Ofrece su vientre en alquiler por falta de trabajo - Piedra OnLine

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domingo, 3 de abril de 2011

Ofrece su vientre en alquiler por falta de trabajo


Tiene 20 aƱos, reside en Bariloche y publicĆ³ un aviso en una pĆ”gina web. Vive en una casilla en El Alto junto a su hija de dos aƱos, su madre y tres hermanas. Afirma que no consigue empleo y necesita un medio de sustento.
Por Jorge Villalobos

Antonella W. publicĆ³ el aviso la semana pasada, aunque nadie llamĆ³ por tĆ©lefono. AdmitiĆ³ que fue una decisiĆ³n difĆ­cil.

Bariloche > El clasificado era breve. Casi imperceptible para un apurado lector. “Con seriedad y respeto alquilo mi vientre por motivos econĆ³micos”, decĆ­a mĆ”s o menos el texto, recordĆ³ Antonella W.
AdmitiĆ³ que fue una decisiĆ³n difĆ­cil animarse a publicarlo la semana pasada en un portal de esta ciudad. Pero no fue apresurada. Antonella contĆ³ que es una idea que le venĆ­a dando vueltas en la cabeza desde hace por lo menos dos aƱos, cuando vivĆ­a en Buenos Aires.
El caso se conociĆ³ esta semana en Radio 6, donde sorprendidos tomaron nota del clasificado. La chica explicĆ³ al aire algunas de sus razones, pidiĆ³ trabajo y dejĆ³ su celular. “Nadie me llamĆ³”, afirmĆ³ el viernes en diĆ”logo con La MaƱana que la ubicĆ³ para conocer su historia.
Antonella llegĆ³ hace tres meses a Bariloche, con su pequeƱa hija de 2 aƱos, escapando de la falta de trabajo y de oportunidades en Buenos Aires. Pero el reencuentro con esta ciudad turĆ­stica, de fuertes contrastes sociales, no ha sido fĆ”cil.
La joven naciĆ³ en Bariloche hace 20 aƱos. Pero no conoce a nadie. Tampoco ha tenido fortuna hasta ahora en esta ciudad.
RecordĆ³ que su madre decidiĆ³ regresar a Buenos Aires cuando ella era una niƱa, tras separarse de su padre. Antonella nunca lo nombrĆ³ en la entrevista.
“Me criĆ© en Buenos Aires y a los 13 aƱos me fui de la casa por problemas con mi vieja”, contĆ³. ViviĆ³ varios aƱos con familiares.
Su madre decidiĆ³ hace unos aƱos regresar a Bariloche, con sus tres hermanos mĆ”s pequeƱos. Antonella se quedĆ³ en Buenos Aires. A los 17 pensĆ³ que habĆ­a encontrado la felicidad. QuedĆ³ embarazada y se fue a vivir con su pareja a la casa de sus suegros. NaciĆ³ su hija, Sabrina, y se ilusionĆ³ con que su vida cambiaba de rumbo. Pero los problemas volvieron y la pareja se rompiĆ³.

Retorno
VolviĆ³, con su pequeƱa, a vivir con una tĆ­a. Pero se sentĆ­a sola y decidiĆ³ regresar a Bariloche.
Viven en una pequeƱa casilla de madera que su madre levantĆ³ como pudo, a pocos metros de una pendiente pronunciada, en la zona del Alto. El lote no estĆ” regularizado y sĆ³lo tienen agua y luz.
El viento y el frĆ­o se filtran con facilidad por la dĆ©bil estructura. Pero la casilla ya soportĆ³ nevadas y la crudeza de inviernos pasados.
Antonella tomĆ³ la decisiĆ³n de publicar el aviso de que alquilaba su vientre hace pocos dĆ­as. “No tengo trabajo, no tengo ningĆŗn ingreso y tampoco el papĆ” de mi nena aporta”, advirtiĆ³. “Es una decisiĆ³n dura”, reconociĆ³. “Pero estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por mi hija”.
“Lo pensaba estando en Buenos Aires, porque allĆ” se ve eso”, relatĆ³. “Cansa llegar a fin de mes y no tener paƱales, ni leche a veces. Por eso salgo a pedir, me pongo a juntar cobre, vendo lo que sea, ropa a veces”, explicĆ³.
“Mi mamĆ” me dice que piense bien lo que estoy diciendo. Pero yo creo que no es algo malo. AdemĆ”s, harĆ­a algo bien por otras personas”, reflexionĆ³.
AdmitiĆ³ que lo harĆ­a a cambio de una casa o por lo menos la plata. “Mi sueƱo es tener una casa donde podamos estar con mi hija, tranquilas. Nada mĆ”s”, asegurĆ³ Antonella.
Pero afirmĆ³ que si le sale un trabajo no lo harĆ­a. “Me gustarĆ­a trabajar y salir adelante”, sostuvo. “SĆ© peluquerĆ­a, puedo ser moza, hacer limpieza, de empleada domĆ©stica”, seƱalĆ³.
Pero nadie llama durante la entrevista. Ni por su clasificado ni por los currĆ­culum que ha dejado en varios lugares.
“¡Cualquier cosa te llamo! te dicen siempre y nunca llaman”, indicĆ³, con fastidio.

