La docente y psicóloga social Fernanda Gil analiza el fenómeno de la violencia de los jóvenes en las escuelas. El rol de la familia y los adultos que no terminan de diferenciarse de los jóvenes.
La agresión de una patota a un grupo de alumnos que estaban en plena clase volvió a poner en debate el tema de la violencia, tanto en las escuelas como en cualquier sector de la sociedad.
¿Cuál es el rol de los adultos y de los docentes con respecto a su relación los chicos?
La coordinadora del equipo interdisciplinario del CPE, docente y psicóloga social, Fernanda Gil dialogó este miércoles en LU5 para analizar este fenómeno que parece cada vez más cotidiano.
Compartimos con nuestros lectores la entrevista con esta especialista en temas adolescentes que involucra a todos los sectores sociales en busca de una solución a este problema.
¿Qué tiene que ver la familia con todo esto que está sucediendo en las escuelas?
La familia no es la única que tiene que ver tampoco en la situación. La situación en este CPEM tampoco es la única y la sociedad tampoco. Lo que te quiero decir con esto que todos tenemos que ver y todos tenemos algo para hacer. Siempre nos preguntan a nosotros, acerca de la violencia escolar y nosotros tratamos de corrernos del término escolar, porque parece que la violencia ocurriera, no sé si solamente en las escuelas o con más fuerza en las escuelas.
La situación que se vivió tiempo atrás en el Parque Industrial, es una situación que sí podemos decir que obedece a la violencia en las escuelas…
Por supuesto hay violencia en las escuelas, pero la cuestión que no es privativa de las escuelas. La violencia está en la sociedad.
Nosotros tomamos una frase como que resume que dice, lo que le pica a la sociedad se rasca en la escuela.
Lo que pasa que tenemos un ideal de escuela que es lo que fue en otros tiempos, que donde sería como un espacio privilegiado donde esto antes no pasaba y ahora sí pasa y ahora sí se muestra y con más frecuencia y con más virulencias también. Entonces, es como que nos llama más la atención que esto pase en una escuela y no en una cancha de fútbol por ejemplo, a eso me refiero.
Lo que pasa que una escuela es distinta a la cancha de futbol...
Sí, por eso exactamente. Lo que quiero decir que esto es, la violencia está en la sociedad toda. ¿La familia qué puede hacer?, La familia puede hacer y mucho cuando hay familia constituida como las que, las de antes y las de ahora. O sea, las de antes que era papá y mamá, hijo y ahora son familias conformadas diferentes, pero también lo que más que la familia en sí, el prototipo de familia que tenemos sería el rol de adultos lo que tendríamos que estar tratando de rescatar, tanto en la familia, como en las escuelas, como en la sociedad, como los políticos, como en otras instituciones.
El rol de adulto que es diferenciarse del rol de niño, del rol de joven, y actuar en consecuencia con el tema de los límites, con el tema de las reglas claras.
Asumir la responsabilidad que nos toca y que la dejamos pasar.
No sé si la dejamos pasar. Por ahí estamos como confundidos muchos adultos. Entonces, en esto de la adolentización de la cultura, de que ser ya tener 40 años ya sos viejo por ejemplo, es como que tiene que ver con un montón de otras cosas que con el contexto social, que nos mezclamos con los chicos, que el poner límites parece ser autoritario, que el poner el decir que no a algo o bajar una línea clara y concreta tanto en la familia como en la escuela, ya te tildan de autoritario y ya remite a épocas pasadas de nuestro país. Hay miedo de poner límites y lo peor que podemos hacer con los chicos, tanto en las escuelas como en las familias es no ponerlos, ¿entendés? Porque el límite es el que encuadra, el límite es el que organiza, el límite cuida, protege, entonces tanto al niño, como adolescente o joven, es mucho por más que en el momento parezca más duro por ahí con ellos, decirles un no, o decirles esto sí o esto no, o decirles por acá si o por acá no, parece más antipático por ahí, pero en realidad es lo mejor que podemos hacer por ellos.
¿Esto puede ser interpretado por los padres de esta misma manera o no?
Sí, claro esto es para el rol adulto. El rol docente es una cosa, pero el rol adulto lo tenemos todos. Qué sé yo, yo soy mamá y soy docente y soy coordinadora de un equipo, pero el rol adulto es mío y lo voy ejerciendo con diferentes funciones en cada una de las situaciones de mi vida, y así cada uno, uno no tiene solo un rol en la vida.
Y cuándo a ustedes les toca trabajar con un hecho como este, ¿qué hacen?
Nosotros trabajamos a demanda de las escuelas, es decir si a nosotros esta escuela no nos llamara, nosotros no tenemos...
Claro, ya no hay más gabinete como había antes, ¿no?
Claro, no. No soy la única coordinadora, somos 3 coordinadoras en el equipo. Está conformado por varios, por profesionales de distintas disciplinas y somos externos a la escuela y trabajamos con la complejidad de la situación, con ciertos paradigmas, por ejemplo para la inclusión de los chicos, para que los chicos estén adentro de la escuela, por eso el abordaje nuestro es institucional y educativo. Trabajamos también con estas instituciones, pero sí la escuela nos llama. Entonces, vos me decís ¿qué hacen con esto? Primera cosa: La escuela debería llamarnos, si ellos necesitan, si ellos están viendo que no pueden solos con esto. Entonces cuando nos llama la escuela nosotros nos acercamos a la institución, y en principio tenemos como un encuentro con el equipo directivo o quién haya hecho la demanda y ahí se re significa y vemos con qué actores se podría trabajar, porque no es con todos los chicos de toda la escuela, ni con todos los profesores de toda la escuela.
Lo que trabajamos con respecto a la violencia en particular, en otras situaciones es trabajar el tema de la convivencia, de los famosos acuerdos de convivencia, acuerdos escolares, hay mucha normativa al respecto, hay mucha norma legal. Pero bueno, esto de que del dicho al hecho hay mucho trecho, porque en realidad es cómo se conforman esas reglas o esas normas internas a cada escuela.
(Entrevista: Francisco Casado)
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