TV basura: El Cuarto Poder hace su trabajo - Piedra OnLine

InformaciĆ³n del Mundo

sƔbado, 15 de febrero de 2014

TV basura: El Cuarto Poder hace su trabajo


Los medios de comunicaciĆ³n, es decir las oficinas de relaciones pĆŗblicas de los poderes econĆ³micos, esos que Allamand llamaba fĆ”cticos cuando usaba la medicina cubana,  han sido calificados como el Cuarto Poder porque pueden construir, deformar, cambiar la opiniĆ³n de millones o simplemente insultar y avasallar a las vĆ­ctimas de la depresiĆ³n o la locura haciendo crĆ³nica roja sobre sus tragedias para alimentar el morbo y complacer a sus auspiciadores con el rating. Y lo hacen sin tener el mĆ”s mĆ­nimo compromiso con la verdad, sin investigar o estudiar causas ni razones. No sĆ³lo hacen publicidad en vez de periodismo, sino ademĆ”s publicidad engaƱosa.


Hay casos paradigmĆ”ticos de orquestaciĆ³n de mentiras internacionales, como las desarrolladas para preparar y justificar la invasiĆ³n a Irak. Como cuando se inventĆ³ el martirologio, supuestamente sufrido a manos irakies por la soldado Jessica Lynch y por ello aclamada como heroĆ­na a su regreso a los EEUU. Que, mĆ”s tarde, agencias norteamericanas preocupadas por la verdad, demostraron que la noticia del Comando Central del EjĆ©rcito, se basaba en un video falso inventado por la Consultora de Comunicaciones, The Rendon Group. Hay cientos de historias similares.

Los presidentes de paĆ­ses de AmĆ©rica Latina que intentan hacer mĆ­nimos cambios al actual sistema de dominaciĆ³n, se ven constantemente atacados con falsedades jamĆ”s explicadas cuando son desmentidas. En la Argentina se ensaƱan de la manera mĆ”s violenta y arbitraria contra el Gobierno de Cristina Kichner, incluso involucrando al propio Papa. El Presidente del Ecuador, Rafael Correa, ha amenazado con demandas a medios de comunicaciĆ³n por acusaciones falsas.

En Chile, donde ya pasaron los aƱos en que los medios de derecha llamaban al Presidente Allende Bigote Blanco o lo situaban bailando con el Presidente de la CUT vestido de novia, el Cuarto Poder se entretiene emponzoƱando la vida de los pobres y los mĆ”s dĆ©biles, publicando sus vidas y miserias, porque ello “le interesa a la gente”.  

La farĆ”ndula estĆ” siendo reemplazada por la crĆ³nica roja. La burla contra muchachos frĆ”giles y simbĆ³licos por su ingenuidad, como Edmundo Varas, ahora se concentra en los parricidas, los adolescentes desaparecidos o los supuestos abusos sexuales de padres contra hijos. Todo ello sin evidencias ni mesura. No entrevistan a Carlos LarraĆ­n para preguntarle sobre lo que, lamentablemente, pasĆ³ a su hijo, ni a la seƱora Van Rysselberger por la plantaciĆ³n de marihuana de su marido. Aunque eso tambiĆ©n interesarĆ­a a la gente, prefieren interrogar a  un parricida al ser apresado, o a la madre de una suicida en el momento en que estĆ” recibiendo el cadĆ”ver de su hija.

El 13 de febrero, un Canal de TV llegĆ³ a extremos al lanzar a sus caza noticias contra un padre que se negaba a responder a sus preguntas en el mismo momento en que encontraba a su hija de seis aƱos a punto de morir drogada por su madre. El hombre desesperado les lanzĆ³ piedras para que dejaran de acosarlo, mientras los camarĆ³grafos, azuzados desde el Canal, insistĆ­an gritando su extraƱeza, porque “no respetaba su trabajo”,  llegando a preguntarle: seƱor, ¿quĆ© dice de su hija que ya estĆ” muerta?

Pero, jamĆ”s relatan las vidas de los pobres que apenas subsisten de la exigua pesca que les deja el arrastre, ni las de los daƱados por generaciones con la basura tĆ³xica o el uso de pesticidas; o de las mujeres que se arreglan los dientes con velas y La Gotita; tampoco las de los pequeƱos productores que no pueden recibir prĆ©stamos normales del Banco del Estado. PerdĆ³n, del Bancoestado, cambio de nombre realizado a alto costo para poder cobrar tarifas usureras a los mĆ”s pobres y prestar a manos llenas a los poderes que compran bancos, supermercados, isapre y clĆ­nicas para concentrar sus propiedades y aparecer en los records de FORBES.

Esos aspectos de la vida de los pobres nos interesan a todos, pero no al Cuarto Poder ni menos a sus empleadores. En esos casos no exigen que les dejen “hacer su trabajo”.

SĆ³lo lo hacen cuando sin ninguna piedad detallan los actos de parricidio que se multiplican, los suicidios adolescentes, las vidas mutiladas por la droga y el alcohol, pero no analizan ni investigan cĆ³mo puede un paĆ­s evitar la depresiĆ³n o la locura si estĆ” desprotegido, sobre endeudado y sin esperanza.