El diputado del MPN, Darío Mattio, aseguró que el mejor candidato para el partido es Jorge Sapag y dijo que la interna debe ser "el último camino". Destacó la relación con el gobierno nacional.
A poco de 2011, Mattio destacó la gestión de Sapag y marcó una diferencia con Jorge Sobisch. (Bruno Tornini)
Por ROBERTO AGUIRRE
"Hay que hacer un acuerdo entre las partes y salir detrás de una figura que nos asegure la continuidad en el gobierno", sostuvo.
Neuquén > El diputado del MPN, Dario Mattio, es uno de los alfiles del gobernador Jorge Sapag en la Legislatura. Fue también un actor central en las negociaciones con los gremios a principio de año. En la antesala del año electoral y en diálogo con La Mañana, el legislador apoyó la candidatura del actual mandatario para una segunda gestión, apuntó sutilmente contra su antecesor en el cargo, Jorge Sobisch y aseguró que una interna deberá ser "el último camino".
¿Cómo ve el escenario para 2011?
Estamos convencidos que es necesaria una segunda etapa del gobierno de Jorge Sapag. Es la figura que más aglutina al afiliado y abre expectativas con los independientes. La primera etapa no fue fácil. Hubo que ordenar varias cosas que venían desordenadas de la gestión anterior y acomodar los números de la provincia. También se nos cruzó la crisis internacional. Pero los logros son varios. Renovamos el Tribunal Superior de Justicia, un mérito importante de esta gestión. También la renegociación de los contratos petroleros que, más allá de lo vapuleada que fue en su momento, terminó siendo un instrumento de desarrollo que nos permite tener obras en toda la provincia. Pudimos recomponer una relación con el gobierno nacional que venía fracturada, muy complicada desde la época del ex gobernador Jorge Sobisch. Resolvimos la situación de Zanon. Creo que avanzamos en muchos aspectos.
Más allá de la gestión, en el frente partidario hay una fuerte aparición de Sobisch…
Nuestro partido tiene la posibilidad de dirimir esta cuestión en la interna partidaria. Venimos de un proceso donde todos los sectores quedaron sentados en la mesa en la toma de decisiones. Lo vamos a ir resolviendo de la misma manera. Yo creo que Sobisch fue parte de una rica historia del MPN, pero me parece que el tiempo de Sobisch para una gestión, con mucho respeto, ya pasó. Nosotros visualizamos detrás de Sapag una nueva forma de hacer política.
¿Y cómo se refleja eso en lo electoral?
La gente lo está reconociendo. Hoy cualquier medición da claramente posicionado con una imagen positiva importante al gobernador Sapag, y esto no es casualidad, sino que se construye después de tres años de gestión.
¿Una interna con Sobisch no sería desgastante para la imagen de Sapag?
La interna debería ser el último camino, más allá de que es un instrumento consagrado. Hay que agotar todas las instancias. Hay que hacer un gran acuerdo entre las partes y salir detrás de una figura que nos asegure la continuidad en el gobierno de la provincia. Esa figura es Sapag. Pero me parece que en un gran acuerdo todos tenemos que tener espacio de participación y tenemos que evitar la interna. La interna moviliza al partido, pero dejaría heridas que no nos podemos permitir. Los márgenes con los cuales el MPN ha ganado elecciones los últimos años se fueron achicando y en frente tenemos en un espectro general a todos los partidos políticos que se fueron acomodando y tienen como enemigo común al MPN.
¿Cómo ve el posible armado de una coalición opositora y específicamente a Martín Farizano, el candidato que aspira a encabezarla?
Reconozco el crecimiento de Farizano, más allá de sus acciones de gobierno. Pero hay que proyectarse en el interior, que no es fácil. Nosotros con Sapag caminos la provincia durante varios años y Farizano en el contexto provincial no le va a ser fácil instalarse. Sin embargo, lo más complicado para él será cerrar su cuestión interna. Quiroga no está tranquilo ni quieto, tiene que cerrar con la gente de UNE; hay muchos factores que todavía no permiten consolidar a Farizano como “el referente” de ese arco opositor. Además hay una participación del gobierno nacional que va a determinar mucho quién será la figura emergente.
¿De qué forma le parece que jugará el kirchenirsmo a nivel local, atento a la cercanía que también mantiene con Sapag?
Creo que Sapag ha hecho todos los esfuerzos para recomponer y para consolidar la relación con gobierno nacional. Y esto lo hace caminar muy cerca del gobierno nacional. Hay que ver cómo se lee esto desde Nación. Si se le pregunta al gobierno nacional por un gobernador, en este caso Sapag, del MPN, y por un eventual gobernador del radicalismo o de un frente poco claro, yo no se si “los porotos” no sé pondrían del lado de Sapag. De todas formas queda mucho camino por desandar.
¿Qué análisis hace del gobierno nacional?
