Unas imágenes impresionantes fueron captadas en el Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica. Allí, dos guepardos perseguían a un grupo de impalas, que en su huida cruzaron saltando una carretera donde se habían detenido los coches de unos turistas.
De repente, uno de los impalas, elegido por uno de los felinos como su objetivo, da media vuelta en su huida y cuando parece que va a ser alcanzado por el guepardo, da un salto y se introduce en uno de los coches.
El antílope vio una ventana abierta y saltó por ella para escapar del deprededador, que frenó como pudo y acabó debajo del vehículo.
Más tarde, alguien abrió una puerta y permitió que el antílope se marchase andando mientras los dos guepardos, agotados por la carrera, buscaban el descanso a la sombra de unos árboles.
