Un libro revela las aberraciones sexuales de Muammar Kadafi - Piedra OnLine

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miƩrcoles, 19 de septiembre de 2012

Un libro revela las aberraciones sexuales de Muammar Kadafi

Lo escribiĆ³ una prestigiosa periodista francesa. Se llama "Las presas" y revela que el ex mandatario tenĆ­a una red de servidores que le buscaba hombres y mujeres para convertirlos en sus esclavos sexuales. 

Bab-al-Azizia no solo era el cuartel general del ex mandatario libio Muammar Kadafi en Tripoli, emblema de una dictadura feroz e implacable, sino tambiƩn el cƭrculo del infierno reservado a las vƭctimas de los apetitos sexuales del coronel.
Hace tiempo corrĆ­an versiones sobre las mujeres del dictador y sus presuntas conquistas. Pero reciĆ©n ahora, un libro logrĆ³ correr el velo sobre los esclavos sexuales de Kadafi. Fue escrito por la prestigiosa periodista francesa Annick Cojean, se llama "Les proies" (Las presas) y en Ć©l logra hundir la pluma en historias donde no hay lĆ­mites para el dolor, la humillaciĆ³n y el aniquilamiento de las personas.(Leer en mĆ”s informaciĆ³n)


La primera en hablar con la periodista fue Soraya, un nombre ficticio para una joven que hoy tiene 23 aƱos y pasĆ³ cinco en Bab-al-Azizia, adonde la llevaron cuando apenas tenĆ­a 15 aƱos, despuĆ©s de que un grupo de Amazonas -las guardias personales de Kadafi- la vieron en los bancos de una escuela secundaria de Sirte.
En el tĆ©rmino de pocas horas fue arrancada de su colegio, de su familia y de su ciudad para ser llevada a Tripoli, a la corte del coronel. Una suerte comĆŗn a otros cientos de jĆ³venes, de ambos sexos, destinados a satisfacer al dictador.
El relato de Soraya es desgarrador: desde su primer encuentro con Kadafi, que la esperaba desnudo en su inmensa cama diciĆ©ndole que era un padre pero tambiĆ©n un hermano para ella, hasta la obligaciĆ³n de usar ropa sexy, beber alcohol, fumar y aspirar cocaĆ­na. Una personalidad sin lĆ­mites, a quien todo le estaba permitido.
Soraya ni siquiera tenƭa paz en RamadƔn, el mes sagrado para los musulmanes durante el que no pueden tener relaciones sexuales. Cuando la Amazona la llevaba ante Kadafi, le explicaba que -por respeto a los preceptos del profeta Mahoma, Ʃl no eyacularƭa.
SegĆŗn Annick Cojean, una verdadera red de cazadores de "carne fresca", integrada por diplomĆ”ticos, militares, empleados y miembros del protocolo, se encargaba de saciar la interminable sed sexual de Kadafi. Y todos estaban dispuestos a hacer lo imposible para agraciarse con el mandatario libio.
Kadafi desfilaba por prisiones, casamientos y hasta salones de belleza en busca de mujeres para someterlas sexualmente, cuenta el libro que acaba de publicarse.
Uno de los episodios reconstruidos por el libro recuerda que Kadafi enviĆ³ a Senegal a uno de sus representantes para que llevaran al paĆ­s a 100 modelos con la excusa de asistir a un concurso de belleza, pero en realidad iban a ser sometidas por el dictador. El plan fue abortado cuando los funcionarios senegaleses descubrieron que las jĆ³venes mujeres, entre las que habĆ­a adolescentes, estaban por dejar el paĆ­s en jets privados y sin documentos.
La periodista francesa extendiĆ³ su investigaciĆ³n a otras vĆ­ctimas de Kadafi, que confirmaron y brindaron detalles escalofriantes del trato que padecieron.
Los testigos citados son solo mujeres, porque el tabĆŗ de las relaciones homosexuales es difĆ­cil de desarraigar en la sociedad Ć”rabe y no hay hombres dispuestos a admitir que tambiĆ©n fueron vĆ­ctimas.
Sin embargo, la autora del libro dijo saber de hombres –a veces funcionarios- violados por Kadafi, que asĆ­ mantenĆ­a su poder sobre ellos en un tremendo pacto de silencio.
Entre las muchas mujeres obligadas a servir de juguete sexual a Kadafi habĆ­a, relata Cojean, tambiĆ©n mujeres casadas, esposas de funcionarios pĆŗblicos y dignatarios.
La periodista tambiĆ©n repasa la locura del dictador libio antes de su caĆ­da y muerte, cuando decidiĆ³ usar las violaciones como arma: "ViĆ³lenlas a todas, las viejas, las niƱas, todas", ordenĆ³.
"El dictador obligaba a sus hombres –escribe en su libro- a ingerir grandes cantidades de Viagra y les ordenaba violar a las mujeres, las hijas y las madres de los rebeldes, sin importar la edad. Algunas de estas violaciones eran filmadas, y se difundĆ­a el video a otros soldados para instigarlos a hacer lo mismo".
"Incluso pronunciar la palabra violaciĆ³n en Libia es complicado. Me costĆ³ encontrar vĆ­ctimas, pero finalmente pude hallar una que me dijo que habĆ­a sido violada: no durante la revoluciĆ³n, sino antes y por el propio Kadafi. AsĆ­ comencĆ© a desenrollar una historia increĆ­ble", dijo Cojean en declaraciones a la prensa francesa.
El libro tiene su origen en un artĆ­culo publicado por Cojean en el diario Le Monde sobre Soraya. Y que luego, de la mano de otras historias, se transformĆ³ en "Las presas".
Fuente: ANSA