Nonpalidece, cuestión de fe - Piedra OnLine

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viernes, 23 de septiembre de 2011

Nonpalidece, cuestión de fe

El vocalista Néstor Ramljak habló con "Río Negro".

Nonpalidece está cumpliendo quince años y los celebra con conciertos en todo el país, conciertos que traerán a la banda hoy a las 20 a Puerto Rock de Bariloche.

Con cuatro discos de estudio, un DVD –"En el río es mejor"–, un álbum en vivo –"Nonpalidesenchufado"– y giras por Argentina, Costa Rica, Puerto Rico, Guatemala, El Salvador, Colombia, Ecuador, Venezuela, México, Estados Unidos, Paraguay, Uruguay y Chile, entre otras comarcas, Nonpalidece es una de las bandas más representativas y de mayor convocatoria del reggae argentino y latinoamericano.


"Río Negro" dialogó con el vocalista Néstor Ramljak en el estudio de San Fernando donde "Nonpa" se disponía a ensayar.

Sordos ruidos de metales y tambores oír se dejan en el pequeño estar donde la charla fluye.

Originalmente integrada por Néstor Ramljak en voz y guitarra, el bajista Facundo Cimas, Diego Bravo en guitarra y el baterista Galo Llorente para experimentar el reggae con fuertes influencias jamaiquinas de los 70, Nonpalidece fue sumando amigos: Ariel "Bongo Pato" Sciacaluga y Leo Rodríguez en percusión, el trompetista Bruno Signaroli, Agustín Azubel en saxo, German Bonilla en batería y el tecladista Martín Mortola.

Algunas piezas cambian, se acomodan y llegan al primer disco "Dread al control", grabado y editado independientemente en el 2000. Con su máster extraviado y no conformes con el sonido, lo regrabaron tres años más tarde e incluyeron un cover de "Behold (Culture)".

En el 2004 registraron "Nuevo día", con doce canciones originales y dos versiones; de él filmaron "Tu sueño" en video. A fines de ese año entró Gustavo Pilatti, guitarrista y compositor que había compartido proyectos con Ramljak.

En mayo del 2006 salió el tercer álbum, "Hagan correr la voz", con trece temas nuevos y una versión de "Dangerman" de Steve Ital.

Hoy la banda sigue con Signaroli, Mortola, Azubel, Bonilla, Cimas, Pilatti y Sciacaluga, más Adrián Meli en trompeta, los coros de Rogerio Kuplich y Marzo Couto y, por supuesto, Ramljak (32). En el estudio suena "El fuego en nosotros", que da título al último trabajo discográfico, y comienza un repaso por fragmentos de su letra.

–"Ya hemos visto humo, guerra y fuego y vemos a la gente sufrir. Eso fue Vietnam, tantas guerras internas, Malvinas, es Irak, Libia"...

–Hiroshima mismo. Momentos bélicos muy significativos que nos han dejado enseñanzas terribles de las cuales no pudimos aprender nada. O por lo menos las esferas que manejan políticamente el mundo. Esa frase va acompañada luego por otra que es denunciar y también proponer. Somos optimistas y sabemos compartir. A mí me han enseñado y no tuve que vivir de cerca o demasiado cercanamente ninguna guerra. Sí la de Malvinas, pero era chico y tampoco logré entenderla en el momento en que estaba transcurriendo como algo trágico. Recuerdo que estaba más planteada como un partido de fútbol: ¡hay que ganarles a los ingleses! En el 82 tenía ocho años, estaba en la primaria, nos hacían esconder debajo de los bancos por si bombardeaban la escuela. Pero la vivíamos como un juego o en mi cabeza –en ese entonces vivía en un lugar alejado de la Capital con mucho verde, llegaba del colegio y me la pasaba andando en bicicleta, jugando a la pelota o trepado a los árboles– no lo decodificaba como lo que terminó siendo. No aprendimos básicamente...

–Sigue diciendo "El fuego en nosotros": "Somos optimistas y sabemos compartir y aunque nada dure siempre siempre estoy pensando en ti".

