JUNĆN DE LOS ANDES (ASM).- En un confuso
incidente, la familia del policĆa asesinado en Pilo Lil, JosĆ© Aigo,
denunciĆ³ por "provocaciĆ³n y hostigamiento" al intendente de San MartĆn
de los Andes, Juan FernƔndez, padre del joven que manejaba la camioneta
al momento del sangriento desenlace sobre la ruta 23.
El jefe municipal
admitiĆ³ ayer que se presentĆ³ en el domicilio de la viuda, Graciela Soto,
pero con la "Ćŗnica intenciĆ³n" de "expresar personalmente mis
condolencias".
El controvertido encuentro tuvo lugar a las 11 de la maƱana de ayer en el domicilio de calle Entre RĆos de JunĆn, donde FernĆ”ndez acudiĆ³ solo para intentar hablar con la viuda del sargento abatido el pasado 7 de marzo. La mujer, segĆŗn confirmĆ³ su cuƱada, Marcela Aigo, se negĆ³ a recibirlo.
En el lugar, Marcela Aigo reconociĆ³ que "FernĆ”ndez dijo que venĆa a dar sus condolencias, pero para nosotros esto no puede ser mĆ”s que una provocaciĆ³n, porque Ć©l sabe que para nuestra familia, su hijo (Juan Marcos) estĆ” implicado en el asesinato aunque el juez lo haya considerado un testigo...".
La mujer dijo a este diario que FernĆ”ndez "obtuvo la direcciĆ³n de la casa a travĆ©s del intendente (de JunĆn de los Andes, Juan) Linares, lo que tambiĆ©n nos muestra que Linares no estĆ” cuidando a la familia cĆ³mo deberĆa".
"Para nosotros, mĆ”s allĆ” de las intenciones que declare FernĆ”ndez, esta es una actitud provocativa, una amenaza, una forma de hostigamiento. Desde la muerte de nuestro hermano, Graciela nunca estuvo sola. ¿QuĆ© pretendĆa el intendente FernĆ”ndez; venir aquĆ, golpear la puerta y hablar como si nada hubiera ocurrido?", se preguntĆ³ de forma retĆ³rica Marcela Aigo.
A su turno y en diĆ”logo con "RĆo Negro", FernĆ”ndez dijo que "mi Ćŗnica motivaciĆ³n fue expresar mis respetos a la familia y por eso lo hice sin anuncios, sin otra presencia que la mĆa para dar mis condolencias, ya que nunca pude hablar personalmente con la seƱora de Aigo. Fui a las 11 de la maƱana con esa sola intenciĆ³n y en el lugar habĆa como ocho personas, asĆ que si alguien dice que yo asumĆ alguna actitud de intimidaciĆ³n y hostigamiento, no tengo ningĆŗn problema en carearme con quien lo disponga la justicia. Estoy sorprendido por esta denuncia que usted me dice (al momento de la consulta de este diario, FernĆ”ndez ignoraba la existencia de una presentaciĆ³n en su contra en la comisarĆa 25 de JunĆn de los Andes). Yo quise hacer las cosas bien, pero a mĆ me parece que aquĆ se han distorsionado los hechos no sĆ© con quĆ© intenciĆ³n...".
Como se apuntĆ³, Juan Marcos FernĆ”ndez fue el conductor y propietario de la camioneta en la que se desplazaban los ciudadanos chilenos Jorge Antonio Salazar Oporto y Alexis CortĆ©s Torres, al momento de ser interceptados por una patrulla de la Brigada Rural, integrada por el sargento Aigo y el oficial Pedro Guerrero, para un control rutinario de trĆ”nsito.
Sin embargo y luego de que los ocupantes -incluido el propio joven FernĆ”ndez- mostraran sus pertenencias al policĆa, Salazar Oporto extrajo una pistola y disparĆ³ contra Aigo dos tiros, que minutos despuĆ©s le provocarĆan la muerte.
Para el juez JoaquĆn Cosentino, Juan Marcos FernĆ”ndez es un testigo en la causa, por lo que quedĆ³ en libertad algo mĆ”s de un dĆa despuĆ©s del crimen.
El joven alegĆ³ en su declaraciĆ³n que habĆa sido contratado como "fletero" por quien hasta entonces era su vecino en MallĆn Ahogado, a quien identificĆ³ como "Juan Carlos". Luego se sabrĆa que se trata de Salazar Oporto, un supuesto miembro del MIR-EjĆ©rcito Guerrillero de los Pobres.
