La vecina aclara que "NO se propone elegir a los señores jueces, que seguirán siendo designados como dicta la legislación vigente, sino que lo que se somete al voto popular la CONFORMACIÓN del Consejo de la Magistratura".
Referido a la nota de “Cacho” Olivera remitida por mi amigo y respetado Profesor Gunardo Pedersen, quisiera emitir algunas observaciones:
Es una simplificación citar a Montesquiu y su teoria de División de Poderes tratando de aplicarlo como una fórmula universal diciendo “el Ejecutivo ejecuta, el Legislativo dicta las leyes y el Judicial controla a ambos” obviando que también el autor dijo que las leyes políticas y civiles de cada nación deben ser tan ajustadas a las condiciones del pueblo para el cual se hacen, que sería una rarísima casualidad si las hechas para una nación sirvieran para otra. (Ampliar en más información)
Por lo tanto debemos agregar que nuestra Constitución considera válidas algunas funciones que se superponen entre los diferentes poderes, es así que se enumeran y convalidan herramientas que cada uno puede utilizar sin invadir la jurisdicción del otro poder, un ejemplo es el juicio político que se desarrolla en el ámbito del Legislativo cumpliendo la función de juicio y sanción a sus pares o miembros del Ejecutivo, función que con carácter general corresponde al poder Judicial.
Con los proyectos de ley de Democratización de la Justicia, no se avasalla ni al poder Judicial, ni a su misión ni a su especificidad, dado que NO se propone elegir a los señores jueces, que seguirán siendo designados como dicta la legislación vigente, sino que lo que se somete al voto popular y por ende al grado de representatividad necesario en toda democracia, es a la CONFORMACIÓN del Consejo de la Magistratura, quien tiene como deber velar por el buen cumplimiento de la función de los jueces, evitando la utilización de la máxima del “Viejo Ucha” antítesis de nuestro Martín Fierro quien aconsejaba “hacete amigo del juez…” para ser beneficiario del resultado en una causa judicial.
Respecto del número de integrantes del Consejo de la Magistratura que nuestra Presidenta (la de los 40 millones de argentinos) propone en el proyecto de reforma pasando de 13 a 19, no es que cambió de opinión, que no sería más que un derecho que tiene cualquier ser racional, sino que tiene que ver justamente con la democratización y la representación de las minorías, en este nuevo paradigma de justicia, dado que al utilizarse el Sistema D’hont de recuento de votos, ese incremento asegura un mayor margen de participación a los candidatos de los partidos minoritarios.
Esa especie de chicana que utiliza el Sr. “Cacho” diciendo que se menoscaba al pueblo por someter a la voluntad popular sólo a técnicos y abogados que conformen el Consejo busca confundir, ya que él bien lo sabe, estamos en una democracia representativa y no asamblearia y por el contrario, el proyecto de ley incorpora al ciudadano común al sistema de justicia otorgándole el derecho a elegir que hasta el momento no lo tiene.
Respecto al aumento de Cámaras, se propone generar ámbitos de resolución de casos con mayor especificidad para no seguir sumando causas a la Corte Suprema de Justicia que pueden ser resueltas en instancias inferiores y más cercanas al ciudadano.
En cuanto a la limitación temporaria de las medidas cautelares tiene la salvedad de no aplicarse a los derechos personalísimos, sino a las que implican cautelares indefinidas en defensa de intereses sectoriales y de privilegios que perjudican al resto de la sociedad.
En fin, refiriéndome al señor “Cacho” desearía que nuestros dirigentes, provengan del sector político que provengan, sean más honestos intelectualmente al pretender ilustrarnos sobre determinados temas.
María Elena Brinkmann
DNI 12.644.104
Politóloga