La recaudaciĆ³n propia de las comunas de primera sĆ³lo cubre en promedio un tercio de sus ingresos corrientes. El porcentaje se achica en las localidades mĆ”s pequeƱas, que sĆ³lo financian el 10% del dinero que entra a sus arcas.
Por Roberto Aguirreaguirrer@lmneuquen.com.ar
Pocas veces como en estos dĆas las finanzas pĆŗblicas de los municipios quedaron tan expuestas. El cambio de gestiĆ³n en varias ciudades de la provincia desatĆ³ una catarata de reclamos, denuncias de vaciamientos y conflictos con el personal, justo en vĆsperas del pago del medio aguinaldo de diciembre, un compromiso sensible por la cercanĆa de las fiestas de fin de aƱo. Por eso mismo, varios intendentes desfilaron por el Ministerio de EconomĆa para pedir un auxilio financiero. Otros, acaso con menos llegada a la cartera, prefirieron el camino de las denuncias pĆŗblicas. El raid mediĆ”tico de los jefes comunales motivĆ³ una dura respuesta del gobernador Jorge Sapag: "No pueden pensar siempre que la Provincia o la NaciĆ³n los va a estar asistiendo", disparĆ³ en un acto pĆŗblico y abriĆ³ un nuevo debate cuando pidiĆ³ a las comunas mejorar su recaudaciĆ³n.
SegĆŗn datos de la DirecciĆ³n Provincial de EstadĆsticas y Censos a los que accediĆ³ E&E, de cada 10 pesos corrientes que ingresan a las arcas de los municipios de primera categorĆa, sĆ³lo 3,3 son generados por los propias comunas. El resto, provienen de la coparticipaciĆ³n o fondos extra que la Provincia les aporta.
Claro que los promedios engaƱan. Mientras hay municipios como Villa la Angostura, San MartĆn, RincĆ³n de los Sauces o NeuquĆ©n cuya recaudaciĆ³n atiende buena parte de sus gastos, existen otros como JunĆn de los Andes y Senillosa que apenas cubren menos del 15%.
La relaciĆ³n se deteriora a medida que los municipios se achican en poblaciĆ³n. Los de segunda categorĆa -que tienen menos de cinco mil y mĆ”s de mil quinientos habitantes- sĆ³lo cubren con recaudaciĆ³n propia el 12% de sus recursos totales. AquĆ tambiĆ©n hay disparidades: mientras que Los Miches o El ChocĆ³n aparecen con buena performance, Caviahue-Copahue y Tricao Malal apenas consiguen un 1,5% de sus fondos a travĆ©s del cobro de tasas o retributivos.
En las comunas de tercera categorĆa -que tienen menos de 1.500 y mĆ”s de 500 habitantes- el promedio de recaudaciĆ³n propia asciende al 9%. El Cholar y Tricao Malal estĆ”n el fondo de la tabla de los municipios autosustentables.
NĆŗmeros y matices
Los nĆŗmeros de EstadĆsticas y Censos corresponden a los recursos ejecutados en los presupuestos de 2010. Si bien algunos municipios actualizaron sus tarifas, en su mayorĆa se dieron incrementos acordes a la inflaciĆ³n, por lo que los porcentajes no variarion sustantivamente.
Fuentes del Ministerio de EconomĆa de la Provincia aseguraron a E&E que esa cartera buscarĆ” trabajar con las comunas para ayudarlas a mejorar su recaudaciĆ³n. TambiĆ©n aseguraron que es muy alta la dependencia que tienen muchos municipios de los fondos que regularmente les gira Provincia e incluso de aquellos extraordinarios, entregados en forma de aportes no reintegrables.
A su vez, los municipios diseƱan diversas estrategias para aumentar su recaudaciĆ³n. Algunos apuntan a mejorar las tasas de cobros. Otros, directamente aumentarĆ”n los impuestos, como en el caso de La Angostura que ya planea un incremento de la tarifaria o de NeuquĆ©n Capital que actualizĆ³ valores de retributivos.
Otras comunas agregaron a los tradicionales gravĆ”menes comunales –servicios, patentes y licencias comerciales- impuestos a actividades productivas. RincĆ³n de los Sauces, por ejemplo, comenzĆ³ a cobrarle a las petroleras, no sin resistencia, una tasa de inspecciĆ³n de seguridad e higiene. Los municipios que tienen al turismo como su principal actividad aplicaron gravĆ”menes al sector, como la denominada tasa Ensatur de San MartĆn de los Andes, que se destina especĆficamente a la promociĆ³n del turismo.
