Cada vez más usadas, las cámaras fotográficas de los smartphones tienen sus particularidades. Aquí, diez consejos para aprovechar sus fortalezas y minimizar sus debilidades.
1 Acercarse al objeto a fotografiar. Las cámaras de los smartphones suelen tener mejor desempeño en la captura de objetos cercanos, por lo que los entendidos sugieren determinar qué es lo que se quiere mostrar en la foto y en función de ello encuadrar dejando afuera lo superfluo. Rodrigo de la Fuente, del Nuevo Fotoclub Argentino, señala que en general en los smartphones la función macro, la que se pone en juego al tomar elementos muy cercanos a la lente (apenas centímetros), funciona muy bien. Cuando se la usa conviene fijarse que el celular no proyecte sombra sobre lo fotografiado.
2 Evitar, siempre que se pueda, el uso del zoom. En la gran mayoría de los teléfonos, el zoom es de los llamados digitales (no ópticos) y su uso implica una degradación de la imagen. “Mejor acercarse al objeto caminando y no mediante el zoom”, dicen los que saben.
3 Siempre es mejor evitar el uso del flash.
Aunque evolucionaron en el último tiempo, los flashes de los celulares tienen todavía mucho por mejorar. Por usar LED, estar muy cerca de la lente y realizar disparos de gran duración, atentan contra la calidad de las fotos. ¿Qué hacer entonces cuando hay poca iluminación? No hay muchas opciones más que recurrir al ajuste que ofrezca el teléfono para tomas con poca luz y aprovechar lo mejor posible la poca iluminación que haya en el lugar. Si es un concierto, esperar los momentos en que el escenario se ilumine, por ejemplo.
4 Dicen los expertos que al usar la cámara del celular conviene buscar escenas que, además de estar bien iluminadas, tengan luz pareja. Se deben evitar las composiciones que combinen espacios muy iluminados con otros en penumbras. Además, las pronunciadas diferencias de iluminación entre figura y fondo y los contraluces pueden dar muy malos resultados, salvo en casos en los que se busquen efectos artísticos.
5 Cuando sea inevitable una toma en la que conviven elementos iluminados de modo muy desparejo conviene recurrir a la herramienta llamada HDR (sigla en inglés de “alto rango dinámico”) que ofrecen las cámaras de muchos smartphones. Con este recurso puede lograrse mejorar la visibilidad de detalles tanto en las zonas más iluminadas como las más oscuras de las fotos.
6 Sobre todo para tomas en las que la iluminación no sea la ideal, se debe prestar especial atención a la estabilidad del teléfono-cámara. Recurrir a un trípode o a algún otro recurso que garantice la inmovilidad del equipo es un recurso a considerar.
7 Mantener limpia la lente es una premisa para cualquier dispositivo de captura de imágenes, pero la sugerencia tiene especial relevancia en los teléfonos, que suelen pasar buena parte del tiempo en bolsillos u otros espacios propicios para los permanentes roces que ensucian. Al limpiar la lente conviene seguir las instrucciones del fabricante del teléfono, pero en general, para salir de apuros, un trapo suave es efectivo. También es fundamental retirar el autoadhesivo de protección que trae la lente cuando el celular es nuevo. “Aunque parezca básico, sé de quien ha pedido ayuda porque sus fotos salían ‘brumosas’ y el problema era que no había retirado el film protector de la lente; a veces viene colocado de un modo que no es fácil notarlo”, dice de la Fuente.
8 Sin gastar y sin demasiadas complicaciones se puede tener en el teléfono algunas aplicaciones para mejorar las fotos mediante retoques. Los expertos recomiendan usarlas. Para los celulares con Android, Snapseed es una de las varias opciones que existen.
9 Para dar con fotos originales, los entendidos sugieren aprovechar la inmediatez de los smartphones para experimentar: disparar desde diferentes ángulos o alturas (desde la cintura o por encima de la cabeza, por ejemplo) pueden ser buenas alternativas.
10 Finalmente, los entendidos sugieren no olvidar que para las fotos tomadas con smartphones valen todas las reglas de la buena fotografía en general. Aconsejan, por ejemplo, no olvidar que las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde resultan las de mejor luz para las fotos. Y que la regla de los tres tercios (dividir el encuadre en nueve partes iguales mediante dos líneas verticales y dos horizontales) ayuda a ubicar los objetos de la toma de modo balanceado.
