Neuquén: El asadito en la vereda ¿es público o privado? - Piedra OnLine

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viernes, 10 de febrero de 2012

Neuquén: El asadito en la vereda ¿es público o privado?

Carlos Quintriqueo, secretario general de ATE (Foto Matías Subat-patagonia foto press)

Un asado en la vereda ocupó horas de debate en las radios neuquinas. Los aumentos que denuncia Quintriqueo. Todo bien con la grúa, pero ni el intendente encuentra lugar para estacionar. La moda de ocupar espacios con temas obvios.
Es sabido el desconocimiento de las ordenanzas que tienen los vecinos de la ciudad de Neuquén, pero algunos casos realmente sorprenden. Durante dos días decenas de personas salieron a opinar públicamente a través de LU5 sobre una polémica que se generó en la calle 12 de Septiembre al 1.200. Ocurre que en ese sector del suroeste capitalino una familia que vive en un departamento no tuvo mejor idea que hacer un asado en la vereda, porque al no contar con un patio, el único lugar para colocar una parrilla era en la vía pública. Mucha gente llamó para opinar a favor y en contra, pero lo que quedó en claro es que la mayoría está convencida que las veredas le pertenecen al dueño o inquilino de una vivienda. Así, creen tener derechos para estacionar sus vehículos, colocar carteles de todo tipo y hasta reservarse lugares con sombra en la época de verano. Un funcionario municipal tuvo que intervenir explicando que las veredas, por más que las paga y coloca el dueño de la propiedad son en realidad espacios públicos donde no se puede hacer nada que no esté contemplado por ordenanza. Mucho menos un asado.


Plata para aumentos salariales no hay, pero para algunos sí. Así lo sostienen los dirigentes de los gremios estatales, que en las últimas horas comenzaron a denunciar públicamente dos casos concretos de funcionarios que lograron unos pesos extra en sus salarios de bolsillo. Carlos Quintriqueo, dirigente de la CTA, aseguró este jueves que la ex ministra de Hacienda Esther Ruiz, antes de dejar su cargo firmó un decreto mediante el cual otorgó un aumento de 3.000 pesos para los funcionarios de la Contaduría General de la provincia, precisamente el lugar donde ella ahora es la máxima responsable. Según el gremialista otro que logró un beneficio salarial importante es el antecesor de Ruiz, Jorge Bonaiutto, quien cobró licencias no gozadas, por 178.000 pesos. ¿Será una denuncia concreta o una chicana para presionar al gobierno? Hasta ahora no había salido nadie a desmentirlo.

Los controles de tránsito que ordenó el intendente Horacio Quiroga son tan, pero tan estrictos, que ni siquiera el auto oficial del intendente se salvó de que se lo llevara la grúa. El insólito hecho ocurrió el martes en horas de la tarde cuando el chofer de Quiroga dejó el vehículo oficial (un Renault Logan) frente a la Municipalidad en un lugar en el que está prohibido estacionar. Cuando los inspectores constataron la falta llamaron a la grúa y el vehículo terminó en uno de los depósitos que tiene la comuna para guardar los automóviles secuestrados. Trascendió que para poder recuperar el auto, el infortunado chofer tuvo que pagar el acarreo de la grúa y la multa correspondiente. ¿Lo habrá hecho con dinero de él? Más allá de esto, lo cierto es que son los propios funcionarios del Municipio quienes padecen la ausencia de lugares para estacionar. Y la Municipalidad no tiene playa de estacionamiento propia, ni reserva para estacionar en la calle.

Nadie le da realmente importancia, pero los políticos igual se prenden de los temas “fáciles” para hacerse notar. Generalmente no lo consiguen, por lo obvio de las cuestiones que abordan. En estos días, por ejemplo, a cada rato aparece alguno hablando pestes del gobierno inglés para defender a nuestras sagradas Islas Malvinas; quien más, quien menos, aborda la cuestión de la megaminería, para criticar la contaminación como si fuera una novedad impresionante. Y si se muere alguien famoso y querido, como fue el caso esta semana del inolvidable Luis Alberto Spinetta, allí están los políticos (o aspirantes a) tirando alguna consigna sin demasiada imaginación para prenderse de la cuestión. En fin, que de hablar estamos un poco hartos, y de escuchar…

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