Bertoldi: “La gente se cansó de votar a partidos”

Por ADRIANO CALALESINA

Javier Bertoldi asegura estar lanzado de lleno en un trabajo para ser candidato a gobernador en 2015. Es una “rara avis” dentro del justicialismo. Está convencido de la posibilidad de armar un estado eficiente, casi empresarial, modificando los vicios de la administración pública. Habla de que la gente ya no vota partidos sino a funcionarios que dan respuestas. Y en ese nuevo dogma, pretende dar una quijotesca batalla.
 
Lanzó su candidatura a gobernador y a los dos minutos salieron a matarlo. ¿Qué cree que sucedió?
Se lo han tomado muy a pecho, como una crítica destructiva. Y la verdad es que yo no. Hablaba de qué es lo que uno piensa del gobierno provincial, sobre todo los puntos fundamentales a resolver, que son el agua y la tierra, donde están involucrados los organismos provinciales y sus funcionarios. Ya solucionamos, en parte, el tema con la ampliación del parque industrial. Pero hay que generar trabajo, porque después nos quejamos si hay inseguridad y delincuencia.

 
¿Molestaron más las críticas a Sapag o la irrupción de su candidatura?
Molestan más las críticas. A los funcionarios les molesta que les recuerden los compromisos que asumieron. Lo del nexo al acueducto Mari Menuco tiene sus años, viene desde la época de Jorge Sobisch. Es imposible bombear agua desde el río Neuquén. Soy crítico de los funcionarios porque cambiaron el proyecto muchas veces. Primero me dijeron que los recursos estaban y después que no. Luego me aseguraron que como yo tenía una planta de agua en el río, no hacía falta el nexo. Esto se ha demorado demasiado y hoy hay más de 5 mil personas viviendo en la segunda meseta. Esta gente quiere una respuesta y algunos miran para otro lado.
 
Si para este año no se hace el nexo, habrá inconvenientes y se generará un problema político...
Si no se hace, estaremos complicados. Este verano contratamos constantemente camiones, pero no es la manera de vivir esperando un camión con agua. Vivir en la meseta no es sencillo, y necesitamos lo básico. Yo me desespero porque tengo que darle solución a la gente. Mi idea es nunca llegar al límite, pero varios vecinos me vinieron a plantear de cortar la ruta en contra del gobierno provincial, pero siempre dije que no, que había un compromiso de Sapag y que había que respetarlo. Pero el tiempo pasa, uno ve que la pelota va de un lado al otro y las cosas no salen.
 
Pareciera que se acabó el tiempo de las grandes obras visibles. ¿Se trabaja hoy sobre la emergencia?
Es relativo, porque este año vamos a ejecutar varios proyectos de remodelación urbana. Hay tres proyectos de mejorar la ruta entre la primera y segunda rotonda y también un sendero cerca del cementerio, para continuar con un circuito aeróbico. También vamos a trabajar sobre otras plazas, como la integradora, que la haremos en 30 días. Y con la Cooperativa Telefónica más otros empresarios tenemos pensado modificar la plaza San Martín, que es el centro histórico. Queremos que quede un centro acorde con el desarrollo que está teniendo la ciudad.
 
¿Qué pasó con el túnel que iba a cruzar la Ruta 7? Hoy, a determinados horarios, el tráfico parece insoportable.
Hemos reclamado el túnel a Vialidad Provincial, que tiene el proyecto, pero nosotros vamos a mejorar algunos ingresos. Ojalá que cuando se haga la repavimentación de la ruta esta obra pueda estar incluida. De todas maneras, estamos planificando y asfaltando para poder tener acceso a la ruta por otros sectores. Vamos buscando alternativas para no congestionar el tránsito.
 
¿Está frenado el debate de los ejidos en la Legislatura?
No lo sé. Yo salí a contestar lo que dijo que el presidente de la comisión de Municipalidades, que yo no entendía los tiempos legislativos. Evidentemente, no los entiendo. Hay una ley que debería haberse cumplido hace más de 15 años, que era la compensación cuando se hizo el ejido de Vista Alegre, y nunca se cumplió. Y hablar de tiempos legislativos, después de 15 años, es difícil de entender. A Sapag lo escuché personalmente decir esto, se lo dijo a los funcionarios delante de mí, pero así están las cosas.
 
A pesar de ello se lleva bien con Sapag, o al menos eso parece.
Sí, me llevo y siempre me llevaré bien con Sapag. Él entiende estas cosas. Igualmente, todo debería ser más ágil, pero es un problema de administración que tiene la Provincia desde hace varios años.
 
¿Cómo pensaría la provincia si fuese gobernador?
Imagino que necesitamos mejorar la administración pública, para que sea más eficiente y controlada. Esto no significa cambiar toda la estructura, no es la manera. Hay que unificar criterios, capacitar y mejorar los servicios de la administración. Lo hemos hecho en Centenario y tuvimos gran respuesta.
 
Bueno, pero hay mucha gente que se queja porque no tiene destino y que está en su casa.
En el municipio quedaron pocos casos, no es como dicen. Hay que mirar la cantidad de gente que tiene la provincia. Si criticamos, miremos lo que pasa en todos lados. Trabajamos fuerte durante tres años en capacitar al empleado y reformar la administración. Cuando le das la posibilidad a la gente de capacitarse, se incluye. Pero es como todo, hay gente que no quiere trabajar y casos más especiales que son comprensibles. Vivimos de todo. Había gente que cajoneaba expedientes para no dar respuestas a los vecinos.
 
¿Hay gente del MPN que ya está trabajando activamente para usted?
No, no creo. Hay gente que ha entendido, sobre todo el militante que no tuvo participación dentro del partido provincial, que la nuestra es una gestión con la que puede identificarse. La gente, en definitiva, vota al que da soluciones. Hoy es más importante la gestión que los partidos. Para algunos, es más importante el MPN que el vecino de Centenario. Los tiempos cambiaron y la gente interpreta de otra manera la militancia. Es cierto que acá gobernó siempre el MPN, pero también es verdad que la gente se cansó de votar por los partidos; hoy prefiere a aquel que soluciona problemas.
 
¿Quién va a ser adversario de esta gestión en 2015?
El partido provincial es el más fuerte, por una cuestión de recursos, infraestructura y poder. No viene gobernando por suerte sino por estructura. Hay que competir muy fuerte con ellos.
 
¿Cómo maneja las críticas, tanto en la calle como en los medios, redes sociales, etc.?
Uno aprende. Al principio me afectaba, hoy ya no porque estoy seguro de lo que hago. Mi familia entendió esto, pero es difícil porque ellos no están en el medio ni viven en el día a día. Pero bueno, hay gente que tiene mala leche y que usa estos medios para cuestiones personales.
 
¿Qué pasa con las organizaciones sociales del kirchnerismo en Centenario?
Tengo buena relación, mas allá de que acá tratamos de encauzar una sola estructura. No podíamos avalar que cada compañero tenga una organización distinta de la del PJ. En Centenario veníamos de muchas cosas. Les hablé a los compañeros alentándolos, pero para que miráramos nuestro territorio. En la última elección han hecho un buen trabajo en Neuquén. Pero quizá hoy haya una nueva etapa, más militante en Centenario.
 
¿Hará cambios en el gabinete?
Nunca lo pensé. Sería bueno que los que empezamos (en 2011) terminemos. Igual, ellos tienen claro que cuando se hacen mal las cosas, hay que cambiar.