Debido a las nuevas normativas nacionales, los edificios privados y
públicos deberán ser antisísmicos, a partir del 2013. Según la opinión
del arquitecto y coordinador de Proyectos con Financiación Externa del
Municipio, Gabriel Cazalá, se trata de una actualización de las
reglamentaciones vigentes y consideró que al usarse masivamente el
material con ese fin, los precios disminuirán. También habló sobre la
iniciativa provincial de construir edificios públicos con aislación
térmica para promover un ahorro del gas.
A partir de 2013, las nuevas edificaciones deberán ser construidas
con materiales de alta resistencia para evitar consecuencias sobre las
mismas ante la presencia de sismos. Esto se debe a una normativa
nacional y una iniciativa formulada por el Ministerio de Industria y el
Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Cabe destacar que la
misma fue publicada en el Boletín Oficial, el pasado 10 de julio. Para
conocer de qué manera influye en los costos y si afecta directamente a
las obras del ámbito público como privado en Bariloche, se le consultó
al arquitecto y coordinador de Proyectos con Financiación Externa del
Municipio, Gabriel Cazalá. (Leer en más información)
Explicó que se trata de “una actualización de las normas que ya rigen a nivel nacional desde hace muchos años, las cuales arrancaron con el sismo de San Juan del 44´. A partir de ese momento, se desarrollaron normas de construcción según el lugar del país”. Y aclaró que “se está trabajando todos los años en ir adecuando las nuevas normas de construcción a los reglamentos nacionales y, para ello, se analiza según niveles de riesgos. En este sentido, comentó que en el caso de Bariloche, San Martín de Los Andes y la zona sur, pertenece a la zona nivel 3 con un índice medio de riesgo de sismos. Mientras que Buenos Aires tiene un nivel bajo y Mendoza y San Juan pertenecen a la zona 4, una de las más riesgosas.
Por otro lado, dijo a Económicas Bariloche que “de acuerdo a las últimas técnicas de construcción las construcciones son en seco o sistema durloc y han sido certificando en los distintos niveles según los organismos que regulan las normativas. Las técnicas se han ido perfeccionando y, al hacer un uso masivo de los materiales, han ido bajando los precios, haciéndolos más accesibles” y opinó que “si ese material es usado correctamente, es decir, si se pone la cantidad de tornillos adecuados y se ponen de acuerdo a los espacios adecuados, tiene que aguantar un sismo. Lo principal es calcular con responsabilidad y colocar la suficiente cantidad de material”.
Por último, Cazalá mencionó otra iniciativa en la que se está trabajando a nivel provincial, la cual impulsa legislar para que todos los edificios públicos tengan más aislación térmica. Esto permitirá resguardar el calor y evitar el desperdicio del mismo en los edificios. Aseguró que es importante la cantidad de metros cúbicos de gas los que se pierden en calefaccionar un edificio público y citó como ejemplo que una escuela mediana utiliza en calefacción lo que equivale al consumo de 12 casas de familia. Y aseveró que “según el análisis del último año, no hay capacidad que soporte el gasto de gas las escuelas y los edificios públicos”, instando a economizar en el gasto de combustible. (Económicas Bariloche)