Manejo de fondos
Cada intendente busca, a su forma, ser mĆ”s autosustentable. El jefe comunal de Centenario, Javier Bertoldi (PJ), reconociĆ³ que su municipio cubre poco porcentaje de sus recursos con ingresos propios pero asegurĆ³ que diseƱaron otra estrategia: “Nosotros liberamos fondos de la coparticipaciĆ³n. Actualmente utilizamos un 70 Ć³ 75% en gastos corrientes”, explicĆ³. TambiĆ©n se quejĆ³ porque la Provincia cada vez delega mĆ”s responsabilidades a los municipios y dijo que en algunos casos no se hace cargo de los compromisos. Incluso, se quejĆ³ de las disparidades en el tratamiento a las comunas. “En NeuquĆ©n, por ejemplo, la Provincia se hace cargo del agua y las cloacas a travĆ©s del EPAS. En Centenario nos tenemos que hacer cargo nosotros”, seƱalĆ³.
A diferencia de Bertoldi, el intendente de Chos Malal, Rolando Figueroa (MPN), reciĆ©n asumiĆ³ su cargo el pasado 11 de diciembre. Si bien asegurĆ³ no tener aĆŗn los nĆŗmeros de su municipio, reconociĆ³ que es fundamental “realizar una modificaciĆ³n impositiva”. “Las bases imponibles son muy antiguas en distintos impuestos. AĆŗn tributamos autos por peso en lugar de hacerlo por su valor. TambiĆ©n falta actualizar los gravĆ”menes en las actividad comercial; el esfuerzo recaudatorio puede mejorar mucho”, detallĆ³ el ex diputado provincial y presidente de la comisiĆ³n de Hacienda y Presupuesto.
Consultado sobre la posibilidad de gravar alguna de las actividades productivas que se realizan en el municipio, Figueroa advirtiĆ³ sobre las consecuencias. “No es lo mismo poner impuestos a la actividad petrolera que gravar al empresariado local. Prefiero dar exenciones a los pequeƱos para que tomen mĆ”s gente y de esa forma generan un ahorro porque el municipio deja de dar subsidios”, sostuvo.
CoparticipaciĆ³n sin debate
Por cada crĆtica que se les realiza a los intendentes sobre la poca recaudaciĆ³n propia, estos responden con una queja sobre las disparidades del sistema de coparticipaciĆ³n provincial. El problema no pasa tanto por el esquema, uno de los mĆ”s equitativos y modernos del paĆs, sino por la actualizaciĆ³n de los Ćndices que se utilizan para distribuir el dinero, que estĆ”n hechos con datos poblaciones del Censo `91. La poblaciĆ³n de RincĆ³n de los Sauces, por caso, mĆ”s que se duplicĆ³ en los Ćŗltimos 20 aƱos, pero sigue recibiendo el mismo porcentaje de fondos provinciales, sumado a otro fondo fijo de asistencia.
Para corregir estos desajustes, la Ley 2.148, de coparticipaciĆ³n provincial establece un mecanismo de revisiĆ³n periĆ³dica a travĆ©s de una ComisiĆ³n Fiscalizadora que jamĆ”s se creĆ³. En 2010, Sapag convocĆ³ a una reuniĆ³n con intendentes por este tema, pero, segĆŗn denunciĆ³ Bertoldi –en su momento, uno de los que mĆ”s movilizĆ³ el reclamo-, “todo quedĆ³ en la nada”. “Se formĆ³ una suerte de comisiĆ³n con la presencia del ministro de Desarrollo Territorial, Leandro Bertoya, la vicegobernadora Ana Pechen y varios diputados. Quedaron en llamarnos, pero nunca pasĆ³ nada”, remarcĆ³.
Cambios
Bertoldi asegurĆ³ que la soluciĆ³n a las disparidades no pasa tanto por ampliar la masa coparticipable como por variar la distribuciĆ³n.
“A la provincia le saldrĆa mĆ”s barato juntarnos a todos los intendentes, ver los problemas de cada uno y hacer un nuevo reparto. Hay que poner un tope a la incorporaciĆ³n de empleados pĆŗblicos, por ejemplo, y en funciĆ³n de eso ver cuĆ”nto dinero se le da a cada comuna”, detallĆ³.
Desde el partido gobernante, Figueroa tambiĆ©n admitiĆ³ la necesidad de cambios en el rĆ©gimen de coparticipaciĆ³n, y dijo que deben darse segĆŗn el esfuerzo fiscal que realice cada municipio.
“Hay que premiar no tanto en funciĆ³n de la eficiencia comodel esfuerzo realizado para recaudar mĆ”s. Australia, por ejemplo, premia el coeficiente de esfuerzo recaudatorio”, sostuvo.
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