Los gremios estatales juegan sus cartas teniendo muy en cuenta la coyuntura. ATE anticipó otro paro para el miércoles que viene. El gobierno trabaja en una propuesta superadora. Todos piensan en el 12 de junio. La marcha de los estatales de CTA, este viernes (foto Matías Subat-patagonia foto press)
La presión sindical electoral sobre el gobierno de Jorge Sapag aumenta, con el impulso preferencial de la CTA, con ATE como gremio ejecutor de medidas de fuerza.
El mismo día en que Hugo Moyano acompañado del gabinete nacional refrendó el protagonismo sindical en la política argentina, los representantes sindicales de ATE en Neuquén, en las antípodas del camionero, reafirmaron que el reino de las maravillas pintado para la Argentina por Moyano no describe a Neuquén. Criticaron duramente al gobierno de Sapag y por ende a su intención reeleccionista; y anticiparon que seguirán las medidas de fuerza, con un paro para el miércoles de la semana próxima.
La movilización de ATE, con fuerte presencia de la rama Salud, no fue importante en número este viernes. Pero sí sirvió para probar que la posición del sector gremial hacia el gobierno neuquino, en estas instancias, es de apriete. Se calificó de “insulto” al ofrecimiento del 11 por ciento aportado por el gobierno el miércoles; y se reafirmó que por el lado sindical solo cabe esperar medidas de fuerza, porque “la pelota” está del lado del gobierno.
Esto implica que se espera una oferta superadora, que de hecho el gobierno está dispuesto a hacer. Por encima del 11 por ciento, no cabe esperar que se mejore en mucho ese porcentaje. Se especulaba que tal vez podría llegar al 15. Con algunas que otras artimañas negociadoras, como una nueva fragmentación en mesas de negociación por sectores, el gobierno espera calmar los ánimos electoralmente caldeados.
Entre lunes y miércoles de la semana próxima, el gobierno emitiría alguna señal a los sindicatos. Esperan no solo ATE, lógicamente. Ya UPCN había intimado a una nueva propuesta no más allá del martes. Viales también, pero para el lunes. Y los maestros quieren una reunión aparte, para considerar su particular visión del incremento salarial, que se complementa con lo ya recibido en diciembre del año pasado.
La presión, es factible, se mantendrá durante buena parte de mayo, sea cual sea la metodología que se aplique por las partes. El conflicto es inherente a la circunstancia electoral. No solo porque la piel política se pone más delicada; sino también porque hay intención electoral en algunos sectores gremiales, que juegan representación propia en las elecciones del 12 de junio.
La presión sindical electoral sobre el gobierno de Jorge Sapag aumenta, con el impulso preferencial de la CTA, con ATE como gremio ejecutor de medidas de fuerza.
El mismo día en que Hugo Moyano acompañado del gabinete nacional refrendó el protagonismo sindical en la política argentina, los representantes sindicales de ATE en Neuquén, en las antípodas del camionero, reafirmaron que el reino de las maravillas pintado para la Argentina por Moyano no describe a Neuquén. Criticaron duramente al gobierno de Sapag y por ende a su intención reeleccionista; y anticiparon que seguirán las medidas de fuerza, con un paro para el miércoles de la semana próxima.
La movilización de ATE, con fuerte presencia de la rama Salud, no fue importante en número este viernes. Pero sí sirvió para probar que la posición del sector gremial hacia el gobierno neuquino, en estas instancias, es de apriete. Se calificó de “insulto” al ofrecimiento del 11 por ciento aportado por el gobierno el miércoles; y se reafirmó que por el lado sindical solo cabe esperar medidas de fuerza, porque “la pelota” está del lado del gobierno.
Esto implica que se espera una oferta superadora, que de hecho el gobierno está dispuesto a hacer. Por encima del 11 por ciento, no cabe esperar que se mejore en mucho ese porcentaje. Se especulaba que tal vez podría llegar al 15. Con algunas que otras artimañas negociadoras, como una nueva fragmentación en mesas de negociación por sectores, el gobierno espera calmar los ánimos electoralmente caldeados.
Entre lunes y miércoles de la semana próxima, el gobierno emitiría alguna señal a los sindicatos. Esperan no solo ATE, lógicamente. Ya UPCN había intimado a una nueva propuesta no más allá del martes. Viales también, pero para el lunes. Y los maestros quieren una reunión aparte, para considerar su particular visión del incremento salarial, que se complementa con lo ya recibido en diciembre del año pasado.
La presión, es factible, se mantendrá durante buena parte de mayo, sea cual sea la metodología que se aplique por las partes. El conflicto es inherente a la circunstancia electoral. No solo porque la piel política se pone más delicada; sino también porque hay intención electoral en algunos sectores gremiales, que juegan representación propia en las elecciones del 12 de junio.
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