El Gobierno necesita del autoritarismo para sobrevivir - Piedra OnLine

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miƩrcoles, 19 de septiembre de 2012

El Gobierno necesita del autoritarismo para sobrevivir

Cuando Friedrich von Hayek escribiĆ³ “Camino de Servidumbre” tratĆ³ de mostrar que una economĆ­a centralizada lleva, inevitablemente, al control de la vida de las personas, esto es, a un sistema totalitario.
Hayek, que habĆ­a emigrado de Austria a Londres, veĆ­a cĆ³mo los laboristas y economistas formulaban propuestas econĆ³micas que, por su misma dinĆ”mica, tenĆ­an que terminar en el control de la vida de la gente.
Publicado en 1944, la tesis central de “Camino de Servidumbre” sigue teniendo vigencia casi 70 aƱos mĆ”s tarde y se verifica en Argentina.
A diferencia del cacerolazo del 2001 cuando se estableciĆ³ el corralito o el del 2008 cuando estuvo el enfrentamiento por la 125, el cacerolazo del jueves pasado no parece responder a un solo motivo sino a una combinaciĆ³n de problemas econĆ³micos con crecientes restricciones a las libertades civiles junto con otros ingredientes como la inseguridad, los intentos del Gobierno de perpetuarse en el poder, la corrupciĆ³n, la forma soberbia de comportarse del Gobierno y muchos temas mĆ”s. Pero sĆ­ hay un hilo conductor entre economĆ­a y libertad individual que, me parece, irĆ” agravĆ”ndose considerando que el oficialismo, ante la adversidad, suele redoblar la apuesta e ir por mĆ”s para ir por todo.
[ Nota relacionada: Lo que vi personalmente en el cacerolazo ] (Leer en mĆ”s informaciĆ³n)


