El Senado dio esta madrugada, con una votación abrumadora como se
esperaba, el primer paso para la expropiación del 51% de las acciones de
YPF en manos de Repsol. El “sí” logró 63 apoyos sobre un total de 72
miembros de la Cámara. Hubo 3 votos negativos, 4 abstenciones y 2
legisladores ausentes.
Y pasada la 1.30 de hoy se aprobó en particular .
La larguísima sesión comenzó a las 10.30, tras largas horas de discursos en varios momentos con el recinto casi vacío. Hubo 61 oradores , un número sin antecedentes para una “sesión especial” de un solo tema.
El proyecto, calificado de “histórico”
y “fundamental” por el kirchnerismo, ordena la expropiación accionaria
sólo de la española Repsol –también de la empresa YPF-Gas– y fija un
marco regulatorio para la toda la explotación y comercialización
hidrocarburífera.
La mayoría se compuso con el bloque del oficialismo y sus aliados, la UCR (que votó “en general”
pero anunció su negativa a casi todos los artículos), 3 del Frente
Amplio Progresista (la cordobesa Norma Morandini se abstuvo) y varios
monobloques. Ocho senadores anunciaron que no votarían a favor del
proyecto oficial.
En cambio, no pudo ser escuchado uno de los
discursos más esperados, el de Carlos Menem, el presidente que dispuso
la privatización en 1992 y ahora apoya la reestatización. Hasta el
cierre de esta edición no se había hecho presente en el recinto.
Quien apareció recién a la hora de votar fue Carlos Reutemann, quien votó a favor.
Los
que anunciaron su voto en contra son los peronistas disidentes Adolfo
Rodríguez Saá, Liliana Negre (de San Luis), Roberto Basualdo (de San
Juan, que finalmente no asistió), y el ex gobernador de Salta Juan
Carlos Romero, un duro crítico de la expropiación.
“Los argentinos no podemos ser okupas , no podemos usar la prepotencia”, dijo Romero, quien sin embargo dijo quiere una YPF estatal pero “ no en manos de La Cámpora
, algunos pasaron por esa verdadera academia del déficit que es
Aerolíneas Argentinas”. Las peronistas disidentes Sonia Escudero y
Graciela Di Perna siguieron un camino diferente y votaron a favor.
Obvio,
los principales impulsores del voto favorable fueron los senadores
oficialistas. El neuquino Marcelo Fuentes, miembro informante, dijo que
es “consciente de que la sola expropiación no soluciona el problema
” sino que “es el inicio de la solución, para dar soberanía
energética”. También aseguró que la iniciativa “no es un acto caprichoso
ni un acto aislado” sino “el corolario lógico” del proceso iniciado en
2003, con la presidencia de Néstor Kirchner.
Si fue difícil para los peronistas explicar el cambio de rumbo
(privatización en 1992, inclusión del grupo Ezkenazi en 2008), más
complicado fue para el radicalismo precisar su voto favorable a la idea
de una petrolera estatal pero con manifestaciones fuertemenente
contrarias al proyecto.
“Vamos a acompañar en general la
nacionalización de YPF, porque somos conscientes de nuestra historia”
dijo Gerardo Morales, pero a la vez cuestionó el proyecto oficial y
reclamó mirando a los peronistas que “los que privatizaron YPF deberían pedir perdón”.
De paso dio un mensaje hacia su propio partido. Dijo que votan “pese a
las operaciones de algunos sectores minoritarios de la UCR que buscan
que hagamos otra cosa”.
En la UCR, otro discurso filoso fue el de Eugenio “Nito” Artaza.
“Bienvenidos a lo nacional y popular, los estábamos esperando”, ironizó sobre los peronistas, al recordar que la UCR “desde hace cien años” que defiende una YPF estatal.
Las
abstenciones fueron de los catamarqueños Blanca Monllau y Oscar
Castillo, de la cordobesa Norma Morandini (“esto es una encerrona
ideológica, un chantaje emocional , estoy de acuerdo en el
objetivo pero no de esta manera”, dijo) y María Eugenia Estenssoro,
quien hasta un rato antes oscilaba entre abstenerse o votar en contra.
“La razón me dice que debería votar en contra, porque creo que este
proyecto es un engaño –dijo–. Pero el corazón me manda a abstenerme, porque los recursos estratégicos deben ser del Estado”.
Tras
la aprobación, el proyecto comenzará a ser tratado hoy mismo, desde las
10 de la mañana, en la Cámara de Diputados. Será en un plenario de las
comisiones de Energía, Presupuesto y Asuntos Constitucionales. Está
previsto que mañana el proyecto obtenga dictamen y que el oficialismo
convoque a una sesión especial para que el proyecto se termine
convirtiendo en ley el jueves de la semana próxima.