De paso por el sur lleguĆ© hasta el hogar de Adri y Dani y sus hijos, una familia hermosa que me abriĆ³ las puertas de su hogar para alojarme en El BolsĆ³n, un pueblo a 1695 km de Buenos Aires. Desde ahĆ y durante una semana pude adentrarme por una maravillosa geografĆa donde la noche llega cerca de las 10:30 p.m.
Se trata de la Patagonia andina, una regiĆ³n que abarca un grupo de provincias al sur del paĆs, un territorio de una diversidad natural de paisajes y especies como quizĆ”s no exista en ningĆŗn otro lugar del planeta.
Varios lagos bautizados con nombres originarios en lengua mapuche o con el apellido de algĆŗn explorador, son unos de los principales atractivos patagĆ³nicos. Las aguas cristalinas y con temperaturas muy bajas, descienden del deshielo de La Cordillera de los Andes que marca el lĆmite entre Argentina y Chile.
Por esos dĆas mi cĆ”mara era como un boomerang que, lanzado hacia todas los puntos cardinales una y otra vez, regresaba cargada de imĆ”genes que testimoniaban que un lugar asĆ existe en la tierra y que no era un sueƱo. Como nunca antes quedĆ© enamorado de la luz que en verano baƱa estos parajes patagĆ³nicos.
Pero otras sorpresas tuve por esas tierras que tocan casi el fin del continente o el principio, segĆŗn miremos a nuestra AmĆ©rica. Un dĆa encontrĆ© a un argentino paseando con una camiseta del equipo de bĆ©isbol de Santiago de Cuba. ¡IncreĆble! Y, la noche antes de partir de El BolsĆ³n, me invitaron a una fiesta de cumpleaƱos en un bar llamado “A la par”. Tremenda sorpresa: la cumpleaƱera, una argentina, es amante de la salsa y baila casino de maravillas. Y asĆ, a ritmo de Los Van Van colguĆ© la cĆ”mara y guarachar.
Se trata de la Patagonia andina, una regiĆ³n que abarca un grupo de provincias al sur del paĆs, un territorio de una diversidad natural de paisajes y especies como quizĆ”s no exista en ningĆŗn otro lugar del planeta.
Varios lagos bautizados con nombres originarios en lengua mapuche o con el apellido de algĆŗn explorador, son unos de los principales atractivos patagĆ³nicos. Las aguas cristalinas y con temperaturas muy bajas, descienden del deshielo de La Cordillera de los Andes que marca el lĆmite entre Argentina y Chile.
Por esos dĆas mi cĆ”mara era como un boomerang que, lanzado hacia todas los puntos cardinales una y otra vez, regresaba cargada de imĆ”genes que testimoniaban que un lugar asĆ existe en la tierra y que no era un sueƱo. Como nunca antes quedĆ© enamorado de la luz que en verano baƱa estos parajes patagĆ³nicos.
Pero otras sorpresas tuve por esas tierras que tocan casi el fin del continente o el principio, segĆŗn miremos a nuestra AmĆ©rica. Un dĆa encontrĆ© a un argentino paseando con una camiseta del equipo de bĆ©isbol de Santiago de Cuba. ¡IncreĆble! Y, la noche antes de partir de El BolsĆ³n, me invitaron a una fiesta de cumpleaƱos en un bar llamado “A la par”. Tremenda sorpresa: la cumpleaƱera, una argentina, es amante de la salsa y baila casino de maravillas. Y asĆ, a ritmo de Los Van Van colguĆ© la cĆ”mara y guarachar.
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