundo hubiese sido redituable para la actual administración, pero solo si se la tomaba como un aspecto anexo, nunca determinante del éxito político.
Bacman recordó cuando en 1986 el equipo de Carlos Bilardo se consagró en el Mundial de México, y el entonces jefe de Estado Raúl Alfonsín recibió a la selección en la Casa Rosada con show incluido. "Los radicales se sintieron tocados por la varita mágica, pero en septiembre del año siguiente perdieron de manera rotunda en la provincia de Buenos Aires lo cual significó el principio del fin del alfonsinismo".
El analista Jorge Giacobbe también mencionó ese episodio y agregó como antecedente el uso que el proceso militar intentó hacer del mundial de 1978. "El punto a destacar es que la dirigencia que hoy gobierna, que repudió el intento de la dictadura de utilizar aquel mundial ahora quería hacer lo propio en su beneficio...En el 78 estos mismos muchachos hubieran opinado que es amoral usufructuar políticamente una victoria deportiva".
Bacman trajo a colación una encuesta de la firma a su cargo –de inicios de 2010– que reflejaba un bajo nivel de adhesión a la selección de Maradona (de un 42,7% mientras la de Marcelo Bielsa tuvo un 71% y la de José Pekerman el 65%), en tanto los indicadores de respaldo al gobierno sin ser altos en los últimos meses mejoraron. "No existe una relación directa, una consagración mundialista le da más oxígeno a un gobierno pero no produce milagros", señaló Bacman.
"Hay que entender que la política es magia y los políticos tienen a creer en cosas mágicas, no es exclusivo de este gobierno todos apuestan a algo que los rescate más allá de la gestión", apuntó Giacobbe. Lo que produjo la goleada en contra del fin de semana fue una aceleración de la agenda política.
Para la media de los argentinos el silbato final ya sonó. "Que no resulte extraño –concluyó Giacobbe– que en las próximas semanas la campaña electoral de cara al 2011 ya quede desplegada.
"Para el gobierno no fue ninguna buena noticia la eliminación del mundial, aunque los resultados deportivos producen lo que los sociólogos llamamos "efecto espuma", es decir de corto plazo", afirmó a "Río Negro" el titular de la consultora CEOP, Roberto Bacman.
Destacó que una foto de Cristina Kirchner con Diego Maradona y la copa del mundo hubiese sido redituable para la actual administración, pero solo si se la tomaba como un aspecto anexo, nunca determinante del éxito político.
Bacman recordó cuando en 1986 el equipo de Carlos Bilardo se consagró en el Mundial de México, y el entonces jefe de Estado Raúl Alfonsín recibió a la selección en la Casa Rosada con show incluido. "Los radicales se sintieron tocados por la varita mágica, pero en septiembre del año siguiente perdieron de manera rotunda en la provincia de Buenos Aires lo cual significó el principio del fin del alfonsinismo".
El analista Jorge Giacobbe también mencionó ese episodio y agregó como antecedente el uso que el proceso militar intentó hacer del mundial de 1978. "El punto a destacar es que la dirigencia que hoy gobierna, que repudió el intento de la dictadura de utilizar aquel mundial ahora quería hacer lo propio en su beneficio...En el 78 estos mismos muchachos hubieran opinado que es amoral usufructuar políticamente una victoria deportiva".
Bacman trajo a colación una encuesta de la firma a su cargo –de inicios de 2010– que reflejaba un bajo nivel de adhesión a la selección de Maradona (de un 42,7% mientras la de Marcelo Bielsa tuvo un 71% y la de José Pekerman el 65%), en tanto los indicadores de respaldo al gobierno sin ser altos en los últimos meses mejoraron. "No existe una relación directa, una consagración mundialista le da más oxígeno a un gobierno pero no produce milagros", señaló Bacman.
"Hay que entender que la política es magia y los políticos tienen a creer en cosas mágicas, no es exclusivo de este gobierno todos apuestan a algo que los rescate más allá de la gestión", apuntó Giacobbe. Lo que produjo la goleada en contra del fin de semana fue una aceleración de la agenda política.
Para la media de los argentinos el silbato final ya sonó. "Que no resulte extraño –concluyó Giacobbe– que en las próximas semanas la campaña electoral de cara al 2011 ya quede desplegada.
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