Tanto la fiscalĆa como la querella consideraron que el testimonio de Juan Marcos era inverosĆmil.
Retirada del Int. de San MartĆn del domicilio flia. Aigo |
El controvertido encuentro tuvo lugar a las 11 de la maƱana de ayer en el domicilio de calle Entre RĆos de JunĆn, donde FernĆ”ndez acudiĆ³ solo para intentar hablar con la viuda del sargento abatido el pasado 7 de marzo. La mujer, segĆŗn confirmĆ³ su cuƱada, Marcela Aigo, se negĆ³ a recibirlo.
En el lugar, Marcela Aigo reconociĆ³ que "FernĆ”ndez dijo que venĆa a dar sus condolencias, pero para nosotros esto no puede ser mĆ”s que una provocaciĆ³n, porque Ć©l sabe que para nuestra familia, su hijo (Juan Marcos) estĆ” implicado en el asesinato aunque el juez lo haya considerado un testigo...".
La mujer dijo a este diario que FernĆ”ndez "obtuvo la direcciĆ³n de la casa a travĆ©s del intendente (de JunĆn de los Andes, Juan) Linares, lo que tambiĆ©n nos muestra que Linares no estĆ” cuidando a la familia cĆ³mo deberĆa".
"Para nosotros, mĆ”s allĆ” de las intenciones que declare FernĆ”ndez, esta es una actitud provocativa, una amenaza, una forma de hostigamiento. Desde la muerte de nuestro hermano, Graciela nunca estuvo sola. ¿QuĆ© pretendĆa el intendente FernĆ”ndez; venir aquĆ, golpear la puerta y hablar como si nada hubiera ocurrido?", se preguntĆ³ de forma retĆ³rica Marcela Aigo.
A su turno y en diĆ”logo con "RĆo Negro", FernĆ”ndez dijo que "mi Ćŗnica motivaciĆ³n fue expresar mis respetos a la familia y por eso lo hice sin anuncios, sin otra presencia que la mĆa para dar mis condolencias, ya que nunca pude hablar personalmente con la seƱora de Aigo. Fui a las 11 de la maƱana con esa sola intenciĆ³n y en el lugar habĆa como ocho personas, asĆ que si alguien dice que yo asumĆ alguna actitud de intimidaciĆ³n y hostigamiento, no tengo ningĆŗn problema en carearme con quien lo disponga la justicia. Estoy sorprendido por esta denuncia que usted me dice (al momento de la consulta de este diario, FernĆ”ndez ignoraba la existencia de una presentaciĆ³n en su contra en la comisarĆa 25 de JunĆn de los Andes). Yo quise hacer las cosas bien, pero a mĆ me parece que aquĆ se han distorsionado los hechos no sĆ© con quĆ© intenciĆ³n...".
Como se apuntĆ³, Juan Marcos FernĆ”ndez fue el conductor y propietario de la camioneta en la que se desplazaban los ciudadanos chilenos Jorge Antonio Salazar Oporto y Alexis CortĆ©s Torres, al momento de ser interceptados por una patrulla de la Brigada Rural, integrada por el sargento Aigo y el oficial Pedro Guerrero, para un control rutinario de trĆ”nsito.
Sin embargo y luego de que los ocupantes -incluido el propio joven FernĆ”ndez- mostraran sus pertenencias al policĆa, Salazar Oporto extrajo una pistola y disparĆ³ contra Aigo dos tiros, que minutos despuĆ©s le provocarĆan la muerte.
Para el juez JoaquĆn Cosentino, Juan Marcos FernĆ”ndez es un testigo en la causa, por lo que quedĆ³ en libertad algo mĆ”s de un dĆa despuĆ©s del crimen.
El joven alegĆ³ en su declaraciĆ³n que habĆa sido contratado como "fletero" por quien hasta entonces era su vecino en MallĆn Ahogado, a quien identificĆ³ como "Juan Carlos". Luego se sabrĆa que se trata de Salazar Oporto, un supuesto miembro del MIR-EjĆ©rcito Guerrillero de los Pobres.
Tanto la fiscalĆa como la querella consideraron que el testimonio de Juan Marcos era inverosĆmil.