SerĆ” mĆ”s fuerte la influencia del triunfo del MPN en el escenario provincial, que si hubiera ganado el oficialismo local. ¿HabrĆ” revisión de estrategias electorales en el Frente, cuando aĆŗn hay tiempo para el 12 de junio?
El MPN consiguió este domingo una victoria, en Chos Malal, que es determinante en el proceso de la actual campaña electoral rumbo a las provinciales del 12 de junio.
Es asĆ porque los propios autores polĆticos instalaron como un caso testigo la prueba electoral que consagró al diputado provincial Rolando Figueroa como nuevo intendente, desplazando de su propósito de reelección al peronista Carlos Lator. El MPN necesitaba ganar para probar que puede “recuperar” municipios en manos de la oposición; y el Frente necesitaba, tal vez con mayor importancia todavĆa, un triunfo, para acentuar su ascenso en las encuestas y descontarle puntos a Sapag-Pechen.
Hubo en Chos Malal una polarización casi absoluta entre estas dos propuestas. Ni Libres del Sur ni la Coalición CĆvica-ARI movieron la aguja.
El resultado precipita, a poco mĆ”s de un mes de las elecciones provinciales, una rĆ”pida introspección en los partidos polĆticos intervinientes, que devendrĆ” en necesarios reacomodos de la campaƱa. Por lo menos, asĆ serĆ” en las filas del Frente Neuquino que encabezan MartĆn Farizano y Nanci Parrilli.
Toda la carga positiva y hasta eufórica que se habĆa armado a partir del aplastante triunfo conseguido en Cutral Co, con Ramón Rioseco, y con un MPN en una insólita no presentación de candidato a intendente, se transforma ahora rĆ”pidamente en un gran signo de preocupación, en la prueba irrefutable de que el partido provincial no solo conserva su poderĆo, sino que de alguna manera (siempre misteriosa para la oposición) se las ha arreglado para renovar expectativas positivas.
Sin embargo, lo ocurrido en Chos Malal no deberĆa extrapolarse mecĆ”nicamente al nivel provincial.
En primer lugar, no estĆ” probado que se dĆ© en la provincia una polarización tan cerrada como la que se ha dado en Chos Malal. Aunque indudablemente es la tendencia, por propia decisión de las fuerzas polĆticas que se han concentrado en el Frente Neuquino, juegan otros actores, con otra influencia en distritos clave.
La aparición o no de un “tercer factor” en NeuquĆ©n estĆ” latente a partir del acuerdo Coalición CĆvica-UCR no K.
No parece este factor suficiente como para romper una polarización en la carrera por la gobernación. Pero sà puede alterar la composición de la Legislatura, que serÔ, por otra parte, imposible de predecir en función de la gran cantidad de listas colectoras.
El caso Chos Malal impacta fuerte en la semana que comienza. El Frente Neuquino tendrƔ que revisar algunas de sus estrategias de campaƱa. El MPN evidenciarƔ sin duda un espaldarazo de confianza, ratificando lo que palpitaba ya en las encuestas previas.
RubƩn Boggi
El MPN consiguió este domingo una victoria, en Chos Malal, que es determinante en el proceso de la actual campaña electoral rumbo a las provinciales del 12 de junio.
Es asĆ porque los propios autores polĆticos instalaron como un caso testigo la prueba electoral que consagró al diputado provincial Rolando Figueroa como nuevo intendente, desplazando de su propósito de reelección al peronista Carlos Lator. El MPN necesitaba ganar para probar que puede “recuperar” municipios en manos de la oposición; y el Frente necesitaba, tal vez con mayor importancia todavĆa, un triunfo, para acentuar su ascenso en las encuestas y descontarle puntos a Sapag-Pechen.
Hubo en Chos Malal una polarización casi absoluta entre estas dos propuestas. Ni Libres del Sur ni la Coalición CĆvica-ARI movieron la aguja.
El resultado precipita, a poco mĆ”s de un mes de las elecciones provinciales, una rĆ”pida introspección en los partidos polĆticos intervinientes, que devendrĆ” en necesarios reacomodos de la campaƱa. Por lo menos, asĆ serĆ” en las filas del Frente Neuquino que encabezan MartĆn Farizano y Nanci Parrilli.
Toda la carga positiva y hasta eufórica que se habĆa armado a partir del aplastante triunfo conseguido en Cutral Co, con Ramón Rioseco, y con un MPN en una insólita no presentación de candidato a intendente, se transforma ahora rĆ”pidamente en un gran signo de preocupación, en la prueba irrefutable de que el partido provincial no solo conserva su poderĆo, sino que de alguna manera (siempre misteriosa para la oposición) se las ha arreglado para renovar expectativas positivas.
Sin embargo, lo ocurrido en Chos Malal no deberĆa extrapolarse mecĆ”nicamente al nivel provincial.
En primer lugar, no estĆ” probado que se dĆ© en la provincia una polarización tan cerrada como la que se ha dado en Chos Malal. Aunque indudablemente es la tendencia, por propia decisión de las fuerzas polĆticas que se han concentrado en el Frente Neuquino, juegan otros actores, con otra influencia en distritos clave.
La aparición o no de un “tercer factor” en NeuquĆ©n estĆ” latente a partir del acuerdo Coalición CĆvica-UCR no K.
No parece este factor suficiente como para romper una polarización en la carrera por la gobernación. Pero sà puede alterar la composición de la Legislatura, que serÔ, por otra parte, imposible de predecir en función de la gran cantidad de listas colectoras.
El caso Chos Malal impacta fuerte en la semana que comienza. El Frente Neuquino tendrƔ que revisar algunas de sus estrategias de campaƱa. El MPN evidenciarƔ sin duda un espaldarazo de confianza, ratificando lo que palpitaba ya en las encuestas previas.
RubƩn Boggi
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