Se desarrolló con éxito la XXII edición de las Mil Millas Sport de la República Argentina. Participaron más de 150 automóviles de distintas partes del mundo que hoy vuelven a sus hogares. Ayer se realizó una gran fiesta, por la tarde, en el Centro Cívico, tras el desarrollo de la tercera etapa, por la zona de Circuito Chico y Arelauquen hasta llegar a El Bolsón. Por la noche, restaba la cena de Camadarería y entrega de premios. Fotos de Alejandra Bartoliche. Finalmente concluyó la XXII de las Mil Millas Sport, que se desarrolló desde el 24 de noviembre. Gran cantidad de turistas y residentes disfrutaron al observar los autos clásicos que durante cuatro días recorrieron las rutas de la zona.
Participaron más de 150 automóviles con sus respectivos pilotos y copilotos provenientes de diferentes partes del mundo como Rusia, Sudáfrica, Canadá, Alemania, Estados Unidos, Italia, Francia, Bélgica, Suiza, Reino Unido, Paraguay y Argentina.
Los autos más destacados fueron el Peugeot 1920, dos Bugatti, una Ferrari 275 GTB 4 y una 365 GTB/4 Daytona. También un Alvis TD 21, y dos Vintage Bentley.
Las Mil Millas Sport de la República Argentina comenzó a recorrerse en el año 1989 organizada por el Club de Automóviles Sport. Actualmente, el evento ya forma parte del calendario mundial de la Fiva y su importancia es de nivel internacional.
En la primera etapa los autos recorrieron la estepa patagónica. Muy temprano partieron rumbo al punto más lejando, San Martín de los Andes. En esta ocasión, acompañó el sol y la buena temperatura, a diferencia de lo que ocurrió en ediciones anteriores. Esta fue la etapa más larga, pero sin embargo los nobles metales demostraron estar a la altura de las circunstancias, ya que no se produjeron demasiadas bajas. Almorzaron en el Regimiento de Caballería de Montaña 4 de San Martín de los Andes, y luego emprendieron el regreso para completar un total de 25 pruebas cronometradas.
La segunda etapa llevó a Chile, pasando por Villa la Angostura, admirando la cordillera. El objetivo era el Hotel Termas de Puyehue, en el vecino país. Tradicionalmente, esta etapa es sinónimo de lluvia, frío, mal tiempo en general, lo cual siempre significa una dificultad mayor para los participantes, pero este año, nuevamente el sol estuvo presente.
Luego siguió El Bolsón, donde se apreciaron los bosques sureños en toda su plenitud, en un camino que no tiene desperdicio. Por la noche, en la cena de gala, recién se darían a conocer los resultados.
Participaron más de 150 automóviles con sus respectivos pilotos y copilotos provenientes de diferentes partes del mundo como Rusia, Sudáfrica, Canadá, Alemania, Estados Unidos, Italia, Francia, Bélgica, Suiza, Reino Unido, Paraguay y Argentina.
Los autos más destacados fueron el Peugeot 1920, dos Bugatti, una Ferrari 275 GTB 4 y una 365 GTB/4 Daytona. También un Alvis TD 21, y dos Vintage Bentley.
Las Mil Millas Sport de la República Argentina comenzó a recorrerse en el año 1989 organizada por el Club de Automóviles Sport. Actualmente, el evento ya forma parte del calendario mundial de la Fiva y su importancia es de nivel internacional.
En la primera etapa los autos recorrieron la estepa patagónica. Muy temprano partieron rumbo al punto más lejando, San Martín de los Andes. En esta ocasión, acompañó el sol y la buena temperatura, a diferencia de lo que ocurrió en ediciones anteriores. Esta fue la etapa más larga, pero sin embargo los nobles metales demostraron estar a la altura de las circunstancias, ya que no se produjeron demasiadas bajas. Almorzaron en el Regimiento de Caballería de Montaña 4 de San Martín de los Andes, y luego emprendieron el regreso para completar un total de 25 pruebas cronometradas.
La segunda etapa llevó a Chile, pasando por Villa la Angostura, admirando la cordillera. El objetivo era el Hotel Termas de Puyehue, en el vecino país. Tradicionalmente, esta etapa es sinónimo de lluvia, frío, mal tiempo en general, lo cual siempre significa una dificultad mayor para los participantes, pero este año, nuevamente el sol estuvo presente.
Luego siguió El Bolsón, donde se apreciaron los bosques sureños en toda su plenitud, en un camino que no tiene desperdicio. Por la noche, en la cena de gala, recién se darían a conocer los resultados.
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