Desde el punto de vista econĆ³mico, siempre una regulaciĆ³n lleva a otra regulaciĆ³n y, si se insiste en ese camino, a la asfixia de la economĆ­a. Por ejemplo, el Gobierno viene emitiendo moneda a marcha forzada, esa emisiĆ³n genera inflaciĆ³n. Al mismo tiempo ha dejado el tipo de cambio casi quieto y, por lo tanto, el tipo de cambio real se encuentra en niveles similares a los de la convertibilidad. ¿QuĆ© hizo el Gobierno frente a este problema? RedoblĆ³ la apuesta y primero estableciĆ³ mĆ”s burocracia para poder importar. Luego se le ocurriĆ³ que si una empresa importa un dĆ³lar tiene que exportar un dĆ³lar. Eso no le alcanzĆ³ y restringiĆ³ arbitrariamente las importaciones. Tampoco le alcanzĆ³ y obligĆ³ a las compaƱƭas de seguro a traer las divisas que tenĆ­an en el exterior. DespuĆ©s prohibiĆ³ el giro de utilidades y dividendos. Luego estableciĆ³ una aprobaciĆ³n previa de la AFIP para poder comprar dĆ³lares y, finalmente, directamente prohibiĆ³ la compra de dĆ³lares para atesoramiento. El tema cambiario fue escalando hasta llegar a limitar derechos individuales como poder viajar al exterior sin tener problemas para comprar divisas. Una regulaciĆ³n econĆ³mica fue llevando a otra hasta terminar en una restricciĆ³n a las libertades civiles.
Otro ejemplo es el de la inflaciĆ³n. El Gobierno niega la inflaciĆ³n real y a quienes hicieron sus propias estimaciones de inflaciĆ³n les inicio un absurdo juicio por difundir sus propios Ć­ndices de inflaciĆ³n. Para frenar las expectativas inflacionarias y una mayor huida del peso tuvo que recurrir a intimidar a las consultoras que elaboraban sus propias estimaciones de inflaciĆ³n.
Los casos de empresarios que son apretados para que vendan a determinado precio sus productos, fabriquen determinados bienes y demĆ”s locuras intervencionistas no forman parte de una polĆ­tica econĆ³mica errada, sino de un simple abuso del poder de los funcionarios pĆŗblicos. Un amedrentamiento usando el monopolio de la fuerza.
[ Nota relacionada: El autoritarismo y los lĆ­mites de la demoracia ]
Si un empresario dice que la actividad inmobiliaria estĆ” paralizada, la presidente no averigua cĆ³mo vienen las escrituras, sino que le pide a la AFIP informaciĆ³n reservada sobre la situaciĆ³n fiscal del empresario y luego lo escrachan pĆŗblicamente y por cadena nacional.
Mi cuarta verificaciĆ³n de la AFIP en 5 aƱos me llegĆ³ el mismo dĆ­a en que publiquĆ© una nota en La NaciĆ³n criticando el discurso de la presidente en la apertura del Congreso. Ese dĆ­a, una empleada de la AFIP, carta en mano, vino a entregarme la nota de verificaciĆ³n de ganancias, cuando ya habĆ­a tenido otra verificaciĆ³n 6 meses antes.
Los descalabros econĆ³micos que hace el Gobierno tienen que ser escondidos a la opiniĆ³n pĆŗblica. Nadie puede opinar diferente porque acelerarĆ­a el descontento popular sobre la marcha de la economĆ­a y, para eso, necesitan amedrentar a la gente. Como dijo CFK, hay que tenerle un poco de miedo. El problema es que a medida que vaya creciendo el descontento por la situaciĆ³n econĆ³mica, el Gobierno tendrĆ” que apelar a mayores grados de amedrentamiento de la poblaciĆ³n. TendrĆ” que generar mĆ”s miedo y, para eso, necesitarĆ” avanzar cada vez mĆ”s sobre los derechos individuales.
[ Nota relacionada: ¿Reforma constitucional para violar los derechos individuales? ]
Veamos otro ejemplo sobre cĆ³mo las regulaciones econĆ³micas terminan avasallando los derechos individuales. Para que la gente pueda viajar al exterior y comprar divisas, tiene que informarle a la AFIP dĆ³nde viaja, por quĆ© viaja, con quiĆ©n viaja y otras informaciones que, al menos en un estado de derecho, la AFIP no tendrĆ­a autoridad para pedirla. Es mĆ”s, cuando se requerĆ­a la autorizaciĆ³n previa de la AFIP para comprar dĆ³lares, el ente recaudador no podĆ­a establecer como parĆ”metro el ejercicio fiscal en curso porque no lo puede hacer y tampoco le sirve, por lo tanto tenĆ­a que recurrir a la informaciĆ³n del ejercicio fiscal anterior que no necesariamente tiene que ser igual al corriente. Es decir, para comprar dĆ³lares intervenĆ­a la AFIP utilizando mecanismos arbitrarios cuando, en realidad, quien deberĆ­a establecer las restricciones cambiarias tendrĆ­a que haber sido el BCRA.
Los ejemplos que muestran cĆ³mo una regulaciĆ³n econĆ³mica lleva a otra regulaciĆ³n econĆ³mica y termina en la violaciĆ³n de derechos individuales son muchos.
El gran interrogante que se abre hacia el futuro es cĆ³mo reaccionarĆ” el Gobierno ante el cacerolazo del jueves pasado. Como decĆ­a antes, el kirchnerismo o cristinismo siempre redobla la apuesta, con lo cual no debe descartarse alguna medida que afecte a la clase media como venganza por la movilizaciĆ³n y el cacerolazo. El dato que tenemos es que el Gobierno no tiene problemas en violar las mĆ”s elementales normas de una democracia republicana. Si han logrado que un DNU pueda tener vigencia con la aprobaciĆ³n de una sola de las cĆ”maras, lo cual es un disparate constitucional, de ahĆ­ para adelante pueden hacer cualquier cosa. Incluso desobedecer una sentencia de la Corte Suprema.
[ Nota relacionada: Sobre dĆ³lares, desvergĆ¼enza y cacerolas ]
Por otro lado, el problema del oficialismo es que si pierde el poder corre el riesgo de recibir un tsunami de juicios por corrupciĆ³n, al tiempo que serĆ”n muchos los jĆ³venes de La CĆ”mpora que perderĆ”n sus privilegios y tendrĆ”n que buscar un trabajo en serio. Una mezcla de negocio personal y riesgo de tsunami de juicios hace pensar que intentarĆ”n retener el poder a cualquier precio.
Y cuando digo a cualquier precio significa seguir avanzando sobre la libertad de expresiĆ³n, mĆ”s carga impositiva, menos propiedad privada y mĆ”s intimidaciĆ³n para infundir temor en la poblaciĆ³n. Si se acepta este posible escenario, no deberĆ­a descartarse que veamos una escalada de protestas como las del jueves pasado y mĆ”s aprietes del Gobierno. El enfrentamiento podrĆ­a seguir escalando porque el cristinismo quiere ir por todo y la gente percibe que no solo hay problemas econĆ³micos como la inflaciĆ³n, sino tambiĆ©n las libertades individuales estĆ”n en juego.
Si a esto le agregamos los insoportables discursos en cadena, la soberbia con que se manejan y los intentos de adoctrinamiento de los chicos en los colegios por parte de La CĆ”mpora, mi impresiĆ³n es que esto reciĆ©n empieza. Y me parece que la reacciĆ³n del Gobierno frente a la movilizaciĆ³n del jueves serĆ” algĆŗn acto de venganza.
[ Nota relacionada: DestrucciĆ³n econĆ³mica y proyecto autoritario ]
Al poco tiempo de asumir la presidencia y durante un acto miliar, NĆ©stor Kirchner les dijo gratuitamente a los soldados: “No les tengo miedo”. El jueves pasado la gente pareciĆ³ decirle a Cristina: “No te tenemos miedo”.
Frente a un gobierno sin escrĆŗpulos, lo peor que puede hacer la gente es tenerle miedo. Esa es la mejor defensa de su propiedad y libertad. Si tienen miedo, no solo perderĆ”n su propiedad y libertad, sino que terminarĆ”n aterrorizados, porque el cristinismo necesita del autoritarismo para poder sobrevivir.