La sal funciona como un antidepresivo natural - Piedra OnLine

InformaciĆ³n del Mundo

lunes, 6 de agosto de 2012

La sal funciona como un antidepresivo natural

Consumir sal nos pone de muy buen humor. Es la conclusiĆ³n a la que ha llegado un equipo de investigadores de la Universidad de Iowa (EE UU).
En una serie de experimentos con ratas de laboratorio, Kim Johnson y sus colegas comprobaron que cuando a estos animales les falta cloruro sĆ³dico (sal de mesa comĆŗn) rehuyen de actividades que antes les divertĆ­an. “Las cosas que antes les producĆ­an placer no les aportan el mismo grado de satisfacciĆ³n, lo que nos lleva a pensar que el dĆ©ficit de sal asociado a ello puede inducir depresiĆ³n”, afirman en la revista Physiology & Behavior. No en vano, como recuerda Johnson, uno de los principales criterios para el diagnĆ³stico de depresiĆ³n es la pĆ©rdida del gusto por actividades que antes nos resultaban placenteras. (Leer en mĆ”s informaciĆ³n)

Que la sal mejore el estado de Ć”nimo podrĆ­a explicar por quĆ© tendemos a consumir mĆ”s de la cuenta, incluso cuando sabemos que eleva nuestra presiĆ³n arterial y favorece el desarrollo de patologĆ­as cardĆ­acas. SegĆŗn los Ćŗltimos datos, el consumo medio de sal en el mundo actualmente es de 10 gramos al dĆ­a. Sin embargo los expertos recomiendan no sobrepasar los 4 gramos diarios.

Este consumo excesivo es un lujo que nuestros antepasados no podĆ­an permitirse. Hace 4.000 aƱos empezĆ³ a usarse para conservar los alimentos. Por entonces la sal entonces era escasa, y a los romanos se les pagaba con este polvo blanco (de ahĆ­ viene la palabra de origen latino “salario”). Con el invento de la refrigeraciĆ³n, el consumo de sal no se redujo, porque su precio ya era asequible y a todos les encantaba el sabor.

SegĆŗn Johnson, nuestra aficciĆ³n por la sal podrĆ­a tener una explicaciĆ³n evolutiva. La mayorĆ­a de nuestros mecanismos biolĆ³gicos necesitan sodio para funcionar correctamente. Por eso los riƱones son “tan Ć”varos con la sal”. TambiĆ©n por el mismo motivo tenemos un sentido del gusto preparado para detectar la sal, y su consumo activa los circuitos cerebrales del placer. De hecho, los Ćŗltimos descubrimientos indican que la necesidad y las ansias de consumir sal podrĆ­an estar vinculadas a las mismas zonas del cerebro que generan los problemas de adicciĆ³n a las drogas. (FUENTE: MUYINTERESANTE.ES).