El director provincial de Ganadería, Martín Oscos, señaló a la agencia APP que “si bien en toda la provincia hay aparición de puma” los mayores daños sobre el ganado se están produciendo “en el departamento Adolfo Alsina, el área de Valcheta y hacia Ramos Mexía”. Indicó que, obviamente, los más perjudicados “son los productores de ovejas”.
Informó que por una ley un porcentaje del valor de las guías se orienta a la lucha contra las plagas e incluso en el caso de los pumas hay productores que “sobre los 500 pesos que se paga por animal, hacen un aporte adicional para estimular la caza”. Dijo a la agencia APP que hay que profundizar la agrupación de los productores, porque “para una lucha efectiva contra el puma se requiere organización y ser sistemáticos, ocupando áreas de alrededor de 50 mil hectáreas”.
Señaló Oscos que “en algunos campos es importante” el daño que provoca el puma y explicitó que “la lucha de un productor solo en su campo no le va a dar resultado si no logra hacerlo con sus vecinos”.
Indicó que “por la forma que se maneja el puma” tiene que haber una organización de productores para mitigar el daño del puma en el ganado.
Recordó que el puma “siempre fue una plaga importante en los departamentos del norte” de la provincia “junto con el zorro” y, en cierta medida, eso llevó “al cambio de explotación del ovino al bovino”.
Explicó a la agencia APP que ahora “las poblaciones han crecido relativamente”, sobre todo porque consecuencia de la sequía y la baja de stock “hay muchos campos vacíos; no me refiero sólo a vacíos de animales sino de gente y ya se sabe que el puma si hay movimiento en los campos tiende a alejarse, va a los lugares donde no tiene complicaciones”.
Informó a la agencia APP que “una leona con sus leoncitos ocupa un área de aproximadamente 50 mil hectáreas, con lo cual el control se tiene que hacer en un área muy importante. Por eso un solo productor, un solo propietario de campo, no puede abordar esta lucha, porque el puma pasa a los campos vecinos”.
Explicó que la provincia tiene una ley por la cual un porcentaje de lo que se paga por guía se dirige al combate de las plagas y en cuanto al puma “se abona al cazador 500 pesos por animal”, si bien los productores se han puesto de acuerdo y pagan un plus. Explicitó además que la provincia “da trampas de pumas a los productores en comodato”.
Dijo que se necesitan “más grupos” de productores y “con continuidad” para que el control sea efectivo, porque “nosotros podemos dar elementos pero ellos son los que controlan”.
Señaló a la agencia APP que hay que profundizar la agrupación de los productores, porque “para una lucha efectiva contra el puma se requiere organización y ser sistemáticos, ocupando áreas de alrededor de 50 mil hectáreas”. Destacó que “tenemos muchos grupos en el sur que están haciéndolo con muy buen resultado”. (APP)
Informó que por una ley un porcentaje del valor de las guías se orienta a la lucha contra las plagas e incluso en el caso de los pumas hay productores que “sobre los 500 pesos que se paga por animal, hacen un aporte adicional para estimular la caza”. Dijo a la agencia APP que hay que profundizar la agrupación de los productores, porque “para una lucha efectiva contra el puma se requiere organización y ser sistemáticos, ocupando áreas de alrededor de 50 mil hectáreas”.
Señaló Oscos que “en algunos campos es importante” el daño que provoca el puma y explicitó que “la lucha de un productor solo en su campo no le va a dar resultado si no logra hacerlo con sus vecinos”.
Indicó que “por la forma que se maneja el puma” tiene que haber una organización de productores para mitigar el daño del puma en el ganado.
Recordó que el puma “siempre fue una plaga importante en los departamentos del norte” de la provincia “junto con el zorro” y, en cierta medida, eso llevó “al cambio de explotación del ovino al bovino”.
Explicó a la agencia APP que ahora “las poblaciones han crecido relativamente”, sobre todo porque consecuencia de la sequía y la baja de stock “hay muchos campos vacíos; no me refiero sólo a vacíos de animales sino de gente y ya se sabe que el puma si hay movimiento en los campos tiende a alejarse, va a los lugares donde no tiene complicaciones”.
Informó a la agencia APP que “una leona con sus leoncitos ocupa un área de aproximadamente 50 mil hectáreas, con lo cual el control se tiene que hacer en un área muy importante. Por eso un solo productor, un solo propietario de campo, no puede abordar esta lucha, porque el puma pasa a los campos vecinos”.
Explicó que la provincia tiene una ley por la cual un porcentaje de lo que se paga por guía se dirige al combate de las plagas y en cuanto al puma “se abona al cazador 500 pesos por animal”, si bien los productores se han puesto de acuerdo y pagan un plus. Explicitó además que la provincia “da trampas de pumas a los productores en comodato”.
Dijo que se necesitan “más grupos” de productores y “con continuidad” para que el control sea efectivo, porque “nosotros podemos dar elementos pero ellos son los que controlan”.
Señaló a la agencia APP que hay que profundizar la agrupación de los productores, porque “para una lucha efectiva contra el puma se requiere organización y ser sistemáticos, ocupando áreas de alrededor de 50 mil hectáreas”. Destacó que “tenemos muchos grupos en el sur que están haciéndolo con muy buen resultado”. (APP)
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