Junto a los profesores, volvieron a realizar una nueva y multitudinaria marcha para exigir la estatización de la educación pública.
Los estudiantes y docentes, ayer, durante la protesta frente a la Presidencia. (AFP)Santiago (dpa) Decenas de miles de estudiantes y profesores protestaron este jueves por el centro de Santiago de Chile, en la mayor marcha de las últimas décadas, exigiendo mejoras de fondo a la educación pública al gobierno de Sebastián Piñera.
"Queremos que el gobierno entienda que esto es un movimiento político que ha tenido una maduración importante, que lo que estamos peleando es para tener una mejor educación", reclamó la líder de los estudiantes, Camila Vallejos, de 22 años.
El ministro de Educación, Joaquín Lavín, rechazó en tanto la pretensión de los estudiantes.
"(Ellos) nos dieron un portazo al diálogo en el sentido que hicieron indicaciones que indican que no están para llegar a un acuerdo y que exceden con creces lo que corresponde a un Ministerio de Educación", reclamó.
Los jóvenes, que piden entre otros puntos estatizar la educación pública hoy a cargo de los municipios, tienen en jaque al gobierno, cuya popularidad ya bajó a un 35 por ciento, según sondeos ligados al oficialismo.
Los estudiantes, que también reclaman porque hay empresas que administran y lucran con la educación en Chile, alegan que el propio ministro de Educación, Joaquín Lavín, fue accionista de una universidad y supuestamente se enriqueció con fondos públicos.
Los estudiantes, que han realizado decenas de manifestaciones este año, protestan en el fondo por la calidad e inequidad del sistema educativo, que a su juicio ahonda las diferencias sociales.
En cifras, sólo un 60 por ciento de los jóvenes menores de 24 años logra egresar del colegio en el diez por ciento más pobre, mientras que esa cifra sube a 97 por ciento en el décimo más rico.
Las estadísticas oficiales añaden que sólo uno de cada seis jóvenes pobres tiene acceso a la educación superior, mientras que la relación sube a seis de diez en los hogares más ricos.
Toda la clase política, acorralada por los "indignados"
Santiago (dpa); Los 100.000 estudiantes que marcharon ayer frente al palacio presidencial chileno mostraron una fuerza que mantiene perplejos a gobierno y oposición, sectores cada vez más rechazados por la ciudadanía, según sondeos.
Los "indignados" chilenos, esencialmente estudiantes y profesores, levantaron además una serie de demandas políticas que apuntan a la inequidad del modelo de desarrollo.
Sus palabras, más las pifias de los presentes a los partidos de gobierno y oposición, denotan la distancia de los manifestates con la clase política que suma un rechazo de hasta 65 por ciento en la ciudadanía, según coinciden encuestas de distinto signo.
"La política se vació de sociedad", dijo de hecho la socióloga Clarisa Hardy, ex ministra de Planificación (Desarrollo Social) de la presidenta socialista Michelle Bachelet (2006-2010).
De hecho, el reclamo central de los movilizados es que la mayoría de la población no accede a los beneficios del crecimiento, el que permitió a Chile ingresar a la OCDE, el club de los países ricos.
El futuro del movimiento, que puede devenir en una simple revuelta o una reforma mayor, tendrá sus pruebas políticas mayores en las elecciones municipales de 2012 y presidenciales de 2013.
Por ahora, aún no es posible pensar en la irrupción de un referente político, aunque esa es la idea.
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