Con apenas cinco meses de gestión el cónsul boliviano llegó a Neuquén en el marco de una política de descentralización de trabajo que están impulsando desde la institución. Con el Consulado móvil buscan recorrer distintos puntos de la Patagonia para recibir consultas y concretar trámites. Esta actividad comenzó en el sur de Buenos Aires (Pedro Luro), Comodoro Rivadavia y Neuquén, ciudades en donde más se concentra la comunidad boliviana.
El jueves y el viernes en la oficina de Migraciones de la ciudad cientos de extranjeros se acercaron para obtener certificados de nacimiento, de nacionalidad (que reemplazan a la cédula de identidad boliviana vencida), y antecedentes penales, documentos que son requisitos básicos para la radicación.
Valdez fue cauto a la hora de dar números y prefirió esperar al informe final que presentará el Consulado en enero. Sin embargo, sobre las razones por las que sus compatriotas continúan eligiendo la zona para radicarse, evaluó que se trata de "esperanza". "Tienen esperanza de mejorar su vida y acá encuentran oportunidades de trabajo", resaltó el cónsul.
Otro de los aspectos que se mantiene es la migración gradual en la que primero "prueba suerte" el padre de familia, luego los hijos mayores -si es que hay-, y finalmente la madre con los hijos menores. Una vez asentados se organizan en comunidades y participan activamente en la economía regional, principalmente en la producción agrícola, fabricación de ladrillos y la construcción, explicó Valdez.
Las denuncias sobre discriminación o trata laboral no son recibidas por el Consulado ya que son trámites en los que intervienen las instituciones argentinas. Más allá de que existen casos de este tipo el cónsul fue optimista y agradecido: "Los hermanos argentinos tienen un gran espíritu de apertura, de generosidad, de tolerancia", dijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario