Por: ERNESTO NIMCOWICZ
El gremialista confirmó su candidatura a senador y reveló que quiere hacerlo dentro de la línea Azul del MPN. Dijo que las postulaciones deberán resolverse por consenso.
Neuquén Tras su alineamiento con la CGT de Hugo Moyano y la renuncia al directorio de YPF, el titular del Sindicato de Petróleo, Guillermo Pereyra, se metió de lleno en la política partidaria. En diálogo con La Mañana, dijo que la imagen positiva del gobernador Jorge Sapag podría “caer” en caso de intentar una reforma de la Constitución para volver a ser gobernador. También aseguró que será candidato a senador, pero adelantó que buscará hacerlo por la lista Azul, que conduce el mandatario.
Pereyra también habló del escenario nacional. Criticó el techo a las paritarias que busca poner la Casa Rosada, pidió un 50% de suba al techo de Ganancias y criticó las políticas del kirchnerismo para el sector obrero.
A su vez, destacó el boom petrolero de Neuquén, pero dijo que dependerá de que se generen las condiciones para el arribo de inversiones.
Lo veo complicado para la oposición. No veo una oposición armada que sea una alternativa política, van a tener que trabajar mucho. A seis o siete meses de las primarias no se ve ninguna alternativa consolidada.
Y en el plano provincial, ¿cómo analiza el escenario político?
El Movimiento Popular Neuquino tiene la posibilidad de recuperar el senador que se perdió en la última elección y mantener, como mínimo, o lograr un diputado más. Están dadas las condiciones porque el gobierno de Jorge Sapag ha sabido conducir muy bien el gobierno provincial a pesar de las dificultades, y estoy convencido que la ciudadanía se va a volcar al MPN.
¿Va a ser candidato a senador por el MPN?
Estoy trabajando para eso. Primero hay que desarrollar un programa, hablar con mucha gente en la provincia del partido y de otras organizaciones antes de llegar a ser candidato.
Un tema que viene sonando y que puede impactar en el escenario político local es el de la reforma de la Constitución Nacional si el Gobierno obtiene una mayoría considerable en el Congreso. ¿Qué opinión tiene al respecto?
No creo que la reforma de la Constitución se pueda lograr. Debería haber un consenso muy amplio. Habrá que esperar para ver qué pasa con el resultado de las elecciones de octubre, pero no creo que vaya a variar mucho. Difícilmente el Gobierno alcance los dos tercios que se requieren en el Congreso para poder avanzar en ese sentido. Además, no entiendo qué es lo que se quiere cambiar de la Constitución que ya fue reformada en 1994. Personalmente, no creo que haya que hacer una reforma. Si se intenta sólo para el mandato indefinido yo no creo que se pueda lograr. Y si se agregan otros temas de importancia no creo que haya tantos como para reformar la Constitución. Ahora se está hablando de sumar otros temas como el de la elección de los jueces. Pero al respecto ya se ha manifestado la Corte Suprema de Justicia y ha dicho que no es posible la elección de magistrados por parte de la ciudadanía y que es una barbaridad.
Y en el plano provincial, ¿ve factible la reforma de la Constitución por parte del gobernador Sapag para poder continuar en el cargo como están impulsando algunos sectores del MPN?
No, yo no creo que el gobernador quiera impulsar una reforma en busca de otra reelección. El gobernador va a terminar su mandato con una alta imagen de popularidad, que en caso de intentar una reforma de la Constitución la haría caer y no se podría preparar para una nueva elección a los cuatro años de haber terminado el mandato. Es fundamental seguir gobernando la provincia con todas las dificultades que hay y que son las mismas de todas las provincias argentinas. Y en ese contexto, Neuquén se encuentra en inmejorables condiciones. Si esta conducción de Sapag sigue haciendo todo como lo viene haciendo yo creo que no va a tener ninguna dificultad. No es necesario hacer un movimiento político tan grande por una reforma constitucional que es inconsistente si lo que se va a buscar es sólo otra reelección. No está en el ánimo del gobernador.
Con respecto a la propuesta política para dirimir en la interna del MPN, ¿cuáles serían los principales ejes que busca impulsar?
La elaboración de las propuestas hay que hacerla con mucha responsabilidad, no alegremente y debe salir por consenso. Yo aspiro a ser precandidato por la lista Azul, que es donde siempre estuve. Pero eso deberá salir por consenso. Y lo deberá buscar el gobernador, quien tiene la titularidad de la lista. Sería una irresponsabilidad decir las propuestas, pero la primera seguramente es la defensa irrestricta de los intereses provinciales, sobre todo los recursos naturales. Que Nación no piense en que se puede llevar de las provincias productoras o sacar una legislación que pueda afectar a la autonomía provincial.
¿Está haciendo algún tipo de medición de imagen?
Sí, obviamente uno antes de largarse a la pileta debe saber si tiene agua. Las primeras mediciones son favorables.
En caso de ser electo, ¿piensa llevar al Congreso los temas sindicales?