Desempleo
La desocupaciĆ³n golpea a los jĆ³venes con fuerza en esta ciudad. Un relevamiento que realizĆ³ en diciembre el Centro de Estudios Regionales de la Universidad FASTA, junto con el Grupo Nutriente Sur, determinĆ³ que el desempleo en mujeres de hasta 25 aƱos llegaba hasta el 36,1 por ciento entre las jĆ³venes. (Ver aparte)
Antonella sĆ³lo terminĆ³ la primaria. Cuando intentĆ³ emprender la secundaria se quedĆ³ embarazada. No estĆ” arrepentida. Su hija es lo mejor que le pasĆ³ en la vida.
“SĆ© que estudiando se puede salir adelante, pero ¿en cuĆ”ntos aƱos?”, se preguntĆ³. “Ahora no estoy aportando nada en mi casa”. Su madre es la Ćŗnica que sostiene a la familia, con las horas que le pagan por cuidar a un anciano.
ComentĆ³ que es duro “rebuscĆ”rsela” en Bariloche. Pero dijo que estĆ” mĆ”s tranquila que viviendo en Buenos Aires. “AllĆ” te matan por un par de zapatillas”, afirmĆ³. “AdemĆ”s ya me habĆ­an robado”.
Antonella reconociĆ³ que pensĆ³ en poner el clasificado en otras pĆ”ginas. Pero duda. Quiere armar una pieza donde pueda estar con su hija, al lado de la casilla de su madre. La junta vecinal le dio unas maderas, pero no alcanzan. Tampoco tiene piso. Pero la quiere terminar antes del invierno.
Observa con su hija el horizonte y sonrĆ­en cuando se miran a los ojos. Sabrina no suelta su mamadera. Y el viento anuncia que se viene otra noche frĆ­a sobre Bariloche. “Quiero que ella estĆ© bien, que tenga todo lo que yo no tuve. Quiero que haga lo que yo no pude hacer, como patinaje”, sueƱa Antonella. “Es lo mejor que me ha pasado”, afirma. “SĆ© que tengo que luchar por alguien, porque no estoy sola”.

Alto desempleo en mujeres jĆ³venes

El relevamiento que realizĆ³ entre el 17 y 29 de diciembre el Centro de Estudios Regionales de la Universidad FASTA de Bariloche y el Grupo Nutriente Sur revelĆ³ que la tasa de desempleo en los jĆ³venes de esa ciudad alcanza el 26,4%.
AsĆ­ lo informĆ³ ayer el director del Centro, Hugo Monasterio, quien seƱalĆ³ que el dato surgiĆ³ de las 244 entrevistas que realizaron a jĆ³venes de hasta 25 aƱos.
SeƱalĆ³ que el desempleo en mujeres de esa edad que estĆ”n en actividad llegĆ³ al 36,1% y en varones alcanzĆ³ el 18,4%.
ComentĆ³ que entre los jĆ³venes (varones y mujeres) de hasta 25 aƱos que tienen trabajo, el 37,3% tenĆ­a empleo formal, mientras que el 24,6% era semiformal y el 38,10% trabajaba en negro.
Monasterio advirtiĆ³ que de los jĆ³venes entrevistados, el 35,7% explicĆ³ que la falta de trabajo se debĆ­a a la poca capacitaciĆ³n laboral, el 7,1% por tener una formaciĆ³n distinta a la que la empresa necesitaba y el resto por crisis econĆ³mica.
Sostuvo que casi todos los jĆ³venes desempleados tuvieron que abandonar el secundario o que directamente nunca lo empezaron.

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