
Ante una multitud Almafuerte demolió Complejo Bloke, donde Ricardo Iorio tuvo tiempo de homenajear a V8 y Hermética.
NeuquĆ©n > Una parte de la sociedad observa a Ricardo Iorio de costado. Toma distancia. Y hasta a veces se puede llegar a horrorizar ante su filosa lengua. Que si bien en ocasiones es incomprensible e irrita con sus palabras, tambiĆ©n suelta y se despacha con verdades. Porque Ricardo Iorio canta con el corazón. No anda con vueltas ni chiquitajes. Entonces, este hombre frontal, sanguĆneo, que siempre evoca a JosĆ© Larralde, se encarga de que esa horda de “descamisados de remeras negras” se sienta identificado con su sentir. Por eso, el pueblo heavy de NeuquĆ©n y RĆo Negro, cada vez que Iorio y su banda Almafuerte visitan estos pagos, sale a respaldarlo y lo acompaƱan a levantar bien alto la bandera del metal, ademĆ”s de comunicarle que es lo mĆ”s grande del heavy nacional.
Esta vez la gran reunión con el caudillo tuvo como escenario Complejo Bloke, donde el último viernes mÔs de dos mil personas se abrazaron y convivieron felizmente atravesando diferentes estados de Ônimos, que tuvo su punto mÔximo con un tributo a los histórico V8 y Hermética. Dos de los exponentes mÔs grandes de los que Iorio fue parte fundacional.
“Pensando en llegar” sirvió para la apertura de un poderoso show, que segĆŗn las palabras de un fiel soldado fue “el mejor de todos los que dio la banda”, desde aquella visita hace dos aƱos atrĆ”s al estadio Ruca Che despuĆ©s de una espera de 10 aƱos.
Presencia fuerte en escena y voz rasposa Iorio recorrió toda la impronta rural-criolla con su fuerte crĆtica social. “Convide rutero”, “NiƱo jefe”, “Toro y pampa”, “La maquina de pica carne”, “Almafuerte”, “Triunfo”, todos clĆ”sicos infaltables, desfilaron uno tras otros bajo el despliegue arrollador del Tano Marciello, una pieza fundamental en el sonido de Almafuerte.
Poco acostumbrado a traer su pasado –algo de lo que reniega cuando se le pregunta sobre sus antiguas bandas- en esta etapa Iorio decidió brindar un sentido homenaje a sus ex criaturas que incluyó “Deseando destruir y matar”, “Cautivo de un sistema”, “Muy cansado estoy” (V8), “Del camionero”, “OlvĆdalo, volverĆ” por mĆ”s” y “Cuando duerme la ciudad” (HermĆ©tica).
PuƱos en alto, abrazos fundidos, energĆa y mucha carga emocional hizo que “A vos amigo” tenga un cierre hermanado para librar otra batalla en un reducto poco habitual para el heavy, donde suena el funesto Papa Americano.
NeuquĆ©n > Una parte de la sociedad observa a Ricardo Iorio de costado. Toma distancia. Y hasta a veces se puede llegar a horrorizar ante su filosa lengua. Que si bien en ocasiones es incomprensible e irrita con sus palabras, tambiĆ©n suelta y se despacha con verdades. Porque Ricardo Iorio canta con el corazón. No anda con vueltas ni chiquitajes. Entonces, este hombre frontal, sanguĆneo, que siempre evoca a JosĆ© Larralde, se encarga de que esa horda de “descamisados de remeras negras” se sienta identificado con su sentir. Por eso, el pueblo heavy de NeuquĆ©n y RĆo Negro, cada vez que Iorio y su banda Almafuerte visitan estos pagos, sale a respaldarlo y lo acompaƱan a levantar bien alto la bandera del metal, ademĆ”s de comunicarle que es lo mĆ”s grande del heavy nacional.
Esta vez la gran reunión con el caudillo tuvo como escenario Complejo Bloke, donde el último viernes mÔs de dos mil personas se abrazaron y convivieron felizmente atravesando diferentes estados de Ônimos, que tuvo su punto mÔximo con un tributo a los histórico V8 y Hermética. Dos de los exponentes mÔs grandes de los que Iorio fue parte fundacional.
“Pensando en llegar” sirvió para la apertura de un poderoso show, que segĆŗn las palabras de un fiel soldado fue “el mejor de todos los que dio la banda”, desde aquella visita hace dos aƱos atrĆ”s al estadio Ruca Che despuĆ©s de una espera de 10 aƱos.
Presencia fuerte en escena y voz rasposa Iorio recorrió toda la impronta rural-criolla con su fuerte crĆtica social. “Convide rutero”, “NiƱo jefe”, “Toro y pampa”, “La maquina de pica carne”, “Almafuerte”, “Triunfo”, todos clĆ”sicos infaltables, desfilaron uno tras otros bajo el despliegue arrollador del Tano Marciello, una pieza fundamental en el sonido de Almafuerte.
Poco acostumbrado a traer su pasado –algo de lo que reniega cuando se le pregunta sobre sus antiguas bandas- en esta etapa Iorio decidió brindar un sentido homenaje a sus ex criaturas que incluyó “Deseando destruir y matar”, “Cautivo de un sistema”, “Muy cansado estoy” (V8), “Del camionero”, “OlvĆdalo, volverĆ” por mĆ”s” y “Cuando duerme la ciudad” (HermĆ©tica).
PuƱos en alto, abrazos fundidos, energĆa y mucha carga emocional hizo que “A vos amigo” tenga un cierre hermanado para librar otra batalla en un reducto poco habitual para el heavy, donde suena el funesto Papa Americano.
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