El gobierno nacional en muchos aspectos es una caja de sorpresas. Yo debo reconocer que con la aparición de los Kirchner mejoraron muchas cosas, hay otras que no tanto y hay otras que no comparto en lo más mínimo. A pesar de la buena voluntad de Sapag de acercarse, al menos institucionalmente, al gobierno nacional no fue fácil conseguir logros para la provincia de Neuquén. Uno no pide tratamiento preferencial, pero cuando queremos terminar de cristalizar obras como Chihuido, los planes de vivienda a veces se complican. O, para dar un caso que conozco de cerca, la terminal de Zapala que se anunció 20 veces y no se empezó nunca porque un funcionario caprichosamente mete el expediente tres estantes más debajo de la biblioteca.
A propósito de lo que mencionaba sobre “caminar la provincia”, ¿qué piensa de la aparición de los intendentes opositores, que reclaman más fondos?
El Gobierno siempre dio muestras concretas de querer construir desde el consenso. Me gustaría que el resto también lo haga. Que hoy los intendentes se junten para pedir una reforma de la ley de coparticipación me parece que da para pensar, porque todos saben cómo están los números de la provincia. Me parece que hay un reclamo político y esto tiene que ver con posicionamientos de cara a 2011.
¿Cree, como se afirma desde la oposición, que hay un éxodo de figuras del MPN?
Creo que la discusión hay que darla adentro del partido. Por eso tenemos tantos sectores adentro. Actitudes como la de Jorge Tobares, con el cual tengo buena relación, no dejan de sorprenderme porque uno no sabe dónde está parado. Y no es sólo él: aparece un Herminio Balda que hoy está con el MPN y después se saca una foto con Mansilla. Esto en las bases genera malestar.
¿Cómo repercute la agenda electoral en la Legislatura? ¿Habrá polarización?
No creo que haya sorpresas. Va a existir polarización entre MPN y la UCR, PJ y aliados. Hasta acá no impactó todavía el proceso electoral. Ojalá no repercuta de manera tal que dificulte la agenda legislativa en el tiempo que queda. Tenemos temas importantes como el Foro Educativo que requieren consenso.
Usted estuvo presente en varias negociaciones con los gremios. ¿Cómo será la relación en lo que queda del año y en 2011?
Creo que a partir de este año hemos sabido generar cierta confianza con los gremios. Sinceramos los números de la provincia. Este año fuimos resolviendo reclamos gremiales con mucho diálogo. Trabajamos para recomponer el salario de los neuquinos, pero no queremos comprometer los recursos de la provincia. Creo que vamos a tener un fin de año tranquilo con los gremios y seguramente nos sentaremos en noviembre para hacer un diagnóstico de situación.
A poco de 2011, Mattio destacó la gestión de Sapag y marcó una diferencia con Jorge Sobisch. (Bruno Tornini)
Por ROBERTO AGUIRRE
"Hay que hacer un acuerdo entre las partes y salir detrás de una figura que nos asegure la continuidad en el gobierno", sostuvo.
Neuquén > El diputado del MPN, Dario Mattio, es uno de los alfiles del gobernador Jorge Sapag en la Legislatura. Fue también un actor central en las negociaciones con los gremios a principio de año. En la antesala del año electoral y en diálogo con La Mañana, el legislador apoyó la candidatura del actual mandatario para una segunda gestión, apuntó sutilmente contra su antecesor en el cargo, Jorge Sobisch y aseguró que una interna deberá ser "el último camino".
¿Cómo ve el escenario para 2011?
Estamos convencidos que es necesaria una segunda etapa del gobierno de Jorge Sapag. Es la figura que más aglutina al afiliado y abre expectativas con los independientes. La primera etapa no fue fácil. Hubo que ordenar varias cosas que venían desordenadas de la gestión anterior y acomodar los números de la provincia. También se nos cruzó la crisis internacional. Pero los logros son varios. Renovamos el Tribunal Superior de Justicia, un mérito importante de esta gestión. También la renegociación de los contratos petroleros que, más allá de lo vapuleada que fue en su momento, terminó siendo un instrumento de desarrollo que nos permite tener obras en toda la provincia. Pudimos recomponer una relación con el gobierno nacional que venía fracturada, muy complicada desde la época del ex gobernador Jorge Sobisch. Resolvimos la situación de Zanon. Creo que avanzamos en muchos aspectos.
Más allá de la gestión, en el frente partidario hay una fuerte aparición de Sobisch…
Nuestro partido tiene la posibilidad de dirimir esta cuestión en la interna partidaria. Venimos de un proceso donde todos los sectores quedaron sentados en la mesa en la toma de decisiones. Lo vamos a ir resolviendo de la misma manera. Yo creo que Sobisch fue parte de una rica historia del MPN, pero me parece que el tiempo de Sobisch para una gestión, con mucho respeto, ya pasó. Nosotros visualizamos detrás de Sapag una nueva forma de hacer política.
¿Y cómo se refleja eso en lo electoral?