–Y bueno, el optimismo también es una manera disfrazada de tener fe. A partir de algunos eventos familiares se ha fortalecido más. Siempre fui un hombre de fe sin que ello implicara un compromiso con ninguna entidad religiosa, con ningún dogma. Soy creyente de Dios y de Jesús y tengo una gran devoción por la Virgen de Guadalupe, sin saber bien por qué... cosas que no me cuestiono porque las siento fuertemente y me hacen bien. Tampoco hago proselitismo con eso; es una experiencia personal que vivo y bien, como una búsqueda mía. Y como no ando lavándole el coco a nadie, diciéndole qué tiene que hacer o no, estoy tranquilo. Las letras se relacionan también con (detiene Néstor su palabra tranquila, por instantes)... Estoy leyendo un libro, ahora, que habla de la historia sociopolítica y de cómo fueron surgiendo Jamaica y Trench Town, barrio de Kingston, capital y mayor ciudad de la isla cuyo nombre deriva de un enorme zanjón ciego que lo cruza y cuyos habitantes viven entre la suciedad y la alta mortalidad infantil. Bob Marley escribió una canción con su nombre en el disco "Confrontation" (83) y su famosa "No woman, no cry" le hace referencia. El grupo brasileño Os paralamas do sucesso también habla de él en "Alagados", inundados, en nuestra idioma. Era un territorio de puras facendas, haciendas. El libro, de una francesa, Hélène Lee, paralelamente cuenta acontecimientos que tienen que ver con artistas del reggae en los tiempos más difíciles y de mayor enfrentamiento entre los dos partidos que se disputaban el gobierno. Fue el apogeo del género que me gusta, del 73 al 78, ponele. Un momento explosivo a nivel social, con mucha violencia. Había muchos textos de Marley que los leía y asociaba con algo más global y con este libro descubro que hablaba simple y llanamente de su barrio, de su aldea. Ese pequeño lugar termina siendo el mundo mismo. De mis letras me interesa que sean disparadoras. Y si le preguntamos a alguien, seguramente en las frases que me estás proponiendo encuentre otros contextos. Eso me parece valioso, que disparen ideas, hasta inclusive buscar un libro e investigar algo que una canción te planteó, sea de Nonpalidece o de la banda que quieras, de la expresión artística que sea. Que disparen tu búsqueda.

–Cuidemos del aire, él hará el resto...

–Es que básicamente vivimos del aire (sonreímos), aunque sea obvio expresarlo así. Nos genera energía para hacer otras muchísimas cosas. En un punto, estamos tan ensañados en envenenarlo, en contaminar los ríos, en sobrecargar la tierra con monocultivos, en explotar las montañas... hay tanta saña y tan poca proyección a futuro...

–Tanta avidez por el dinero que eso ge- nera...

–Tan corta visión de futuro, porque el ser humano no puede hoy proyectarse más allá de un nieto. La vida termina generacionalmente y ahí se acaba el mundo… serán problemas que otros resolverán. No hay una mentalidad de dejar el planeta mejor para los que nos siguen. Así como uno pretende dejárselo a un hijo, hacerlo con un bisnieto y las generaciones siguientes.

–"...entender que la ignorancia es una verdadera arma de masiva destrucción..."

–Con decir que la ignorancia es una verdadera arma de destrucción masiva no he descubierto la pólvora. Yo intenté ser maestro y salí despavorido del magisterio donde estaba cursando, porque me decidí por la banda y porque era un fábrica de lavacocos de alumnos prima- rios.

–No descubriste la pólvora pero mostrás una idea matriz. De ahí parte el conocimiento que abre la puerta a otros saberes, otras posibilidades de vida, otras maneras de pensar, de ver…

–Totalmente de acuerdo (suspira). Te da la posibilidad de descubrir quién sos, qué querés hacer. Pongámoslo en que abre puertas –como bien dijiste– y te saca de tu ombligo, de tus propias miserias. No me refiero a la ignorancia académica. He escuchado a mis abuelos nacidos en el interior del país con una claridad sobre el cuidado de la tierra o a la hora de expresar el amor a sus familiares, a las cosas que lograron, respecto del sacrificio, de ser humilde... Se relaciona también con una educación y una serie de condimentos que me hacen bien. No tiene que ver con saber cuál es la capital de algún país europeo olvidado. Académicamente tenemos una situación escolar, en muchas partes, abatida con malos sueldos, condiciones duras de trabajo y estudio, poca actualización. Estuve viendo una serie de videos en YouTube que se llama "Educación prohibida", donde hay unos clips muy interesantes donde gente que está en las aulas habla de cómo redireccionar un enfoque educativo que ya ha perdido vigencia. Es fundamental, porque los primeros años de la vida son esenciales para darles alimento al cerebro y a la autoestima.

–¿De dónde eran tus abuelos?

–Mi abuela era correntina y mi abuelo también. El padre de mi papá, cordobés. El apellido es croata. Mi bisabuelo llegó primero a Uruguay y de ahí, como estaba contactado con algunos paisanos, contaba mi padre que al bisabuelo Marco le soplaron que había una señora dueña de una panadería y que la fuera a ver; ahí cayó en Dock Sud, se estableció y pudo traer a su familia. Ésa es mi historia inicial, más atrás no conozco.

EDuardo Rouillet

eduardorouillet@gmail.com

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