Esas parecen ser las consignas fundamentales que se desprenden del discurso que brindó este jueves en Rosario la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, para conmemorar el Día de la Bandera.
Ante una multitud predominantemente “camporista” que interrumpió el discurso presidencial las veces que se lo propuso, Fernández de Kirchner volvió a realizar una exposición enérgica y defendió la gestión e iniciativas de su Gobierno, en la que no pudo ocultar su enojo por el reciente rechazo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a la reforma del Consejo de la Magistratura mediante el voto popular. Y ya en el plano de la ironía, les pidió a los presentes que no busquen verla en 2015 como presidenta de la Nación, legisladora, gobernadora o en otra función institucional, pues “seguramente me va a convenir ser jueza”.
Ese deseo de “Cristina Jueza” fue el que despertó las primeras sonrisas en el palco oficial que se armó para encabezar el acto y luego dirigirse a los presentes. Allí estaban presentes autoridades locales encabezadas por la intendenta rosarina y única oradora previa, Mónica Fein, el vicegobernador Jorge Henn (el mandamás de la provincia, Antonio Bonfatti estuvo ausente); además del vicepresidente Amado Boudou, legisladores nacionales y provinciales.
Siempre con la Justicia como centro de sus críticas, la presidenta argentina sostuvo que “no sería extraño que nos dicten una cautelar y no nos dejen elegir legisladores o presidente", para de inmediato indicar que “los argentinos podemos votar y elegir libremente al menos en dos de nuestros poderes, por ahora…”. "Cuando hablan de tanta reforma constitucional, reelección, yo digo para qué presidenta, porque no jueza de la Corte, una jueza de primera instancia, una jueza perdida, simplemente con una lapicera, un papel y una cautelar firmar y qué me importa lo que vota la gente, qué nos importan los ciudadanos ", ejemplificó.
Sin embargo, y luego de manifestar su pasión por la historia, no dudó un instante en “poner de un lado o de otro” a quienes forjaron nuestro país con sus luchas.
"Si Belgrano viviera... ¿con quién creen que estaría? ¿A quién apoyaría ese hombre de la industria nacional, que hablaba del comercio, de los pueblos originarios?" y prosiguió: "Les puedo hacer esa pregunta y les puedo asegurar que no se equivocan". Obviamente, dio a entender que el creador de la Bandera Argentina apoyaría al gobierno kirchnerista.
Pero no se detuvo en Belgrano, también “puso de su lado” al general José de San Martín, Mariano Moreno, Hipólito Yrigoyen, Juan Domingo Perón, Juan Manuel de Rosas y a María Eva Duarte de Perón.
