El kilo de pan en Neuquén cuesta hasta 9 pesos

El incremento se atribuye a la escasez de harina, especulación y costos de elaboración.

En relación a los acuerdos y formas de abastecimiento, el precio del producto es variable en los supermercados.

Hace un mes el precio más elevado del kilo era de seis pesos.

El precio del pan se convirtió en una ecuación difícil de generalizar. Entre el precio de la harina, la especulación de los molineros, el desabastecimiento de su materia prima, la elaboración y la distribución, el pan trepó a 9 pesos el kilo.

Si bien se pueden encontrar precios más baratos en algún supermercado, esa excepción se debe a acuerdos especiales entre molineros, el gobierno nacional y alguna cadena de supermercados.

Si hace dos meses el kilo de pan más caro costaba 6 pesos, ahora llega a 9 y no se sabe si se mantendrá o se revertirá la situación. Además, de haber aumentado la harina lo que más complica a los productores es la escasez de bolsas de 25 y 50 kilos.

Según el Control de Ingreso Provincial de Productos Alimenticios (CIPPA) en los primeros seis meses del año entró un millón de kilos menos que el mismo período del año pasado. En los primeros seis meses de 2010 ingresaron 11.744.037 kilos y en 2011 bajó a 10.837.758 kilos de harina.

"El precio del pan aumentó hace un mes, fue un golpe grande pero creemos que no se movería más", detalló Sergio Capriolo, de Supermercados Capriolo. Allí, el kilo de pan llega a los 9 pesos cuando antes costaba 6. "El problema más grande que tenemos es el abastecimiento de harina, hay faltantes, estamos con lo justo. Uno pide 200 kilos y los molinos te mandan 100", sostuvo.

El comerciante dijo no se quedaron sin harina para producir pan pero estuvieron al límite en algunas oportunidades. Aunque, según comentó Eduardo Del Prete, gerente de La Anónima, esto no repercute en el precio del pan.

"Nosotros también tuvimos problemas con la harina porque no había bolsas de 50 kilos para comprar, pero en el transcurso de la semana pasada se resolvió", dijo. Según señaló Del Petre, el kilo en La Anónima está a 6,70 pesos.

Desde el Topsy, su gerente, Alfonso Sahores, señaló que hace un mes recibieron un aumento del 30% en el valor de la harina que lo trasladaron al pan de manera escalonada en dos tandas. "Lo hicimos en dos veces para que no tenga un impacto tan grande en la gente pero entienden que todo aumenta y que los alimentos no son la excepción", dijo. En Topsy el kilo de miñón está a 7,80 pesos.

A la gerencia de este supermercado lo que más le preocupó fue la reacción de la gente ante el aumento de otros productos derivados de la harina como las prepizzas, "pero la venta no sufrió grandes modificaciones", dijo.

Desde la Cooperativa Obrera, Cristina Navarro señaló que hasta la semana pasada tuvieron "una faltante total de harina, al punto de consumir el stock de que teníamos de reserva", aunque esta semana ya se regularizó. Allí, el precio del kilo de pan oscila los 5,50 pesos.

La harina

Entonces, según la producción y el tamaño del comercio donde se venda pan, los precios varían en los distintos locales de la capital neuquina. Las panaderías de la ciudad llegan a vender el pan a 9 pesos el kilo pero en los supermercados el precio baja hasta en 5 pesos.

Los empresarios explicaron que el valor de la harina, la que aumentó un 30% hace un mes es la que incide en el precio y la faltante se genera muchas veces por especulación de los molinos.

"El precio de la harina está subsidiado por el gobierno nacional, si no les llega ese dinero a las molineras los números no le cierran y dejan de enviar. Además, ahora se está vendiendo cada vez más la harina 0000, que es más cara, cuando antes se utilizaba la 000. Pero depende de cuánto se venda de una para que muelan de la otra. Es una ecuación muy compleja", explicó Alfonso Sahores, de Topsy.

Según se supo, la harina fraccionada es más barata que los grandes bolsones de 25 kilos, aunque haya desabastecimiento de las pequeñas bolsas minoristas. La situación adquiere cierta lógica si se considera que las tres primeras empresas productoras de harinas absorben casi el 50% de la molienda, según un estudio del INTA.