Que juegen con lo que sea...un palo, una cacerola, un disfraz con una sábana vieja... - Piedra OnLine

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martes, 13 de agosto de 2013

Que juegen con lo que sea...un palo, una cacerola, un disfraz con una sábana vieja...

"Celebremos junto a nuestros niños la existencia de sus derechos y honrémoslos jugando con ellos", opina Elena Durón, especialista en Derechos de Infancia, de Bariloche.
Por Elena Durón (*)
Este mes cobra significado especial promover el derecho al juego, al celebrarse en nuestro país el día del niño. Vale aclarar que esta fecha se estipuló hace 59 años como un acuerdo en las Naciones Unidas para que todos los países celebrasen la existencia de la "Declaración de los Derechos de los niños", documento que antecedió a la Convención de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. En esa ocasión, se decidió unánimemente que cada Nación establecería un día especial para festejar a los niños y sus derechos. El día oficial es el 1 de agosto, pero en realidad cada país lo ha determinado libremente. (Ampliar en más información)


Lo usual es festejar a los niños con un presente, la mayoría de las veces un juguete, dada la obvia relación que tienen los juguetes con el acto de jugar, que es una actividad que se supone los niños realizan casi todo el tiempo. El peligro es que nos focalicemos en entregar un regalo, en fomentar el consumo. En este sentido, curiosamente es la Cámara Argentina de la Industria del Juguete la que ha determinado el cambio de fecha de esta celebración aduciendo que: "… con la modificación de la fecha del festejo por el Día del Niño, se estimula la oferta de promociones y descuentos especiales durante las primeras semana de agosto, y además se facilita a los padres, abuelos y familiares la compra del juguete tan ansiado por los chicos".
Sabemos que las situaciones de vulnerabilidad social, que no es necesariamente igual a la vulnerabilidad económica, generan procesos de adultización precoz. El juego, la recreación, el ocio, se van haciendo a un lado y van dejando terreno a actividades de cuya responsabilidad le correspondería a adultos. El juego es mucho más que la acción misma, allí se ponen en juego –valga la redundancia- muchos procesos psicológicos en donde los mundos de fantasía funcionan como ensayos para la vida. Son lugares en donde se pueden practicar infinidad de cosas; de la cooperación a la sociabilización. Los chicos que ven truncada esa posibilidad no completan ciertas etapas psicológicas. Muchos chicos que no tuvieron espacios para jugar ni para valorar el juego, más adelante no van a transmitir ese espacio a sus hijos. Tampoco el valor de la compañía ni la importancia del ocio. Entonces, se genera una especie de círculo vicioso en donde no se disfruta plenamente la infancia. Recordemos eso en este mes, recuperemos el valor del juego, del goce y placer de jugar con lo que sea, un palo, una cacerola, un improvisado disfraz con una sábana vieja. Celebremos junto a nuestros niños, la existencia de sus derechos y honrémoslos jugando con ellos.
(*) Doctora en Psicología. Especialista en Derechos de Infancia. Fundadora de PETISOS, en Bariloche.