Médicos alertan por el consumo excesivo de sal - Piedra OnLine

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lunes, 25 de noviembre de 2013

Médicos alertan por el consumo excesivo de sal

Buenos Aires, (NA) > La sal es popular y tradicional en la cocina mundial y está presente en la dieta del ser humano desde épocas remotas: primero como conservador de alimentos y luego como condimento.
Cada gramo de sal contiene entre un 40% y un 60% de sodio, un nutriente esencial que permite al organismo retener el agua para conseguir un buen nivel de hidratación. Sin embargo, el consumo excesivo de sodio está también identificado como factor de riesgo en el desarrollo de muchas enfermedades vasculares.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay que consumir entre 4 y 6 gramos de sal por día -alrededor de 1,6 gramos de sodio-, y apenas 2 gramos quienes sufren hipertensión.
En Argentina,  datos del Ministerio de Salud de la Nación indican que el consumo de sal por persona ronda los 12 gramos diarios, el doble del valor máximo recomendado. (Ampliar en más información)
Lo natural
El doctor Jorge Tartaglione, médico cardiólogo miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), explica que "el principal desafío es volver a nuestra condición natural, no agregando sal a las comidas y tratar de evitar aquellos alimentos con alto contenido, tarea que no es fácil ya que se deben realizar modificaciones en la conducta alimenticia".
La mayor parte del sodio que consumimos proviene de la sal agregada a las comidas y de los alimentos procesados, por lo que hay que realizar un consumo responsable, controlando la cantidad de sal que se agrega a las comidas y leyendo cuidadosamente las etiquetas de los alimentos consumidos, dado que muchos tienen de por sí un alto contenido de sodio (todos los que tienen más de 500 mg de sodio cada 100 gr de alimento), incluso alimentos dulces.
 
Cuidados
 El consumo excesivo y prolongado de sodio es causal de enfermedades cardíacas, y otras patologías: Provoca retención de agua, con el consiguiente aumento de peso y exigiendo al corazón, hígado y riñones manejar mayor volumen de líquido, lo que los hace trabajar a cada uno de éstos muy por encima de sus posibilidades, con graves consecuencias. Aumenta el riesgo de hipertensión arterial.
También empeora los síntomas asociados a enfermedades del corazón, hepáticas y renales. Agrava cualquier disfunción del organismo, sobretodo en fumadores, diabéticos y personas con síntomas de obesidad o excesivo sobrepeso.
Además, se encuentra asociado a enfermedades tan graves como el cáncer de estómago y la osteoporosis. Afecta especialmente a las personas ‘sal-sensibles’, cuyo equilibrio orgánico es afectado, especialmente por la sodio y tienden a sufrir mayor daño cardíaco, renal y cerebral.
A medida que envejecen estos individuos suelen desarrollar el ‘síndrome metabólico’ que repercute en el organismo y, predispone a  la persona a la obesidad, colesterol alto y pre-diabetes.