Yo en caso de ganar, primero seré del MPN, donde estoy afiliado hace 40 años y voy a representar a la provincia como corresponde y como dice la Constitución. Pero frente a cualquier proyecto de ley que beneficie a los trabajadores por supuesto que lo voy a apoyar y viceversa en caso de proyectos en su contra. No voy a cambiar absolutamente nada. A mí me quedan todavía tres años y medio como secretario general adjunto de la CGT y no pienso renunciar para presentarme a senador y donde voy a estar representado a los trabajadores. Yo creo que esto es amplio. El MPN, en su carta orgánica, habla de la justicia social, de la soberanía política y económica, de la defensa del federalismo. Es una apoteosis del peronismo y yo justamente soy peronista. Y me afilié a una fuerza donde confluían distintas corrientes como es el peronismo, como lo hicieron sus fundadores don Elías Sapag, Felipe Sapag, y Sobisch, el padre del que fue gobernador. El MPN se formó por la proscripción del peronismo.
¿Cómo ve la situación política y económica del país?
La Argentina tiene un grave problema político. Si uno mira el contexto internacional, tanto de América latina (excluyendo a Brasil que tiene sus problemas pero no son tan graves), Estados Unidos y la Unión Europea uno ve que hay una crisis política y económica y social que afecta a todos los países y de la que Argentina no está ajena. Creo que se está llevando relativamente bien la economía en un contexto internacional complicado. Pero la crisis política es profunda: el silencio del Gobierno, tomar algunas medidas que afectan a distintos sectores en forma inconsulta. Si esto se corrige vamos a estar mejor todavía
¿Y en el plano sindical?
También esto se expresa en lo que está ocurriendo con el sindicalismo argentino, donde el Gobierno interfiere dentro de las estructuras gremiales para intentar dividirlo en tres o cuatro como lo ha hecho y que no ayuda nada. Lo mismo intentó Carlos Menem para llevar adelante un plan neoliberal y donde la única forma era partir a la CGT que en ese momento tenía un fuerte consenso y estaba liderada por el compañero Saúl Ubaldini. Y en la CGT oficial quedaron los mismos dirigentes que estuvieron en los años 90 como Oscar Lescano y Armando Cavalieri. Esto no le hace bien al Gobierno, ni al país, cuando deberían estar todos juntos tirando para el mismo lado. Estos son temas que están afectando al movimiento obrero, el campo, y a otros sectores y creo que hay que empezar a trabajar todos juntos para convocar a las partes a una mesa nacional de diálogo para resolver los temas políticos importantes. Porque si convocan sólo a los amigos y al resto los dejan afuera va a haber conflicto, evidentemente.
¿Qué opinión tiene de la inflación?
El tema inflacionario hay que detenerlo. Y esto se logra no poniéndole un techo a las paritarias sino convocando a los formadores de precios y diciéndoles: “Señores por qué está ocurriendo esto”. Y haciéndoles bajar los precios, controlando. Los mecanismos de control los tiene el Gobierno.
La CGT oficial, de todas formas, admite que la inflación es del 25% y no de 10% como dice el INDEC. ¿Cree en el mediano plazo la CGT se va a terminar reunificando o lo ve complicado?
En la CGT los dirigentes no estamos peleados. Algunos han tomado para un lado y otros para otro. Hugo Moyano ha sido absolutamente claro al decir que él no es oposición al Gobierno, sino que está del lado de los trabajadores. Si ponerse del lado de los trabajadores es ser oposición, en ese caso seremos oposición. Pero nosotros tenemos diálogo con algunos dirigentes de la ahora CGT oficialista no en forma orgánica, sino extraoficial, y nos han dicho que no están contentos para nada tras la reunión de la semana pasada con el ministro de Trabajo Carlos Tomada. Algunos medios salieron a decir que no hay techo para las paritarias pero hay que ser moderados. Pero la moderación está marcada por los índices inflacionarios. No puede haber una inflación del 25% y que nos pongan un techo del 16%. Además, no se puede ser moderado cuando en el año 2012 no se tocó el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias con una proyección de inflación que supera para este año el 27% más todo el arrastre que traíamos. El piso del mínimo no imponible debería subir un 50% para que los sueldos no se vean gravados por esta situación, pero se está hablando sólo de un 20%. De esa forma no se puede ser moderado. Por otro lado no se puede discutir salarios sin antes hablar de la modificación de estos índices que hemos perdido.
Tras su salida de YPF, ¿cómo ve la designación de Manuel Arévalo como director?
El compañero Arévalo reúne todas las condiciones, al igual que el compañero Dante Gonzales de Mendoza que venía sonando como posible candidato a ocupar el puesto de director. Pero después, en el caso de otros nombres que se habían barajado, como el de Baltazar Álvarez, que había sido propuesto por el diputado Canini, no es correcto. Tiene que ser un dirigente gremial de la actividad petrolera de cualquier provincia según el nuevo estatuto de la petrolera.
