ANDREA VĆZQUEZ
CUTRAL CO (ACC).- Diecisiete aƱos se cumplen de la primera manifestaciĆ³n popular que comenzĆ³ un 20 de junio de 1996 y concluyĆ³ seis dĆas despuĆ©s. Los vecinos de Cutral Co y Plaza Huincul se volcaron a cortar rutas en reclamo de fuentes de trabajo. Desde entonces, los "piquetes" y sus protagonistas tomaron trascendencia nacional y esta acciĆ³n fue conocida como "pueblada".
Un 20 de junio de 1996, estas dos ciudades iniciaron un proceso de protesta del que no existĆan antecedentes. Los dos hechos que generaron el enojo y movilizaciĆ³n posterior fueron en principio la rebaja en 50 pesos de los subsidios al desempleo y que la provincia gobernada entonces por Felipe Sapag desestimara la continuidad de un contrato con la firma canadiense Agrium por una planta de fertilizantes. Sobre este caldo fue que el exgobernador Jorge Sobisch agitĆ³ la protesta desde las sombras. (Ampliar en mĆ”s informaciĆ³n)
Pasado el mediodĆa y alentados por una radio afĆn a Sobisch se gestĆ³ la movilizaciĆ³n a la torre de ingreso a Plaza Huincul, la que marcĆ³ el ingreso a la destilerĆa de YPF, empresa que cinco aƱos atrĆ”s habĆa sufrido el proceso de privatizaciĆ³n que dejĆ³ a cientos de despedidos.
Las estadĆsticas de aquella Ć©poca dan cuenta que los desocupados eran 5.000. De esos, al menos 4.000 eran los que habĆan dejado YPF y Gas del Estado. SĆ³lo 900 vecinos recibĆan asistencia a travĆ©s de un subsidio provincial. Y la empresa encargada de distribuir el gas realizaba un promedio de 70 cortes diarios.
En 1996, el municipio de Cutral Co era gobernado Daniel Martinasso (MPN), mientras que en Huincul, estaba Alberto "Tucho" PĆ©rez, tambiĆ©n del partido provincial. Fueron vanos los intentos por desactivar la protesta porque ya el malestar, la desazĆ³n y la tolerancia de la gente habĆan superado todos los lĆmites.
Empezaron despuĆ©s del mediodĆa con una tibia protesta que incluyĆ³ un bloqueo a la circulaciĆ³n vehicular en Huincul aunque con el correr de las horas, la convocatoria se hizo masiva y el frĆo no fue excusa para que los vecinos decididos participaran de la protesta. RĆ”pidamente, los piquetes se multiplicaron y habĆa cortes en uno y otro sentido sobre la Ruta 22 (hacia NeuquĆ©n) comenzaba en "La Curva". Y habĆa otros el oeste a la altura del aeropuerto y en la ruta 17 hacia AƱelo y al sur hacia a PicĆŗn LeufĆŗ.
Hoy, a diecisiete aƱos de aquella movilizaciĆ³n, las opiniones de distintos protagonistas de aquellos dĆas coinciden con que fue un hecho histĆ³rico que permitiĆ³ cambiar la situaciĆ³n de las dos comunidades.
"Nos sirviĆ³ de mucho porque hubo un cambio de mentalidad. Es como que despuĆ©s de la pueblada naciĆ³ todo, antes era sĆ³lo YPF", reflexionĆ³ el actual intendente RamĆ³n Rioseco. En 1996, quien ahora estĆ” en la intendencia tenĆa 36 aƱos y ocupaba una banca como edil del Frepaso.
"En tĆ©rminos polĆticos fue una lucha abierta y directa al neoliberalismo. Para nosotros, fue el comienzo del fin del neoliberalismo acĆ©rrimo que se viviĆ³ en el paĆs en la dĆ©cada del 90 y se logrĆ³ ese cambio de pensamiento de la gente", sostuvo.
El entonces dirigente del gremio de la construcciĆ³n, Ernesto Figueroa, que se mantuvo en el piquete de "La Curva", indicĆ³ que "aprendimos que toda lucha tiene sus virtudes y sus defectos. Creo que hicimos lo que hoy medianamente estĆ” sembrado. La lucha no fue en vano".
Una de las mujeres que estuvo desde el primer dĆa hasta el Ćŗltimo en "la torre" donde se concentraba la mayor cantidad de manifestantes, Verena Sandoval refiriĆ³: "me parece que sirviĆ³ para concientizar a la gente que cuando hay necesidades hay que exigir y no quedarse a mirar cĆ³mo los hijos se mueren de hambre".
En el acuerdo firmado por Felipe Sapag y la referente de los piqueteros Laura Padilla, figuraban la construcciĆ³n de un nuevo hospital, la cesiĆ³n del yacimiento gasĆfero "El Mangrullo", la construcciĆ³n de una planta de fertilizantes; la contenciĆ³n social para los vecinos mĆ”s necesitados, y evitar cualquier tipo de represalias contra los manifestantes. Parte de esos puntos se cumplieron con el correr de los aƱos.