Fue una diferencia holgada, más de la que el propio oficialismo esperaba. La contundente victoria aclara el panorama político, y deja plantado un escenario con el MPN muy fortalecido para las elecciones generales, que serán convocadas rápidamente.
El gobernador Jorge Sapag en el momento de emitir su voto (foto prensa partidaria)
Jorge Sapag le ganó con holgura a Jorge Sobisch. Será, pues, junto a Ana Pechen, el candidato a la reelección en Neuquén, por el MPN. El resultado fue contundente a su favor. Tanto, que Sobisch reconoció la derrota tempranamente, antes que el escrutinio oficial avanzara en un porcentaje de mesas que en otras circunstancias se hubieran estimado como prudentes.
La diferencia quedó en los 27 puntos entre la Azul y la Blanca. Todos los pronósticos de elección reñida, disputada, peleada voto a voto, se desvanecieron en el aire categórico de los cuartos oscuros. Desde este punto, fue una elección con algo de sorpresa. La diferencia fue holgada, más tal vez que la que el propio oficialismo había estimado.
El gobernador Sapag sale de estos comicios enormemente fortalecido. Su rival, presidente del partido, queda debilitado. El rol de Sapag así comienza a asumir condiciones de liderazgo más afirmado hacia adentro del partido, y también hacia la sociedad. Ha sido una elección que movilizó a miles de neuquinos, y esa aceleración y empuje puede trasladarse a la elección general, que ahora será inmediatamente convocada por el gobierno.
Sobisch, desde su imprenta La Gráfica, llamó por teléfono a Sapag para aceptar la derrota y transmitir que acompañará al gobierno en su puja por la reelección. ¿Qué será ahora de quien sigue siendo presidente del MPN? Es difícil anticiparlo: ha sido una derrota dura, terminante, prácticamente definitiva.
Sapag tiene ahora un horizonte político muy despejado. Puede cimentar con tranquilidad sus relaciones políticas hacia afuera, perseverando en su cercanía con el gobierno de Cristina Fernández. Su proyección inmediata indica que vaciará de respaldo kirchnerista masivo al candidato de la UCR, aspirante a una coalición, Martín Farizano.
El MPN, como se preveía, sale fortalecido. Su propuesta de continuidad ha sido avalada con la misma fórmula que lo representó en el 2007. Es una señal poderosa. La oposición al partido provincial deberá transpirar mucho la camiseta en la dura contienda que se avecina.
Rubén Boggi
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