“No soy anti-K, pero represento a un sector gremial” - Piedra OnLine

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domingo, 16 de diciembre de 2012

“No soy anti-K, pero represento a un sector gremial”


Por Mario Cippitelli

El diputado y secretario general de la CGT de Neuquén, Sergio Rodríguez, aseguró que es demasiada la crispación social y política que se vive en el país, mientras que consideró que desde el mismo gobierno nacional se motoriza este estado de conflictividad permanente que no le hace bien a la democracia.
Rodríguez dijo que sigue siendo kirchnerista, pero que también tiene una mirada crítica al modelo nacional porque representa al movimiento sindical y que por ese motivo tiene que responder a los afiliados.
Durante una entrevista concedida a La Mañana de Neuquén, el dirigente lamentó la fractura que se produjo en la CGT, habló del futuro escenario político en la provincia y hasta dijo que se siente capaz de ser candidato a intendente o gobernador. (Ampliar en más información)
 
¿Cómo ve desde la CGT y su rol de diputado la situación política del país y la provincia?
El problema con el que lidiamos y al que pretendemos enfrentar permanentemente es el desborde, la crispación. Este es el mayor inconveniente que hoy que vemos en este último año. Se ha incrementado y se ha llevado a límites extremos. Y parece que no hay quién lo pare; al contrario, pareciera ser que se lo motoriza a este estado de conflictividad. Llega un punto que uno no puede decir un “pero” que se transforma en un enemigo del Gobierno.
En mi caso particular, en 2001 comencé a militar con Néstor Kirchner y Oscar Parrilli y realmente me fui alejando porque no me dejaron estar, pero de todas maneras, he sostenido y sostengo al gobierno de Cristina. No soy anti-K, pero yo represento a un sector gremial que reclama el Impuesto a las Ganancias, el salario familiar para todos los trabajadores, que reclama que nos devuelvan la plata de las obras sociales y tengo que hacerlo porque esa es mi función. Yo estoy de acuerdo con la política internacional que está implementando el Gobierno, con la integración latinoamericana, que es un vieja aspiración peronista; estoy de acuerdo con un montón de cosas que se están haciendo muy bien y las aplaudo, pero cuando no estoy de acuerdo con algo tengo la libertad de poder decirlo.
 
Pero corre el riesgo de pasar a ser cipayo, vendepatria y todos esos calificativos tan de moda…
Lamentablemente es así. No debería ser así. Yo esperaba, por ejemplo, en este trabajo nuevo, que es el legislativo, más rispideces, más chicanas, y realmente me sorprendí con la honestidad intelectual con que se tratan los temas. Hay tiempos para la chicana y la pelotudez política, pero cuando el tema está arriba de la mesa todo el mundo se despoja de su cuestión partidaria y se discute el tema con profundidad. Y para mí fue una grata experiencia porque no lo esperaba.
 
Entonces está más cómodo en el rol de diputado que en el de dirigente gremial…
No, gracias a Dios tengo una muy buena relación con todos mis pares dentro del sindicalismo, aunque en este contexto nacional se produce una fisura que no es nuestra… no es local. Nos toca porque como somos organizaciones verticalistas, a nosotros nos bajan una línea desde Buenos Aires y no tenemos cómo no responder. A lo sumo uno se puede hacer el machito hasta que le dejan de pagar a los médicos… Cuando te aprietan con la billetera y no les pagan a los médicos ya no tenés margen porque los compañeros vienen a reclamarte una solución y te dicen qué pasa “que no nos atienden en tal clínica”. El margen de maniobra que tenemos es ínfimo y lamentamos muchísimo esta situación que ha producido una ruptura en el movimiento obrero.
 
¿Le molesta esta fractura que hay hoy en la CGT?
Por supuesto. El margen de maniobra se reduce enormemente porque no hay ninguna fractura que fortalezca. Toda fractura debilita. Son cuestiones que nos sacan del camino.
 
¿Será protagonista alguna vez el peronismo en Neuquén?
Yo confío que sí, en la medida que pensemos en el poder, pero en el poder real.  Desde el llano es muy difícil poder conformar un cuerpo que sea capaz de enfrentar al Gobierno con un buen candidato. A pesar de que hemos tenido las autoridades de las intendencias más importantes de la provincia, no hemos logrado cristalizar y conformar un frente homogéneo para presentar en las elecciones. Siempre hay mezquindades que impiden que eso ocurra. Estaba muy firme la posición en la última elección y a último momento se pinchó por tironeos estúpidos, absolutamente inconducentes por defender espacios de poder.
 
¿Será porque el peronismo estuvo muy cómodo como oposición?
No  ha surgido un líder peronista con vocación real de poder y con ánimo de prepararse. No es sencillo armar la candidatura de un eventual candidato a gobernador. Hay que hacerlo con mucho cuidado y no lo pudimos hacer porque estuvimos a los codazos para ver cómo salíamos en una foto.
 
¿Cómo ven al MPN y a Quiroga para las próximas elecciones?
Yo creo que es una muy buena oportunidad en el 2015 si hacemos las cosas bien, pero lamentablemente la realidad de hoy nos pinta tres sectores:  el MPN y sus aliados, el peronismo y el Frente Grande, y algunos otros partidos y un sector que representa al quiroguismo. Hoy parece imposible si dividimos por tres.  Quiroga tiene un gran consenso en Neuquén capital, pero tiene que trabajar mucho en el interior. Creo que va a tener una prueba muy difícil en estos cuatro años de gestión. No va a tener asistencia del gobierno nacional y el gobierno provincial no sé si le va a dar un respiro. De hecho el mismo MPN ha producido un quiebre en su momento por la aprobación de los bonos. Quiroga va a tener que hacer una buena elección en Neuquén capital y habilitar el juego al resto de las fuerzas si es que quiere tener una chance para 2015.


¿Y su sector está más cerca del MPN o de Quiroga?
El gobierno nacional los toma como fuerza propia a los diputados y senadores del MPN. Para nosotros no está muy claro eso (risas). Ellos asumen que como Sapag es un aliado los diputados y senadores van a acompañar al gobierno nacional. Esa puja por el poder en la provincia es distinto, pero Javier (Bertoldi) ya ha manifestado que con Quiroga, al menos hoy, no podría estar cerca de él. Yo comparto esto porque la postura que tiene Quiroga con el gobierno nacional hace que nosotros no nos podamos juntar hoy. Pero falta una eternidad. En política, tres años es muchísimo. Que estemos discutiendo estas cuestiones en este momento te habla a las claras que hay un desgaste enorme del gobierno nacional y es muy lamentable porque hay que sostenerlo de todas maneras para que llegue bien al 10 de diciembre de 2015.
 
¿Cuál es su mayor ambición política?
Uno puede llegar a estar cómodo, pero es muy difícil no movilizarse porque los que vienen de abajo vienen subiendo y uno no tiene más remedio que subir o te llevan puesto. En lo personal, no tengo ninguna ambición, pero sí me siento tan capaz como cualquiera para ser intendente o para ser gobernador. El tema es que den las condiciones y la dinámica que tenga la realidad.