La gente lo está reconociendo. Hoy cualquier medición da claramente posicionado con una imagen positiva importante al gobernador Sapag, y esto no es casualidad, sino que se construye después de tres años de gestión.
¿Una interna con Sobisch no sería desgastante para la imagen de Sapag?
La interna debería ser el último camino, más allá de que es un instrumento consagrado. Hay que agotar todas las instancias. Hay que hacer un gran acuerdo entre las partes y salir detrás de una figura que nos asegure la continuidad en el gobierno de la provincia. Esa figura es Sapag. Pero me parece que en un gran acuerdo todos tenemos que tener espacio de participación y tenemos que evitar la interna. La interna moviliza al partido, pero dejaría heridas que no nos podemos permitir. Los márgenes con los cuales el MPN ha ganado elecciones los últimos años se fueron achicando y en frente tenemos en un espectro general a todos los partidos políticos que se fueron acomodando y tienen como enemigo común al MPN.
¿Cómo ve el posible armado de una coalición opositora y específicamente a Martín Farizano, el candidato que aspira a encabezarla?
Reconozco el crecimiento de Farizano, más allá de sus acciones de gobierno. Pero hay que proyectarse en el interior, que no es fácil. Nosotros con Sapag caminos la provincia durante varios años y Farizano en el contexto provincial no le va a ser fácil instalarse. Sin embargo, lo más complicado para él será cerrar su cuestión interna. Quiroga no está tranquilo ni quieto, tiene que cerrar con la gente de UNE; hay muchos factores que todavía no permiten consolidar a Farizano como “el referente” de ese arco opositor. Además hay una participación del gobierno nacional que va a determinar mucho quién será la figura emergente.
¿De qué forma le parece que jugará el kirchenirsmo a nivel local, atento a la cercanía que también mantiene con Sapag?
Creo que Sapag ha hecho todos los esfuerzos para recomponer y para consolidar la relación con gobierno nacional. Y esto lo hace caminar muy cerca del gobierno nacional. Hay que ver cómo se lee esto desde Nación. Si se le pregunta al gobierno nacional por un gobernador, en este caso Sapag, del MPN, y por un eventual gobernador del radicalismo o de un frente poco claro, yo no se si “los porotos” no sé pondrían del lado de Sapag. De todas formas queda mucho camino por desandar.
¿Qué análisis hace del gobierno nacional?
El gobierno nacional en muchos aspectos es una caja de sorpresas. Yo debo reconocer que con la aparición de los Kirchner mejoraron muchas cosas, hay otras que no tanto y hay otras que no comparto en lo más mínimo. A pesar de la buena voluntad de Sapag de acercarse, al menos institucionalmente, al gobierno nacional no fue fácil conseguir logros para la provincia de Neuquén. Uno no pide tratamiento preferencial, pero cuando queremos terminar de cristalizar obras como Chihuido, los planes de vivienda a veces se complican. O, para dar un caso que conozco de cerca, la terminal de Zapala que se anunció 20 veces y no se empezó nunca porque un funcionario caprichosamente mete el expediente tres estantes más debajo de la biblioteca.
A propósito de lo que mencionaba sobre “caminar la provincia”, ¿qué piensa de la aparición de los intendentes opositores, que reclaman más fondos?
El Gobierno siempre dio muestras concretas de querer construir desde el consenso. Me gustaría que el resto también lo haga. Que hoy los intendentes se junten para pedir una reforma de la ley de coparticipación me parece que da para pensar, porque todos saben cómo están los números de la provincia. Me parece que hay un reclamo político y esto tiene que ver con posicionamientos de cara a 2011.
¿Cree, como se afirma desde la oposición, que hay un éxodo de figuras del MPN?
Creo que la discusión hay que darla adentro del partido. Por eso tenemos tantos sectores adentro. Actitudes como la de Jorge Tobares, con el cual tengo buena relación, no dejan de sorprenderme porque uno no sabe dónde está parado. Y no es sólo él: aparece un Herminio Balda que hoy está con el MPN y después se saca una foto con Mansilla. Esto en las bases genera malestar.
¿Cómo repercute la agenda electoral en la Legislatura? ¿Habrá polarización?
No creo que haya sorpresas. Va a existir polarización entre MPN y la UCR, PJ y aliados. Hasta acá no impactó todavía el proceso electoral. Ojalá no repercuta de manera tal que dificulte la agenda legislativa en el tiempo que queda. Tenemos temas importantes como el Foro Educativo que requieren consenso.
Usted estuvo presente en varias negociaciones con los gremios. ¿Cómo será la relación en lo que queda del año y en 2011?
Creo que a partir de este año hemos sabido generar cierta confianza con los gremios. Sinceramos los números de la provincia. Este año fuimos resolviendo reclamos gremiales con mucho diálogo. Trabajamos para recomponer el salario de los neuquinos, pero no queremos comprometer los recursos de la provincia. Creo que vamos a tener un fin de año tranquilo con los gremios y seguramente nos sentaremos en noviembre para hacer un diagnóstico de situación.
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